En Argelia, los cristianos resisten al péndulo del régimen

Las iglesias oran para que las tensiones provocadas por el aplazamiento de las elecciones desemboquen en una transición pacífica en el poder.

Jonatán Soriano

ARGEL · 18 DE MARZO DE 2019 · 13:00

Los jóvenes han sido uno de los mayores factores de oposición en las manifestaciones contra Bouteflika este año. / Wikimedia Commons,
Los jóvenes han sido uno de los mayores factores de oposición en las manifestaciones contra Bouteflika este año. / Wikimedia Commons

Para Abdelaziz Bouteflika, veinte años al frente de la presidencia de Argelia no son suficientes. El amago del octogenario presidente, de presentarse a las elecciones que estaban previstas para el 18 de abril, optando al que sería su quinto mandato, exasperó a la población. El resultado, protestas y manifestaciones cada semana, desde hace meses, pero que se han intensificado desde febrero, a raíz de una nueva hospitalización de Bouteflika en Ginebra. 

Ahora, el mandatario, muy mermado de salud, ha renunciado en una carta a una nueva candidatura, pero también ha aplazado los comicios. Hecho que ha generado una nueva oleada de protestas en el país. “Los críticos lo llaman el ‘presidente fantasma’ y cuestionan quién está gobernando realmente el país”, puede leerse en un informe de Puertas Abiertas. A pesar de una endeble salud y de la edad, Bouteflika sigue contando con popularidad en Argelia ante una oposición dividida y “por su papel en el final de la Guerra Civil (1991-2002), al dar amnistía a antiguos combatientes islamistas”, dice el documento. 

Tras ascender a la presidencia en 1999, Bouteflika ha ido superando los diferentes procesos electorales sin dificultad, al amparo del Frente Nacional de Liberación, el partido que gobierna desde la independencia, en 1962. Tras la cancelación de las elecciones y la dimisión del primer ministro, Ahmed Ouyahia, el presidente ha prometido un proceso de transición en el que se celebrará una conferencia nacional cuya finalidad es acabar redactando una nueva Constitución antes de que acabe el año. Sólo a partir de entonces, Bouteflika está dispuesto a hablar de un nuevo gobierno y de relevo.

 

ARGELIA, UNA IGLESIA CRECIENDO EN LA PERSECUCIÓN

Desde Puertas Abiertas aseguran que en Argelia hay entre 30.000 y 35.000 cristianos protestantes “de primera generación de origen musulmán”, además de cristianos católicos, que son principalmente extranjeros. La mayoría son miembros de iglesias pertenecientes a la Iglesia Protestante de Argelia (EPA, por sus siglas en francés). “Pero, según fuentes del país, el número de creyentes en secreto o aislados podría ser de entre otras 30.000 y 35.000 personas”, se añade en el informe de la organización. 

Tanto voces internas del mismo país, y entidades externas, como Puertas Abiertas, han denunciado un recrudecimiento de la persecución contra las minorías religiosas en Argelia a partir de 2006, cuando el gobierno aprobó una ley para regular los códigos y prácticas de cualquier colectivo religioso, a excepción del islam, que es la religión oficial del Estado según el artículo 2 de la Constitución. “Esperamos que la ley de 2006 se revoque después de las elecciones”, dice un cristiano citado en el informe de Puertas Abiertas.

En la Lista Mundial de Persecución de este año Argelia figura en el puesto 22, mientras que en la edición anterior aparecía en el 42. En los últimos años, la iglesia en Argelia ha afrontado el cierre de locales, el interrogatorio de pastores y la detención de miembros. “Hemos visto cómo la presión ha crecido en los últimos años. Todavía hay iglesias cerradas en la región de Cabilia”, dice la fuente consultada por Puertas Abiertas. 

 

Bouteflika pasando revista a las filas del ejército en 2009. En los últimos años sus apariciones públicas han sido contadas. / Wikimedia Commons

“Hemos tenido este gobierno desde 1962”, dice otra voz añadida en el informe sobre el Frente Nacional de Liberación, “y están dispuestos a hacer cualquier cosa para permanecer en el poder. Creo que los cristianos temen una posible reacción del gobierno. Hasta ahora han sufrido mucha persecución y seguro que están asustados. Pero también hay otros que tienen el coraje de levantarse y declarar su fe en Cristo”, remarca.

 

ORANDO POR UNAS ELECCIONES SIN FECHA

A falta de ver en qué se traduce el proceso de transición en el poder abierto por Bouteflika, y especialmente el redactado de la nueva Constitución, los cristianos siguen manteniendo esperanza en el cambio de la situación a través de unas elecciones que todavía no tienen fecha. “Desde el principio del año, todas las iglesias han comenzado a orar y ayunar por las elecciones”, dice uno de los cristianos consultados por Puertas Abiertas. 

“La iglesia anima a los cristianos a orar e interceder devotamente por un cambio en todas las esferas de la vida; la política, la economía, y las áreas de la Administración, la justicia y la educación. Esperamos que el Señor intervenga en nuestros país”, explica otra de las voces que aparecen en el informe, aunque reconoce que el resultado de las elecciones será “impredecible”. Y es que, Argelia cuenta con una larga tradición socialista y comunista que se encuentra fragmentada en diversas formaciones en la actualidad, además de un representación islamista fuerte, con amplio apoyo popular.

 

¿NUEVAS POSIBILIDADES LEGALES?

Las elecciones también se observan como una plataforma de cambio de estatus legal para los cristianos, especialmente los protestantes, en Argelia. A pesar de que el artículo 42 de la Constitución dice que “la libertad de conciencia y de opinión es inviolable”, la ley de 2006 exige, en su artículo 5, la aprobación previa de la comisión nacional de los edificios donde se celebran cultos, y prohíbe cualquier tipo de acto que tenga lugar en espacios que no cuentan con ese permiso. 

Además, castiga la evangelización, es decir, persuadir a musulmanes a que cambien de religión. De hecho, a finales de diciembre de 2018, cuatro cristianos fueron acusados de proselitismo y sentenciados a penas de entre dos y cinco años de prisión y a multas que van desde el medio millón hasta el millón de dinares, entre 4.350 y 8.700 dólares.

También desde 2012 la EPA no está reconocida como entidad religiosa por la Administración argelina, después de perder y recuperar su estatus legal en varias ocasiones desde su fundación, en 1972, según el ritmo pendular marcado por el régimen. La entidad abarca iglesias en 46 localidades en el país, “sobre todo en la región norte”, según el documento de Puertas Abiertas. 

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