Creencias erróneas

¡Qué suerte para ellos conocer con antelación aquellas desviaciones de las que si no fuesen advertidos caerían como aves insensatas!

19 DE JULIO DE 2018 · 20:20

Deberíamos consultarlo al monje dominico. / Pixabay.,
Deberíamos consultarlo al monje dominico. / Pixabay.

Los reos del Santo Oficio recibieron con gran entusiasmo la noticia de que les vendría a visitar el inquisidor mayor.

Ya estaban impacientes por asistir a la charla de este afamado presbítero que les pondría al corriente del nuevo catálogo de pecados que la santa institución va engrosando gracias a la observación esmerada de conductas erradas que descubren en sus ejecutados.

¡Qué suerte para ellos conocer con antelación aquellas desviaciones de las que si no fuesen advertidos caerían como aves insensatas!

Creencias erróneas y obesidad fueron los temas tratados por el fiscal ante la ávida escucha de los reos, interesados en conocer los últimos avances represores.

Al acabar, el inquisidor mayor fue invadido a preguntas y consultas de aquellos sencillos herejes, hasta tal punto que con dificultad le dejaron llegar al coche oficial que le esperaba a la puerta y que le conduciría al obispado.

Una vez despedido, los herejes se dedicaron a comentar la bondad del discurso del inquisidor.

— ¡Habéis visto lo grueso que está el inquisidor! Más le valdría aplicarse el cuento y predicar con el ejemplo.

— Pero decir que está obeso, ¿acaso no será otra creencia errónea nuestra? Deberíamos consultarlo al monje dominico.

El monje, que también lucía un tipo de similares características a las del inquisidor mayor, les sacó que toda duda.

— ¡Qué disparate! ¡Son imaginaciones vuestras!, veis cosas donde no las hay. Ya sabéis que son vuestras creencias erróneas las que os mantienen presos y más os vale que no emprendáis nuevas sendas heréticas.

Desde entonces se centraron en purgar sus creencias y dejarse de apreciaciones que no les acarrearían nada bueno.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Cuentos - Creencias erróneas