La puntería del pez arquero

El chorro de agua que lanza el pez arquero a las presas, suele alcanzar de uno a dos metros de distancia y su efectividad es del 90%.

24 DE NOVIEMBRE DE 2022 · 19:20

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Pez arquero lanzando un chorro de agua sobre un pequeño saltamontes. / thejohn1010project.com

Los pequeños peces arquero son formidables cazadores acuáticos que atrapan a sus presas generalmente insectos y arácnidos, por medio de un fino chorro de agua, potente y bien dirigido.

Dicho flujo rectilíneo es emitido con la dirección y el ímpetu necesarios para alcanzar y derribar a la víctima de la rama u hoja donde ésta se encuentra.

Así, al caer al agua, los sorprendidos artrópodos terrestres son inmediatamente tragados por el avispado arquero que nada velozmente para evitar que otros peces le roben la pieza.

¿Cómo logra este pez semejante exhibición de destreza física y puntería, disparando desde dentro del agua a un objetivo aéreo? ¿Quién le ha enseñado a dominar las leyes ópticas de la refracción?

Los peces arquero pertenecen al género Toxotes, término griego con el que se denominaba a los guerreros arqueros de la antigua Grecia.

Se conocen fósiles desde el Terciario y se han descrito unas siete especies vivas que se distribuyen desde la India hasta Filipinas, Australia y la Polinesia.

Habitan en riachuelos o lagunas de agua dulce pero también en las aguas salobres costeras de los manglares.

Poseen un cuerpo comprimido lateralmente que no suele sobrepasar de media los 16 cm de longitud. Aunque algunos ejemplares pueden medir hasta 40 cm. Sus ojos son grandes, así como la boca que es muy protráctil y puede abrirse considerablemente.

El chorro de agua que lanzan a las presas, sacando la boca del agua, suele alcanzar de uno a dos metros de distancia y su efectividad es del 90%.

Esta capacidad de los arqueros para lanzar chorros fuera del agua con tanta precisión se debe a una particular anatomía de su boca y cabeza.

Tienen unos músculos muy desarrollados que permiten que la mandíbula inferior sea muy protráctil y pueda dirigirse hacia adelante.

En el momento del disparo, se forma una especie de cañón interno constituido por la lengua y un surco que recorre longitudinalmente la boca.

Los grandes ojos les permiten una visión en tres dimensiones capaz de calcular con exactitud las distancias, así como el ángulo de refracción entre el agua y el aire. Gracias a estas cualidades anatómicas son capaces de adecuar la presión y velocidad del chorro de agua que emiten al aire.

De la misma manera, pueden usarlo dentro del agua para desenterrar pequeñas presas acuáticas del fondo arenoso e incluso son capaces de saltar fuera del agua para atrapar insectos cercanos como moscas o libélulas.

Una idea muy popular, sobre todo después del entrañable pez cirujano Dory de la famosa película infantil Buscando a Nemo, es la de que los peces no tienen apenas memoria. Sin embargo esto es completamente falso.

La demostración de dicho error viene también de la mano de los peces arquero y otras muchas especies. Se ha podido comprobar que los ejemplares jóvenes e inexpertos de arquero aprenden a mejorar la técnica de caza a lo largo de su vida observando cómo lo hacen los adultos.

Además son capaces de reconocer figuras geométricas e incluso los rostros humanos de sus cuidadores, al ser convenientemente adiestrados.

En ocasiones, cuando éstos se aproximan al acuario, los peces empiezan a escupirles, no porque les desprecien sino porque les relacionan con la hora de la comida.

Un equipo de científicos alemanes demostró que el pez arquero (Toxotes chatareus) es capaz de distinguir más de 40 rostros humanos diferentes. [1]

Esto confirma las impresionantes habilidades de discriminación de imágenes que tiene este pez, que posee sólo un pequeño cerebro carente de neocórtex.

Hasta ahora se pensaba que el reconocimiento facial humano se daba solamente en animales que poseen un neocórtex cerebral desarrollado como los mamíferos y ciertas aves.

Al carecer todos los peces de dicho neocórtex, se creía que no podían reconocer rostros humanos. ¿Por qué iba la evolución a favorecer esta habilidad en unos animales que no tenían contacto con el hombre?

Sin embargo, la evidencia muestra que a pesar de todo sí son capaces de hacerlo y que posiblemente se trata de una habilidad innata.

La puntería del pez arquero

Ejemplos de imágenes de caras representativas de las utilizadas en el Experimento 1 (A) y el Experimento 2 (B). Las imágenes que se muestran son transformaciones en 3D de varias caras para proteger la privacidad de personas específicas. Todas las imágenes de rostros fueron proporcionadas por el Instituto Max-Planck de Cibernética Biológica en Tübingen, Alemania.
 

En fin, estos pequeños peces son animales sorprendentes que indican lo mucho que desconocemos todavía acerca de los seres vivos de la biosfera.

Generalmente la creación se muestra más compleja y sofisticada de lo que se pensaba antes de Darwin.

Y esto no puede deberse a la casualidad de las mutaciones del ADN o a la selección natural azarosa sino a la planificación de un Creador inteligente.

1.  Newport, C., Wallis, G., Reshitnyk, Y. & Siebeck, U. E., 2016, Discrimination of human faces by archerfish (Toxotes chatareus), Scientific Reports, vol. 6, Art. 27523.

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