El Evangelio del último vuelo
Este fin de semana viajé en avión. El viernes, viaje de ida: Barcelona - Madrid - Almería. En la escala en el aeropuerto de Barajas vi a Melanie Olivares (actriz que interpreta el papel de una prostituta en la serie Aida). No sólo la vi. Se sentó a mi lado mientras esperábamos para embarcar y viajó en el mismo vuelo que yo. De las primeras cosas que pensé fue: ¿Quién le predica el evangelio a estas personas? ¿Con cuántos cristianos se van a encontrar a lo largo de sus vidas? Pero simplemente no
02 DE JUNIO DE 2007 · 22:00
El domingo, viaje de regreso: Almería - Madrid - Barcelona. En la escala en el aeropuerto de Barajas vi a todos los jugadores del equipo de fútbol del Mallorca. No sólo los vi. Pasaron por mi lado a un ritmo suficientemente lento y sin nadie a su alrededor pidiendo autografos, ni cámaras, ni reporteros... De nuevo: ¿quién le predica el evangelio a estas personas? ¿Con cuántos cristianos se van a encontrar a lo largo de sus vidas? Pero simplemente no pasé a la acción. Decidí amarme más a mí y no les predique el evangelio.
Minutos después, vi a Roberto Dueñas (ex-jugador de baloncesto del Barcelona, jugador de la selección española y también de la Penya, el Joventud). Y una vez más: ¿quién le predica el evangelio a estas personas? ¿Con cuántos cristianos se van a encontrar a lo largo de sus vidas? Y adivina... Era mi hora de embarcar y preferí que se perdiera un alma por toda la eternidad que perder un vuelo. Mi vuelo. Pero Dios en su misericordia permitió que el vuelo se retrasara. Así que movido por el Espíritu Santo me acerqué a Roberto Dueñas y esté fue el diálogo:
Yo: - Hola, eres Roberto Dueñas ¿verdad?
Roberto: - Si.
Yo: - Bien, no me conoces de nada, pero yo te he visto jugar. Mi nombre es Jonatan Mira.
Roberto: - ¿Qué tal?
(Estrechamos la mano y se sentó)
Yo: - Bien. Esperando un vuelo. Mira, hay algo que me gustaría decirte, porque no sé cuantas oportunidades vas a tener a lo largo de tu vida de escuchar lo que te voy a decir. Hay un Dios que te ama y que envió a su hijo a morir en una cruz por ti. Él es Jesús y murió por tí, porque te amaba. Y si tú crees en Él y aceptas lo que Él hizo por ti, tendrás vida eterna. Imagino que esto te sonará muy raro. (Se sonrió) Tu sonrisa me confirma que sí. No sé si ya lo habías oído en otra ocasión.
Roberto: - No.
Yo: - Bien, es algo en lo que yo creo y quería compartirlo contigo, porque no sé si ibas a tener más oportunidades de oírlo.
Roberto: - Vale.
Yo: - Gracias por tu atención y que tengas un buen vuelo.
Nos despedimos. Y aunque viajamos en el mismo vuelo, hoy, he venido a trabajar como cada lunes, sabiendo que por la gracia y la misericordia de nuestro Padre, pude hablarle a Roberto. Y Roberto... No sé que habrá hecho. No sé que habrá pensado. No sé qué tipo de tierra es.
Pero si sé que la gracia de Dios ha llegado a su vida. Sé que me gustaría que te presentaras conmigo delante del trono de Dios y juntos pidiéramos por esta alma. Oremos para que el Espíritu de Dios lo inquiete, lo atraiga al Padre con cuerdas de amor.
Oremos para que su nombre no sólo conste en la lista de la Selección Nacional de baloncesto, sino para que su nombre esté inscrito en el libro de la vida.
Muchas gracias, te necesito en oración. Dios te bendiga.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - X-tremo joven - El Evangelio del último vuelo