Una bioética cristiana
Por primera vez, se trataban temas como los principios fundamentales de la bioética y las diversas antropologías del siglo XX, frente a los valores bíblicos acerca de la vida humana.
20 DE FEBRERO DE 2025 · 19:40

“La bioética cristiana muestra abiertamente y sin disimulos sus creencias principales. Se concibe al hombre como ser creado a imagen de Dios y, por tanto, portador de valores eternos, de ahí que toda vida humana posea dignidad y valor en sí misma; el cuerpo es templo de Dios, el sufrimiento no está carente de sentido y la muerte no es el fin absoluto del ser humano.
Estos supuestos son criticados frecuentemente por aquellos que afirman que sus bioéticas son más libres y auténticas ya que están exentas de convicciones previas. Sin embargo, la realidad es que cuando se escarba un poco, cuando se hace un análisis más profundo, se descubre que esto no es cierto. Detrás de tales argumentaciones hay siempre presupuestos evolucionistas, materialistas, utilitaristas o naturalistas.
Entender la bioética laica o secular como la única científica y racional frente a la bioética cristiana, anticientífica e irracional, es caer en un reduccionismo erróneo, en una simplificación injusta y equivocada.”
Este texto aparece en la página 18 de mi libro “Bioética cristiana”, cuya primera edición que fue publicada por Clie en 1999. Hasta ese año, apenas había nada escrito sobre tales asuntos en la literatura evangélica hispana.
Por primera vez, se trataban sistemáticamente, en esta obra de 476 páginas, temas como los principios fundamentales de la bioética (autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia), así como las diversas antropologías del siglo XX (existencialista, estructural, neomarxista, biologista, conductista y cibernética) frente a los valores bíblicos acerca de la vida humana.
En el tercer capítulo, dedicado a la reproducción asistida, se analizaba la inseminación artificial, fecundación “in vitro”, la investigación con embriones humanos, la elección del sexo, fecundación “post mortem”, maternidad de alquiler, clonación humana, etc.
El cuarto capítulo estaba dedicado al crecimiento demográfico de la población humana, mientras que en el quinto se analizaban los aspectos éticos relacionados con el consejo genético y diagnóstico prenatal.
Seguían después capítulos en los que se planteaban asuntos como el aborto, la eugenesia, la manipulación genética y la biotecnología, la eutanasia y otros asuntos éticos relacionados con la salud y la enfermedad, el bioderecho y la ecología o la crisis medioambiental.
La llamativa portada de dicho libro fue dibujada por mi hermano Alfonso y reflejaba cómo la biotecnología humana es capaz de modificar los genomas de las especies.
Esta obra llegó a ser ofrecida como libro de texto y material bibliográfico relevante en algunas universidades católicas y protestantes de Latinoamérica.
Tuvimos que desplazarnos en varias ocasiones a diferentes países para impartir conferencias sobre tales asuntos, en facultades de medicina.
Actualmente, después de un cuarto de siglo, es menester que otras manos jóvenes actualicen muchos de tales temas y traten otros que han surgido después, desde una perspectiva ética cristiana.
Sabemos que el Señor levanta hombres y mujeres en cada generación para llevar a cabo su obra y difundir la cosmovisión cristiana por toda la faz de la tierra.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Zoé - Una bioética cristiana