Serie de TV ‘La Biblia’: lea el Libro

Sin duda tiene y tendrá muchos detractores la serie sobre la Biblia que acaba de ser proyectada en España y Estados Unidos (además de otros países). Es más, es cierto que para la expectativa levantada y el dinero invertido (muchos millones de dólares) se le pueden hacer muchas objeciones. Desde los escenarios, especialmente del Antiguo Testamento, pasando por los trajes e imagen de algunos personajes (seguro que para muchos será inolvidable el Sansón ‘rastafari´), hasta la voz continua en off que intenta hilar la larga historia a toda velocidad y dando saltos en el relato que rompen la agilidad de la trama. También los efectos especiales -a veces propio de épocas pasadas- e incluso la falta de saber transmitir con la esperada claridad el plan de Dios en el relato de Génesis a Malaquías (nos ha parecido especialmente poco adecuado el uso de la violencia). Sin embargo, queremos defender y agradecer no sólo el esfuerzo, sino el efecto final de la serie. Por una parte, en nuestra sociedad en la que la Biblia fuera del cristianismo (y a veces dentro de él) ha perdido relevancia, ha logrado que los ojos se vuelvan a la Palabra revelada como nunca lo habían hecho en los últimos años. Sin olvidar que, a pesar de los pesares, ha sabido superar en audiencia a los programas vacuos, absurdos y triviales de la televisión actual. Pero lo que mejor sabor de boca nos ha dejado es la parte final de los Evangelios, en su último capítulo. Sin caer en el “gore” de Mel Gibson ha reflejado bien la tortura del juicio y crucifixión. Y a pesar de un guión caótico en cuanto a orden, licencias, entremezclando tiempos, también ha aportado algo que en “La pasión” de Mel Gibson quedó casi oculto: el mensaje espiritual del perdón, el juicio y la Gracia a través de Jesús; consiguiendo un hilo argumental creíble en aquellos aspectos que la Biblia deja sin rellenar. Incluso durante los momentos de la crucifixión los flashes de paralelismo entre los religiosos que adoraban según la Ley en el Templo y el verdadero Cordero crucificado en la cruz que trae un nuevo pacto, son de un impacto y plasticidad tremendos, con la escena final de la muerte de Jesús y el terremoto con el velo del Lugar Santo desgarrándose. Los cristianos, conocedores del Evangelio, podremos decir como ocurre con toda gran obra literaria que ha sido llevada al cine: “Me gustó más el libro”. Pero también como en estos casos, muchos que no tienen mayor interés y nunca lo habrían leído han podido tener lo esencial del mensaje de la persona de Jesús, de su mensaje, de su vida y de su obra. Un trabajo claramente mejorable, con errores (algunos de bulto) como contiene todo lo que hacemos los creyentes y no creyentes. Pero démosle el reconocimiento de haberlo intentado, y el habernos regalado un resultado digno y que ha querido acercarse y transmitir lo central de la Biblia. Por cierto, precioso (y poco común verlo en pantalla) el momento de Pentecostés, donde las diferentes lenguas sacan de la confusión de Babel a la unidad de la alabanza a Dios. Aunque, desde luego, es todo más que nunca una opinión. Sobre gustos, y más en una serie de televisión, no hay nada escrito. Pero, en cualquier caso, les recomendamos a todos leer el Libro.