Un caracol defecando

¿Es que, acaso, la naturaleza piensa? Yo creo que, más bien, alguien diseñó inteligentemente toda la naturaleza.

12 DE MAYO DE 2016 · 19:10

Foto: Antonio Cruz.,
Foto: Antonio Cruz.

Sé que puede resultar repulsivo, e incluso asqueroso, para muchos. De hecho, los biólogos tenemos cierta fama de eso. De manera que, ya de entrada, pido disculpas a las personas sensibles. Y, si son muy escrupulosas, les recomiendo que no vean esta imagen que acabo de tomar.

Se trata, como puede apreciarse, de un caracol realizando sus necesidades biológicas fundamentales. Algunos creen que estos moluscos, como la mayoría de los animales, defecan por el extremo posterior de su cuerpo.

Incluso, cuando los comen, según las costumbres gastronómicas de este país, les eliminan la parte final, más oscura, creyendo que ahí están los residuos intestinales del animal. Sin embargo, esto no es posible, ya que si tuvieran el orificio anal dentro de la concha, los excrementos quedarían en una especie de pozo muerto sin salida al exterior.

En realidad, lo hacen por un canal que se abre cerca de la cabeza, como ilustran suficientemente estas imágenes que acabo de tomar en mi jardín. En la naturaleza, todo está bien pensado hasta en los detalles más nimios y escatológicos.

¿Es que, acaso, la naturaleza piensa? Yo creo que, más bien, alguien diseñó inteligentemente toda la naturaleza. Ese “alguien”, que lo pensó todo al principio, sólo puede ser el Dios creador de que nos habla la Biblia.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Zoé - Un caracol defecando