La molécula K

Por fin la sociedad vivió como nunca antes, en paz y seguridad.

19 DE JULIO DE 2019 · 07:10

La molécula K actuaba eliminando cualquier pensamiento erróneo de cualquier sujeto. / Foto: Pixabay.,
La molécula K actuaba eliminando cualquier pensamiento erróneo de cualquier sujeto. / Foto: Pixabay.

En el clímax de los tiempos el problema de la educación y normalización social por fin se resolvió de modo eficaz.

Todos los seres díscolos, los delincuentes, los diferentes, los inadaptados, los raros, los homosexuales, los fanáticos… todos desaparecieron gracias a la molécula K.

Dio lugar a una generación uniforme, predecible y sin variaciones, controlada por el poder hasta el más nimio de sus movimientos.

Por supuesto desapareció la delincuencia y toda conducta inesperada o sorpresiva. Ya no había hijos rebeldes, vagos o viciosos.

Ya no había estafadores, ya no se cerraban las casas con cerrojos, el ministerio de justicia cesó, cerraron las escuelas y las prisiones, cerraron las iglesias porque nadie necesitaba cambiar, todos mostraban buena conducta, todos eran buenos.

La milagrosa molécula K sometió a todos a una rectitud puritana jamás antes conocida.

Diluida en todas las aguas potables de consumo doméstico, se consiguió estuviese presente en el organismo de todos los seres humanos.

El modo de actuación de dicha molécula era muy simple. Estando presente en el riego sanguíneo, la química actuaba en el justo momento del inicio de una acción desviada o en el inicio de un pensamiento erróneo de cualquier sujeto.

Automáticamente activaba una forma de punición con efecto lesivo que hacía desistir al individuo.

¡Qué solución tan fácil para un problema tan antiguo como es la educación humana! Un importante descubrimiento, más que el del continente americano.

Eso sí, los drogados se movían arrastrando los pies a modo de zombis, descuidaban el aseo personal, no salían de sus casas, de sus habitaciones ni de sus camas.

También descendió la natalidad gracias a la inapetencia sexual derivada del efecto de la molécula. También acortaba la vida de las gentes en diez o veinte años.

Descendieron también las uniones amorosas gracias al aplanamiento afectivo que producía. Pasaron a trabajar cuatro horas diarias en lugar de ocho por el cansancio. Y en general todos habían perdido la capacidad de disfrutar de la vida.

Todos estaban atemorizados por la molécula correctora, pero eso sí, por fin la sociedad vivió como nunca antes, en paz y seguridad.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Cuentos - La molécula K