Funeral de Estado en España: el altar gobierna sobre el trono
Un acto de Estado monopolizado por una jerarquía religiosa que sólo ha permitido que a su orilla lleguen las pateras de protestantes, judíos y musulmanes para participar en el apéndice de su gran misa funeral
28 DE ABRIL DE 2015 · 19:00
Ha pasado el llamado funeral de Estado por las víctimas de la tragedia aérea de los Alpes. Muchas voces de entidades y personas evangélicas representativas se han posicionado en contra de este acto de Estado monopolizado por una sola confesión religiosa, que sólo ha permitido que a su orilla (como los inmigrantes del Mediterráneo) lleguen las pateras de protestantes judíos y musulmanes, para permitirles participar en el apéndice o epílogo de la gran misa funeral oficiada por el cardenal Lluis Martínez Sistach.
Desde el Gobierno y la Generalitat se comenta que se presionó para que el acto fuera interconfesional, como ocurrió en Alemania en el acto paralelo por la catástrofe aérea de Germanwings.
Pero, dicen, la Iglesia católica no se plegó a esta petición.
La gran pregunta sin embargo es, ¿quién organiza los funerales de Estado en España?
No se trata de que un acto católico se convierta en multiconfesional. La Iglesia católica (como cualquier otra confesión) está en su total derecho de organizar los funerales que quiera dentro del marco legal como y donde considere conveniente.
La cuestión es por qué el Estado hace dejación de funciones y permite que otra entidad (en este caso religiosa, católica y romana) sea la que prepare y decida cómo realizar un acto de Estado. ¿Quién gobierna en España, el trono o el altar?
Es tan sencillo como que la Generalitat en este caso, el Gobierno de España en otros, sea quien tome la iniciativa de gestionar el contenido y protocolo de un evento que es de su única competencia.
A nadie se le pasaría por la cabeza que sea la Iglesia católica y en una misa quien organice cualquier otro acto oficial de Estado.
Entonces, ¿por qué se delega en una entidad religiosa concreta este funeral de Estado, máxime cuando se está pisando un tema tan sensible como las creencias de fallecidos y familiares, que por simple estadística en un gran número no “comulgan” con el catolicismo?
La Iglesia católica española elige la fe de los recién nacidos por ellos, asume los muertos como suyos, y gobierna sobre los vivos y se sigue aupando por encima de la democracia.
Ver de nuevo a reyes y gobernantes asistiendo sumisos al dominio sobre vivos y muertos de la jerarquía católica española es toda una imagen de quién sigue controlando el poder en esta nación en la que (hay que recordarlo) todos han sido a la fuerza reyes católicos, y el alcalde que no va a la procesión de su pueblo pierde las elecciones.
En este país el altar sigue imponiendo su poder al trono y al Congreso, pese a quien le pese, y gobierne el partido que gobierne. Y así nos va.
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