¿Qué hacéis de más?

El cristianismo es sobrenatural o no es nada. Es sobrenatural o es una mera religión. Es sobrenatural o es una «apariencia de piedad».

ESPAÑA · 29 DE SEPTIEMBRE DE 2016 · 03:25

Foto de United Nations Photo,
Foto de United Nations Photo

«Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?» (Mt. 5:47).

El cristianismo es sobrenatural o no es nada. Es sobrenatural o es una mera religión. Es sobrenatural o es una «apariencia de piedad» (2 Ti. 3:5).

Una de las claves de la autenticidad de nuestra fe cristiana es que no tiene explicación según los parámetros sociales o religiosos del mundo a nuestro alrededor. Si nuestra forma de pensar, hablar o actuar es sospechosamente parecida a la de nuestros vecinos no cristianos, deberíamos cuestionar si es genuina o simplemente nominal.

Esto no es una mera opinión: es el desafío que Jesucristo lanzó a sus discípulos diciéndoles que si actuaban como los «gentiles», ¿qué los diferenciaba de ellos? En una de sus cartas a Erasmo, Lutero decía: «Vuestro concepto de Dios es demasiado humano». ¿No podría decir esto Lutero de muchos cristianos en nuestro tiempo? Si nuestro concepto de Dios es demasiado humano, entonces nuestro concepto del cristianismo será demasiado humano.

Las Bienaventuranzas describen perfectamente lo que es el carácter cristiano. Pero aun aquellos que profesan poseer dicho carácter pueden quedarse cortos y caer en una mera profesión de fe sin más consecuencias espirituales.

  • Si reconocemos ser «pobres en espíritu» al tiempo de nuestra conversión, pero posteriormente pensamos: «Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad» (Ap. 3:17), ¿qué hacemos de más?
  • Si lloramos por nuestros pecados delante de Dios, los reconocemos y pedimos misericordia, pero no mostramos esa misma misericordia con nuestros hermanos en la fe (cf. Mt. 18:28), ¿qué hacemos de más?
  • Si somos mansos y humildes el domingo en el culto, pero el resto de la semana actuamos con orgullo y prepotencia, ¿qué hacemos de más?
  • Si tenemos hambre y sed de justicia cuando están en juego nuestros derechos, pero somos indiferentes a las injusticias que sufren otros, ¿qué hacemos de más?
  • Si somos misericordiosos y tolerantes con nuestros amigos, pero implacables con los que no nos caen bien, ¿qué hacemos de más?
  • Si somos escrupulosos en la limpieza de nuestro corazón, pero ello nos lleva pensar «soy más santo que tú» (Is. 65:5), ¿qué hacemos de más?
  • Si somos pacificadores cuando es políticamente correcto serlo, pero miramos para otro lado cuando está en juego nuestra reputación o nuestros intereses, ¿qué hacemos de más?
  • Si soportamos la persecución que proviene del mundo, pero somos intolerantes con nuestros hermanos en la fe que no están de acuerdo con nosotros, ¿qué hacemos de más?

 

«Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. […] pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores» (Stg. 2:1,9).

 

 

Demetrio Cánovas Moreno - Editor jubilado - San Luis de Sabinillas (Málaga)

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - DEMETRIO CÁNOVAS - ¿Qué hacéis de más?