Parlamento catalán aprueba ley que protegerá a homosexuales

El pleno del Parlament de Catalunya aprobó este jueves por la mañana la "Ley de derechos de las personas gais, lesbianas, bisexuales y transexuales, y para la erradicación de la homofobia, la lesbofobia y la transfobia".

La Alianza Evangélica Española (AEE) publicó recientemente un análisis del texto, considerando que daba derechos especiales a las personas LGTB y podía llevar a una reducción de la libertad de expresión. 

La norma salió adelante con 112 votos a favor y 18 en contra. Recibió el apoyo de ERC, PSC, ICV-EUiA y la CUP (los impulsores), además de Convergència y Ciutadans. Unió finalmente también apoyó el texto, aunque con reticencias, mientras que sólo el PP votó "no" en la votación final.

La ley alude a todos los ámbitos de la sociedad, desde el laboral al sanitario, e incluye un elemento clave y muy discutido: un régimen sancionador. Se definen infracciones leves, graves y muy graves, sancionadas económicamente, con la inhabilitación de actividad y con el veto a poder recibir ayudas públicas.

Ante una tribuna llena de invitados que forman parte del mundo LGTB en Cataluña, el líder del PSC Miquel Iceta, dijo: "A veces la vida política nos concede días de gloria, con la aprobación de leyes que permiten hacer una sociedad más libre e igualitaria". Y añadió que la nueva norma "tiene un fondo emocional personal mu especial. Siento rabia cuando oigo a alguien decir que esta ley no hacía falta, después años de discriminación". 

Convergència también mostró su "satisfacción", mediante la diputada Violant Cervera, que opinó: "Seremos un país normal cuando respetemos el valor por la diversidad sexual".

Por parte de IC-V, el diputado David Companyon expresó: "Es un día histórico, aunque llega unos cuantos años tarde; hay gente que todavía no sabe que la homosexualidad no es una enfermedad; sí lo es la homofobia".

PP Y UNIÓ CREEN QUE DA PRIVILEGIOS

Pese a que el líder de Unió, Josep Antonio Duran Lleida, se lamentaba hace unos días en su carta semanal porque su partido no había presentado un enmienda a la totalidad de la ley, su grupo terminó dando su "sí" en la votación final de hoy. Previamente habían votado en contra de 3 puntos: la regulación de las sanciones, la previsión de que se difunda entre los escolares información sobre el colectivo LGTB y el hecho de que alguien acusado de conductas homófobas tenga que demostrar su inocencia, en lugar de que deba probarse su culpabilidad (todo ello finalmente sí formará parte de la ley). Durán había asegurado que la ley tenía más de "promoción" que de lucha contra la discriminación.

El PP ha votado en contra, entre otras cosas, por considerar inaceptable el régimen sancionador que acompaña a la ley. Dolors Álvarez, diputada popular, opinaba que "es una ley subjetiva, que pone en el mismo saco realidades totalmente diferentes. Nuestra voluntad es garantizar los derechos de todo el mundo y evitar cualquier tipo de discriminación, pero no creemos necesaria esta ley".

AEE, MUY PREOCUPADA 

En un comunicado en el que analizaba la ley, la Alianza Evangélica Española ya se motró muy preocupada por una ley que “concede a una minoría un control político antidemocrático que sólo se puede explicar por la presión política del lobby LGBT”. 

Tras analizar el proyecto de Ley que se discutía en el Parlament en los días previos, se observaba que la ley ahora aprobada presenta un refuerzo del ideario LGBT en la educación, que en opinión de la AEE supone un “adoctrinamiento en una forma específica de entender la sexualidad”, con una “una inaceptable intromisión de la ideología en la Universidad”.

Una interferencia que “raya el ridículo cuando alcanza a las competiciones deportivas” o exige publicaciones con contenido LGBT en bibliotecas públicas, “lo que no es compatible con la imparcialidad ideológica en la selección de textos para entidades públicas”.

La AEE consideraba también esta ley da “un trato privilegiado para los LGBT en la contratación pública y privada (...) lo que es no sólo antidemocrático, sino hiriente en el entorno laboral actual”.

Impide además que las empresas tengan libertad “en la contratación de personal y adjudicación de responsabilidades”; y en el ámbito público “exige a los funcionarios una formación específica para su trato con los LGBT como si de personas especiales se tratase”.

RIESGOS PARA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

La ley establece asimismo medidas coercitivas sobre los medios de comunicación y la expresión pública de ideas. Unas medidas que van de la “recomendación” para el fomento de temáticas LGBT hasta “un seguimiento específico propio de la censura política. Será perseguido manifestar en los medios que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer o que la Biblia condena la homosexualidad. Amenaza así la independencia de los medios y la libertad de prensa”.

El texto que se aprobó hoy en el Parlament “confunde", según la AEE, "respeto a las personas con respeto a la libertad de expresión y coarta la libre concurrencia de ideas”. Para la AEE “se debe exigir respeto a las personas, y con la misma firmeza respeto a la libertad de opinión y a su expresión pública; la administración debe abstenerse de penalizar esta, no debe ser salvaguarda de unos posicionamientos ideológicos frente a otros, pues retornaríamos a la unión del trono con el altar”. 

El hecho de que se proponga “penalizar los mensajes subliminales o el 'comportamiento verbal que denote homofobia', sin definir una cosa ni otra” generaría “inestabilidad jurídica”, dice la Alianza Evangélica. 

Puede leer aquí la noticia que resume la posición de la AEE ante la ley.

Puede descrgar aquí el PDF del análisis completo publicado por la AEE.