Un cielo nuevo y una tierra nueva, de J. Richard Middleton

Mi propósito es clarificar que la escatología del Nuevo Testamento, en lugar de ser un añadido especulativo a la Biblia, es realmente coherente con la teología consistentemente integral de todas las Escrituras y la consecuencia lógica de la misma.

20 DE SEPTIEMBRE DE 2018 · 20:00

Detalle de la portada del libro.,
Detalle de la portada del libro.

Un fragmento de “Un cielo nuevo y una tierra nueva. Regresando a la escatología bíblica”, de J. Richard Middleton (2018, Andamio editorial). Puede saber más sobre el libro aquí.

 

¿Por qué este libro?

Habiendo tenido que explicar este trasfondo de suposición de la redención de la creación en muchos escenarios diferentes y a distintas audiencias, decidí finalmente escribir un artículo que presentase la evidencia bíblica central (tal como yo la entendía) para una comprensión integral de la salvación, centrándose en la escatología. El artículo, titulado “Un cielo nuevo y una tierra nueva”, se publicó en 2006. Poco después de su publicación, Rodney Clapp, entonces editor jefe en Brazos Press/Baker Academic, sugirió que hiciese un libro del mismo. “Ha llegado la hora”, dijo, ante una cena de comida tailandesa picante, “para una declaración de una extensión considerable sobre escatología integral”.

 

J. Richard Middleton.

Mientras que los siglos anteriores han tratado de clarificar temas teológicos como la encarnación, la Trinidad o la justificación por fe, en el siglo XX hemos visto más insistencia que nunca antes en la escatología. No obstante, gran parte de esta reflexión escatológica ha sido confusa e inconclusa, mezclando un estímulo no bíblico a trascender la vida terrenal con la afirmación bíblica de la vida terrenal. Esto es cierto tanto entre los teólogos profesionales como entre los miembros de la iglesia, y también entre cristianos de diferentes tradiciones teológicas.

Así pues, ha llegado la hora de disponer de una escatología cristiana claramente expresada que esté arraigada en la exégesis responsable de las Escrituras y también en armonía con las declaraciones teológicas y las implicaciones éticas de la visión bíblica de la salvación. Esta escatología también deberá ser útil para la iglesia y señalar el camino hacia una vida fiel aquí y ahora.

Este libro es una pequeña contribución para esa escatología. Su propósito principal es clarificar que la escatología del Nuevo Testamento, en lugar de ser un añadido especulativo a la Biblia, es realmente coherente con la teología consistentemente integral de todas las Escrituras y la consecuencia lógica de la misma. Como dice Donald Fairbarn: “El sentido de la escatología reside en la forma en la que da testimonio de la unidad de las Escrituras, de los propósitos de Dios y, en última instancia, de la unidad y la bondad del Dios que adoramos”.

El propósito principal de este libro es esbozar la teología bíblica coherente (que comienza en el Antiguo Testamento) que culmina en la visión escatológica explícita de la redención de la creación en el Nuevo Testamento. Sin embargo, este libro tiene dos propósitos secundarios, que fluyen ambos de su orientación principal. Primero, exploro algunas de las implicaciones éticas de una escatología bíblicamente fundamentada para nuestra vida presente en el mundo de Dios. Y segundo, investigo, al menos de una forma preliminar, lo que ocurrió con la visión bíblica de la redención de la tierra en la historia de la escatología cristiana.

Dado mi deseo de poner a disposición de una amplia audiencia la visión bíblica de la redención de la creación, he intentado escribir un libro accesible para los no especializados en estudios bíblicos, pero sin simplificar nada. A lo largo de los años, me he dado cuenta de que los cristianos laicos pueden ser teológicamente avispados y que los maestros deben respetar la capacidad de sus estudiantes de examinar detenidamente conceptos difíciles.

A la luz de ello, este libro no evita tratar la interpretación de pasajes de las Escrituras (tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo) cuyo sentido se discute a menudo y que, de hecho, se ven afectados por las suposiciones que traemos al texto. He intentado descubrir algunas de estas suposiciones y llevar al lector por un recorrido por las Escrituras (hasta donde sea posible) en términos de su propia visión del mundo (antigua). Al hacerlo, he tratado de evitar exposiciones excesivamente técnicas de los asuntos en cuestión y he querido explicar los temas complejos de forma clara. También he utilizado una variedad de gráficos y diagramas para clarificar algunos de mis análisis, especialmente para ilustrar patrones que pueden discernirse a lo largo de diferentes textos bíblicos.

Aunque he considerado detenidamente muchos puntos de vista alternativos, incluyendo argumentos contrarios a mi propia posición, he omitido frecuentemente hacer referencia a los mismos en mi exposición si he juzgado que lo contrario podía desviar al lector del asunto tratado. Sin embargo, para los interesados en investigar dichos asuntos, he provisto numerosas notas al pie, algunas de las cuales aportan puntos de vista alternativos, más base para mi argumento o recursos para un estudio más exhaustivo.

 

Portada del libro.

El libro contiene doce capítulos y un apéndice. El capítulo 1, “Introducción el problema de la esperanza mística”, expone el problema básico tratado por el libro, primero explicando los errores de la visión cristiana tradicional de cielo como destino final, y después esbozando los orígenes históricos de esta idea del otro mundo en las enseñanzas innovadoras del filósofo griego Platón (427‒347 a.C.). Este análisis histórico continúa en el apéndice, “¿Qué ha pasado con la nueva tierra?”, que examina el grueso de la historia de la iglesia a fin de entender cómo la visión platónica de otro mundo acabó poniendo en peligro la expectativa bíblica de la redención del cosmos. La introducción y el apéndice hacen así las veces de sujetalibros para el contenido principal del estudio.

Los capítulos intermedios se centran en la teología bíblica, primero intentando clarificar cómo basa su escatología explícita la enseñanza coherente de la Biblia, y después explorando algunas de las implicaciones éticas de esta escatología. Esto significa que debemos retrasar nuestro análisis de la expectativa de los “últimos días” en el Nuevo Testamento (lo que la mayoría de los cristianos consideran escatología) con el fin de examinar cómo esta expectativa está profundamente arraigada en la visión general de la Biblia. La escatología del Nuevo Testamento no es una especie de rompecabezas ad hoc de ideas descabelladas agregado al resto de las Escrituras. En su lugar, la escatología del Nuevo Testamento es simplemente la culminación lógica y apropiada de la visión bíblica coherente de la redención, y tiene una importancia vital para la vida cristiana.

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