Contra los ricos opresores

Para el magistrado Fernando Andreu los expresidentes de Caja Madrid y Bankia, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, respectivamente, perpetraron el saqueo de estas entidades al «consentir, aceptar y propiciar» un gasto de 15,5 millones de euros en tarjetas b desde el 2003 hasta el 2012.

Es sólo el iceberg de una trama de dinero negro que supone sobresueldos no declarados, gastos personales y dinero al contado sacado a espuertas, que implicaba a los expresidentes pero también a diversos altos cargos, como gran parte de los Consejeros de la entidad.

Esto coincidió en su etapa final en plena crisis con el estallido en las actividades de Caja Madrid - Bankia del “timo” de la venta engañosa de preferentes, la reclamación de hipotecas impagadas a personas que perdían sus empleos, y la cínica llamada a la austeridad de los ciudadanos por parte de los mismos que se estaban lucrando y malgastando dinero de esos mismos ciudadanos a manos llenas.

Se nos ocurre que sin embargo hay algo en lo que pocos han entrado, y es la avaricia de estas situaciones (y muchas otras similares) que supone que quienes ya mucho (muchísimo) tenían estaban “enganchados” a la droga del dinero, cumpliendo la formación bíblica de que el amor al dinero es el principio de todos los males (1ª Timoteo 6:10).

Pero si esto ocurrió de forma tan opaca a lo legal como evidente en la vida real, es porque los grandes partidos políticos implicados, principales sindicatos, instituciones supervisoras, periodistas y un largo etcétera no quisieron verlo o miraron para otro lado. ¿Por qué? Sólo se nos ocurre que o bien porque de una forma u otra participaban, o bien porque a su vez temían “levantar la liebre” por miedo a las consecuencias.

Semejante ejercicio de codicia, corrupción, cinismo, hipocresía y falta absoluta de conciencia ha revuelto a la opinión pública de forma que es fácil entender. Ha creado además una desconfianza difícilmente recuperable en las instituciones y cargos públicos.

Dicho sea de paso, esta avaricia la Biblia la condena de forma tan enfática como las inmoralidades y los pecados sexuales más condenables, como nos recuerda magistralmente Juan Stam en su artículo Los avaros no heredarán el Reino de Dios.

Es más, para quienes defienden a la familia y la vida, esta avaricia social ha destruido familias, deteriorado la salud y la vida de las personas y condenado al hambre a niños en situación precaria. Los miles de millones que han robado los avaros españoles hubieran evitado despidos, mejorado la sanidad, y suplido situaciones de auténtica penuria.

El título de este Editorial no está sacado de ningún ideario político, ni es un panfleto ideológico social. Es un capítulo de la Biblia. Y no del Antiguo Testamento (que sería igual de válido) sino de la carta de Santiago, como parte del anuncio del Evangelio en el Nuevo Testamento.

No estaría de más predicar sobre este texto.

CONTRA LOS RICOS OPRESORES

Carta de Santiago (5:1-4)

!Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros. He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.