Evangélicos dan refugio a cristianos coptos perseguidos

Unos 400 cristianos coptos del norte de Egipto han huido esta semana de sus hogares ante los ataques y amenazas de grupos yihadistas islámicos vinculados al Estado Islámico (Daesh). Muchos se han refugiado en la iglesia evangélica de Ismailía, en el Canal de Suez.

En las últimas semanas se han producido varios asesinatos de cristianos coptos por parte de presuntos militantes islámicos. La iglesia copta condenó los ataques, considerando que buscan “dividir” a los egipcios y fomentar el enfrentamiento.

Recientemente los militantes islámicos, que se vinculan al Daesh, lanzaron un nuevo vídeo con amenazas hacia los cristianos, expresando su intención de exterminarlos. Los coptos - que representan alrededor del 10% de los 90 millones de habitantes del país - han sido a menudo el blanco de los islamistas.

La mayoría de los ataques militantes islámicos de los últimos años se han centrado en la península del Sinaí, donde está activo un grupo yihadista vinculado al Daesh, pero la capital de El Cairo también ha sufrido una serie de ataques en los últimos dos años.

HUIR DEL TERROR

Cerca de 400 cristianos con sus pertenencias estaban en la iglesia evangélica de Ismailía, dijo el viernes el diácono Nabil Shukrallah. “Han venido corriendo con sus hijos, es una situación muy difícil”, dijo a la agencia de noticias AFP.

Shukrallah ha comentado, según informa la agencia Efe, que los coptos desplazados han sido distribuidos en casas de acogida y a un campamento en la provincia. Los desplazados está recibiendo asistencia de la iglesia local y de otras comunidades de fieles, así como de ciudadanos individuales y del Gobierno egipcio, tal y como ha anunciado este último.

Los refugiados dicen que ahora estaban “asustados de nuestras sombras”, agregando que “están siendo atacados de una manera terrible”.

Muchos de ellos eran de la ciudad de El-Arish, donde al menos siete cristianos han sido asesinados en los últimos días.

Egipto ha visto una ola de ataques de militantes desde 2013, cuando los militares derrocaron al presidente Mohammed Morsi, líder electo miembro de los Hermanos Musulmanes, y lanzaron una campaña contra los islamistas.

Algunos de los partidarios de Morsi culparon a los cristianos por apoyar el derrocamiento. En diciembre, una explosión en la catedral copta cristiana mató al menos a 25 personas.