La fidelidad del amigo

El 30 de julio se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Amistad, en honor a ese sentimiento desinteresado que es capaz de unir a personas muy diferentes, romper fronteras, tender lazos de solidaridad. Es tan poderoso por su naturaleza misma de bondad. En el cine y en la literatura abundan las historias de amistad en todo tipo de contextos. Es uno de los sentimientos más hermosos que existen

No es la amistad asunto baladí, ni concepto que pueda renovarse con un mando a distancia entre las manos. Seria es y delicada, quebradiza en ocasiones. Hay que cuidarla  como oro en paño.

En carne propia sabemos que no hay dolor más grande que la pérdida de un ser querido y la ruptura de una amistad consolidada.

No nos acomodemos al buen hacer del amigo, también él espera gestos de cariño de nuestra parte. No abusemos de sus bondades.

Ama al amigo como a ti mismo, no quieras para el amigo lo que no quieres para ti. Dos frases de contenido idéntico en las que debemos afianzar los cimientos amistosos.

¿Qué nos une en amistad?

–Afinidad compartida

–Risas y dolores compartidos

–Complicidad compartida

–Respeto mutuo

–Defensa mutua

–Admiración mutua

–Buena disposición por ambas partes para aceptar errores y pedir perdón.

–Disfrutar con alegría los avances del amigo.

Por supuesto que podemos añadir más conceptos, pues los hay, pero si faltan los mencionados, no hay amistad. Entre todo lo que pueda unirnos nunca ha de estar la lástima. Nadie merece ser amigo por provocar pena. Tampoco se le ofrece al amigo el tiempo que nos sobra, como si de una limosna se tratase. La amistad es grandiosa, suele brotar de manera espontánea, quienes la disfrutan lo saben.

He elegido algunos versículos cargados de enseñanza, que definen la fidelidad. Se encuentra en Eclesiástico 22:19-24

Si se hiere el ojo, brotan lágrimas;
si se hiere el corazón, se hace aparecer los sentimientos.
Si se tiran piedras a los pájaros, salen volando;
si se insulta a un amigo, se destruye la amistad.
Si has sacado la espada contra un amigo,
no pierdas la esperanza: aún puedes envainarla.
Si ofendiste de palabra a un amigo,
no te preocupes: puedes volver a hacer las paces.
Pero insultos, desprecios, descubrir secretos
y herir por la espalda,
son cosas que alejan a cualquier amigo.
Sé fiel al amigo cuando esté en la pobreza,
para que también goces con él cuando esté en la abundancia.
No lo abandones cuando esté en dificultades,
para que compartas con él sus bienes cuando los reciba.
No me avergonzaré de proteger a un amigo,
ni me esconderé de él.

No olvidemos que mujeres y hombres no estamos destinados a vivir en soledad, por eso existe la amistad.