Abolición

30 DE MARZO DE 2014 · 22:00

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Muchos hombres y mujeres valientes ha habido en la historia que lucharon por el fin de la esclavitud, por el fin de una acción que suponía someter a una persona nacida libre bajo el poder déspota de su comprador, una acción que se ha servido de muchas vidas, de mucha sangre y de mucho dolor y tristeza, una acción corrupta y egoísta. Desde tiempos inmemoriados la esclavitud ha estado presente, es verdad que ha habido una mejora impresionante en derechos y libertades, pero no podemos estar parados; los actos de valentía de los abolicionistas del pasado no servirán de nada sino proseguimos con su legado: Abolir totalmente la esclavitud. La historia nos hace reconocer que en la base de todo proceso abolicionista (y libertador en general) hay un trasfondo y una influencia del cristianismo; guste o no, los principios que Jesús nos dejó, que fueron libertad, caridad y amor por los demás, son los principios básicos de toda acción que vaya en contra de la esclavitud, opresión y violencia entre las personas; Él mismo los llevó a la práctica dando su vida para que todos tuviéramos la libre elección de estar o no en libertad junto a Él. Los abolicionistas, influidos por ese amor y compasión de Jesús, se armaron de valentía, lucharon, tuvieron empatía, sentimiento, caridad y amor por los débiles. Gente como Fray Antonio de Montesinos, Wilberforce, Benezet, Rush, pasando por Abraham Lincoln y llegando a Lutherking; todos y cada uno de ellos con un corazón al servicio de los demás, al servicio de los débiles y de los sometidos y sobre todo, un corazón consagrado a Dios. Personas que en muchos casos fueron asesinadas por defender unas ideas de justicia, libertad y armonía entre la creación de la divina Providencia. Creo que siempre que nos refiramos a libertad, justicia, igualdad… tenemos que ser honestos y saber que esto no es invención de las personas sino de su Creador; que nos dio estas ideas para implantarlas en una sociedad cada vez más corrompida por el egoísmo, afán y ambición del hombre. Hoy en día, nos empeñamos en querer sacar la religión y la moral de la sociedad, nos obcecamos cada vez más en ver la Fe cristiana como una Fe opresora, cuando somos conscientes que personas creyentes, con amor y empatía hacia los demás, hombres y mujeres de Fe, han conseguido verdaderos avances tanto sociales como económicos y políticos, gracias a esos principios mantenidos y propugnados por la Fe; por la Fe en Jesús. “Los hombres de Estado pueden planear y especular a favor de la libertad, pero sólo la Moralidad y la Religión pueden establecer los principios sobre los cuales la libertad puede permanecer firme” John Adams.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Magacin - <em>Abolici&oacute;n</em>