Llámame que no tengo saldo

En esta mañana, a raíz de la frase que en otras ocasiones he oído y yo mismo he pronunciado: "ya no puedo más", "yo tiro la toalla", me he acordado de ella. Era una promoción que consistía en mandar un sms que ponía: "Llámame que no tengo saldo". Esto provocaba que, en determinadas circunstancias, cuando el saldo de tu móvil se había agotado, pudieras avisar a cualquiera de tus contactos de la situación en la que te encontrabas y fueran ellos los que te llamaran. Y me pregunto: ¿El cielo no tendrá una promoción parecida? ¿Acaso, cuando uno de nosotros, hijos de un mismo Padre, se queda sin saldo no puede mandar un sms al cielo, diciendo que el saldo se ha agotado? Cuando nuestros recursos humanos se agotan, cuando nuestras fuerzas desfallecen, cuando nuestra esperanza en nosotros mismos y en aquellos que nos rodean desaparece, cuando así como la mujer que tocó el manto de Jesús para ser sanada gastó todo cuanto tenía en médicos, cuando ya nada hay que nosotros podamos hacer, mandemos un sms al cielo: "Llámame que no tengo saldo" o lo que sería lo mismo: "Padre actua Tú porque yo no puedo". Qué bueno cuando llega ese glorioso momento, porque SU PODER SE PERFECCIONA EN NUESTRA DEBILIDAD. Sé que no es fácil, pero ánimo. En medio de una situación imposible para tí manda un sms al cielo, aprovéchate de esta oferta, y espera, creyendo y confiando, que Dios tiene pensamientos de paz para tu vida, que a tí que amas a Dios todas las cosas ayudan a bien, y que en medio de la prueba se está forjando en tí el carácter de Cristo, está madurando en tí el fruto del Espíritu que es el amor. Un abrazo en Cristo, deseando que Dios bendiga tu vida,