Los hongos saprófitos

Podría decirse que los hongos saprófitos convierten la muerte en vida y contribuyen a reciclar la materia orgánica de la biosfera.

11 DE AGOSTO DE 2022 · 11:59

Un hongo saprófito./Foto: Antonio Cruz,hongo
Un hongo saprófito./Foto: Antonio Cruz

Las setas y demás hongos que se desarrollan sobre materia orgánica inerte, como puede ser el tronco de un árbol muerto, reciben el nombre de “saprófitos” (del griego σαπρος, saprós, "podrido" y φυτος fitos, "planta"). Como todos los hongos, obtienen los nutrientes y la energía que necesitan para vivir de la materia muerta y no directamente de la luz solar como las plantas verdes. Primero, liberan en ella ciertas enzimas que hacen soluble la madera, o el material que colonizan, para después absorber los productos alimenticios resultantes. Algo parecido a una digestión externa. De manera que la muerte de unos seres supone la vida de otros. Podría decirse que los hongos saprófitos convierten la muerte en vida y contribuyen a reciclar la materia orgánica de la biosfera.

Al descubrir esta blanca seta de la imagen, en el tronco muerto de un árbol que todavía se mantiene erguido, en el patio del IBSTE de Castelldefels, me vinieron a la mente las palabras de Jesús: "El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida" (Jn 5:24). La muerte física del creyente es en realidad el nacimiento a la verdadera vida. Somos como estos pequeños organismos capaces de resurgir desde las entrañas de la muerte a una vida definitiva. Abrigamos la esperanza de que Jesucristo destruya a ese postrer enemigo nuestro, llamado “muerte” (1 Co. 15:26), de la misma manera que lo hizo mediante su milagrosa resurrección.

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