El fútbol: la religión del siglo XXI

Las masas, al no encontrar en la política y en la religión un punto de apoyo a sus propias inseguridades, ahora se vuelcan a los estadios.

25 DE MARZO DE 2017 · 20:00

,fútbol, religión

Manuel Mandianes es un antropólogo y teólogo español que gusta bajar de vez en cuando desde su torre de marfil para ver cómo va el mundo por el estado llano.

Hace poco escribió un ensayo sobre las actuales tendencias multitudinarias al que tituló “El fútbol: la religión del siglo XXI”. Las masas, al no encontrar en la política y en la religión un punto de apoyo a sus propias inseguridades, ahora se vuelcan a los estadios.

No deja de llamarnos la atención este fenómeno, que puede describirse como un retorno a las individualidades en lo que se refiere a la relación Dios-hombre.

Hasta hace unos pocos años eran frecuentes las campañas evangelizadoras de líderes cristianos que se hicieron de un nombre precisamente por llenar estadios y contar por cientos los “convertidos”. Eso parece haber entrado en una moratoria a la que por ahora no se le ve fin.

El fenómeno nos lleva a pensar en la forma en que Dios se relacionaba con su pueblo en el Antiguo Testamento. Y en la forma en que esa relación comienza a darse con Jesús.

Antes de Cristo, Dios se entendía con su pueblo a través de profetas, sacerdotes y modalidades litúrgicas establecidas por él mismo. Entonces, bastaba que la clase sacerdotal ofreciera sacrificios aceptables por Dios para que la relación con el pueblo se afianzara.

Con Jesús, se termina este tipo de relación y se inaugura la que rige hasta el día de hoy: Dios-individuo.

Hoy por hoy, la relación es Dios-yo; Dios-tú. No se requiere de un sistema pre elaborado por el hombre para que usted y yo entremos en una relación íntima con Dios. Este cambio en la tendencia de la sociedad humana viene a explicar, de alguna manera,  la concurrencia fervorosa y casi desesperada de la gente a los estadios.

El refugio de las masas ya no está en las grandes concentraciones religiosas; el refugio para el individuo está en una relación personal con Dios.

«Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más».

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - El escribidor - El fútbol: la religión del siglo XXI