Dando un repaso… haciendo memoria

Felicito al ‘Senado Académico, Facultad y Comisión Administrativa’ por su genial, justa y bien merecida decisión de reconocer a nuestro pastor, Roberto Velert Chisbert, como Doctor en Divinidades.

29 DE ABRIL DE 2017 · 21:52

Roberto Velert, en el Seminario Bautista de Toronto.,roberto velert
Roberto Velert, en el Seminario Bautista de Toronto.

Desde mi despacho... (por Ana Valverde)

Querido Dios, hay veces que te quiero hablar pero… no sé cómo empezar, no sé si dándote las gracias, haciéndote preguntas… pidiéndote perdón. Pero hoy, en este momento, no es de mí de quien quiero hablarte, es de un hombre, un hijo tuyo de quien pienso muchas veces que es uno de tus hijos preferidos porque siempre lo has mimado, siempre lo has llevado entre algodones. Qué vida la suya tan llena de cosas y personas buenas. Qué vida tan privilegiada ha tenido desde el día en que nació.

Sí, sí, ya sé que cuando nació, su padre ya no estaba entre nosotros y me resulta muy fácil imaginar el dolor y la inmensa tristeza que debió sentir Sara, su madre, a la hora de traer al mundo a un hijo sin la compañía y el ‘refuerzo’ de Octavio, su marido, cogiéndola de la mano durante ese trance tan importante y hermoso que debió ser para ella el momento del nacimiento de su hijo varón, ese hijo que nunca conoció personalmente a su padre pero que sí le conoció a través de su madre, de sus abuelos, y de su hermana a la que tanto admira y quiere.

Qué te voy a decir que Tú no sepas… este hombre del que te estoy hablando, valenciano de pura cepa, nació por Ti y para Ti. Lleva toda su vida dedicada a Tu vida. Te ama tanto que yo diría que daría su vida por Ti, casi sin dudarlo un momento. Tienes en él a un hijo incondicional, a un siervo que intenta ser un ejemplo para los demás, siempre a través de tus enseñanzas y de tu Palabra.

Este hombre es un buen Pastor, un buen cuidador de sus ovejas. Este hombre es un hombre apasionado de la vida, es un hombre ‘leído’; ‘instruido’, que supo apreciar y valorar los sacrificios de su familia, de su madre, para que él pudiera tener los estudios necesarios para poder llegar a “ser alguien en la vida” y qué mejor recompensa para esa sacrificada madre, para Sara, que, desde sus once años, haya dedicado su vida a servirte y a hacerlo con orgullo, con la cabeza bien alta. Fíjate si siempre ha estado orgulloso de poder Predicar y Predicarnos que hasta lo ha llegado a hacer en una plaza de toros ¡¡qué fuerte!! cientos y cientos de personas allí congregadas y prácticamente ninguna de ellas era creyente y, según tengo entendido, todas esas personas estuvieron en silencio y muy atentas a todo lo que se les estaba hablando y enseñando sobre Tu vida… sólo Tú sabes qué fruto debió salir de aquella siembra, pero estoy segura que fruto lo hubo.

Dice que es un ‘aprendiz de escribidor’ ¡¡madre mía!!! si él es un aprendiz de escribidor yo soy toda una profana de las letras y la verdad es que no sé ni cómo me estoy atreviendo a escribir este ‘Desde mi Despacho’ que a lo mejor deja de serlo pronto porque, igual, cuando lea esto, me rescinde el contrato…

Todos los que le conocemos sabemos de su generoso corazón y también de su generoso ‘bolsillo’ porque teniendo y sin tener, siempre encuentra el modo de ayudar a quien a su puerta llama; si no tiene, lo pide para darlo a otro y si tiene, aunque sea poquito, se queda sin ese poquito para darlo a quien pueda considerar que lo necesita más que él. La verdad, Señor, que nunca he conocido a nadie tan ‘dador’ como él y no hablemos de su entusiasmo por el trabajo, fíjate que hasta una vez, con ayuda de personas amigas e hijas tuyas, compraron un terreno y construyeron algo que lo llaman “Monteluz” y que ahí pueden reunirse en retiros y campamentos, tanto jóvenes, como niños, como personas mayores ¿no es toda una proeza, Señor?. Él es simpático, alegre, cariñoso, ameno, divertido, caballeroso, inteligente, culto, trabajador... aunque te diré que también tiene su genio… a mí me sirve de ejemplo e intento también imitarlo un poquito, aunque ser tan desprendido –en todo- y trabajador como él, es difícil… también sabemos de su pasión por las Misiones. Sabemos de su importante ayuda por su gran carácter pacificador, en algunos años en los que se le pidió aceptara ser el Presidente de la UEBE… Señor, Tú sabes que este hombre es el hombre del ‘sí’ porque todos sabemos que no sabe decir que ‘no’, aunque se esté perjudicando a nivel de salud y él lo sepa. Dice que su vida es del Señor y que sirviéndole a Él es como vivirá siempre hasta que se vaya a Su ‘recaudo’ en el Cielo.

 

Roberto Velert, a la entrada del Seminario.

Bueno, Señor, todo esto es porque quiero darte las gracias con todo mi corazón por ese generoso y merecidísimo (así lo digo porque así lo pienso y lo siento) homenaje que en estos días va a recibir de forma personal y presencial en Toronto, en el “Toronto Baptist Seminary and Bible College”, con su investidura como “Doctor en Divinidades Degree”… gracias, Señor, por darle este premio y dárselo en vida, porque de no ser en vida ¿de qué sirve el reconocimiento?. Felicito al ‘Senado Académico, Facultad y Comisión Administrativa’ por su genial, justa y bien merecida decisión de reconocer a nuestro Pastor, Roberto Velert Chisbert, como Doctor en Divinidades…

Perdóname, Señor, si en algo me he pasado, si mi posible orgullo, cariño y admiración por mi Pastor, ha hecho que lo haya ‘ensalzado’ más de la cuenta, aunque creo que no, pero… soy humana y errores cometo muchos. Mi única intención con estas líneas ha sido darte las gracias por haberle dado estos momentos de felicidad que seguro estará sintiendo y por este reconocimiento por su gran trayectoria, dedicación y trabajo que, como hijo Tuyo, lleva a cabo lo mejor que puede y sabe. Intenta ser un buen hijo de Dios ¿lo consigue?, sólo Tú lo sabes. Gracias, Padre, por haberme atendido en estos momentos de soledad y tranquilidad Desde mi Despacho.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Desde el corazón - Dando un repaso… haciendo memoria