“En mi trabajo todo el mundo sabe que soy cristiano”

La identidad de un creyente en el ambiente laboral se refleja mejor con acciones que con palabras. Así lo cree Stoian Markov, que ejerce funciones de director general y administrador en una empresa internacional de maquinaria pesada.

04 DE OCTUBRE DE 2022
09:45 CEST
Stoian Markov. /GBG,stoian markov
Stoian Markov. /GBG

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Stoian Markov pensó una vez que el evangelio se trataba solo de hablar, sin embargo, con el paso de los años, llegó a la conclusión de que el mensaje de Jesús se comparte mejor cuando el creyente es congruente con sus valores y los practica. Considera que esto genera cierto interés en los demás y luego se propician conversaciones importantes sobre la fe.

Al ser director y administrador en Europa de una compañía turca que fabrica y comercializa maquinaria pesada para la construcción, este hombre de negocios viaja constantemente a diferentes países. Compartió algunas experiencias que lo llevaron a fortalecer sus convicciones.

“En una oportunidad, me tocó abrir una filial en Rusia y externos me proponían ‘métodos semi-legales’ para hacer las cosas. Todo el mundo siempre te dice que hay maneras más fáciles, pero eso va contra mi comprensión; al final se hizo de la forma correcta. Pasó un tiempo y a raíz de un conflicto internacional vinieron múltiples inspecciones en contra de esta empresa. Es una compañía grande y aún así, gracias a Dios, conserva sus valores familiares; al hacer todo bien no hubo consecuencias”, manifestó el profesional con más de 20 de experiencia en dicha empresa.

Markov reside actualmente en Barcelona (España). En su trabajo, es responsable de supervisar a unas 30 personas en diferentes países. Comentó que “en este tipo de labor hay muchas presiones y se toman decisiones importantes. Cuando estoy confundido me pregunto ¿Cómo lo haría Cristo? eso me ayuda a hacer las cosas bien y ahorrarme problemas”, dijo.

Explica que los resultados de la congruencia en el trabajo son positivos. Por varios años frecuentó el ambiente musulmán y en diversas oportunidades logró la apertura de muchas personas para hablarles de su fe.

“Me decían: ‘Eres buena persona, pero te falta algo, ser musulmán’, yo les respondía, ‘bueno, déjame explicarte ahora por qué soy cristiano’. Hay gente que no sabe quién es Jesús y cada oportunidad es buena para compartir el evangelio. En mi trabajo todo el mundo sabe que soy cristiano, no hay nada escondido. Soy respetuoso y no obligo a nadie a escuchar mi postura. Cuando me lo permiten comparto lo que sé”, agregó.

 

“Parecen gente bastante normal”

La fe de Stoian se inicia desde muy pequeño. Nació en el seno de una familia cristiana ortodoxa en la Bulgaria comunista. “En esa época se veía con malos ojos ir a la iglesia, sin embargo, mi madre propició así mi formación, de hecho, fui bautizado a los 7 años de edad y al llegar a la adolescencia empecé a orar por iniciativa propia. A mis 20, cuando termina la dictadura me regalaron mi primera Biblia” narró.

Con el paso de los años Markov comienza su vida laboral en Turquía como ingeniero de proyecto y diseño. Allí conoció a su mujer, que proviene de una familia protestante. Comentó que ambos tenían un interés obvio hacia la fe, pero con puntos de vista distintos a cómo debería ser la iglesia.

“Yo me resistí a estar en una iglesia protestante hasta que llegamos a España. Aquí empezamos a sentir la necesidad de asistir a una congregación; luego de varias discusiones con mi esposa, accedí a ir con ella. Pudimos conocer al pastor y algunas familias de creyentes en Castelldefels y dije: ‘pues mira, parecen gente bastante normal y verdaderamente interesados en Dios.’ Al final acudimos constantemente y nunca más nos separamos”, resaltó.

Stoian explicó que posteriormente decidió bautizarse, “esta vez con conciencia, de alma y corazón. Luego me empecé a involucrar más en las actividades de la iglesia y actualmente soy responsable del equipo de bienvenida”.

 

Llamado a romper moldes

Como representante de una empresa internacional, Stoian Markov ha viajado al Medio Oriente, África, China, Rusia, Latinoamérica, Norteamérica y Europa e interactuado con muchas personas de diferente nacionalidad. “Cuando se enteran que soy cristiano, hay gente que tiene preparada una etiqueta. Según el contexto cultural y geográfico, poseen un molde y te meten allí, un estereotipo erróneo de lo que es ser cristiano”, comentó.

“La sociedad dice, por ejemplo, que ‘si eres cristiano, eres anti ciencia, o si eres cristiano eres machista; una vez me dijeron que si eres cristiano, eres retrógrado. El molde se rompe cuando te conocen, cuando se dan cuenta que eres libre pensador, un buscador de respuestas como ellos, alguien que estudia y sigue a Cristo por convicción y plena conciencia. Cuando eres real en tus acciones, los no creyentes se abren a escuchar más de Jesús”, dijo.

Markov indica que hay maneras fáciles y prácticas de romper esos moldes. “Mi trabajo es ir a determinados lugares y explicar las características de nuestra maquinaria pesada. Le pregunto a los clientes cuales son los argumentos que les impedirían adquirirlas y me preparo para responder; recojo las dudas y creo el antídoto para aclarar interrogantes. Lo mismo pasa con el evangelio. La gente según su contexto tiene objeciones a nuestra fe, pero cada aspecto de esos planteamientos se puede responder”, agregó.

Actualmente Stoian trabaja en la redacción de módulos con el fin de capacitar a los creyentes, sobre todo a los más jóvenes, y prepararlos para hablar a quien les demande sobre la esperanza que hay en Jesús. “Estoy tratando de administrar bien mi tiempo para lograrlo; es un llamado que estoy teniendo”, manifestó.

“La idea es abordar cada argumento contra la fe de la manera correcta. Cuando venían por Cristo, Pedro saca la espada y corta la oreja de un soldado; él tenía buena intención, pero lo hizo de forma indebida. Al final aprendió de Jesús la mansedumbre. Es lo que quiero lograr, poder dar argumentos que sanen y no corten al que escuche”, resaltó.

 

“Para muchos es una carga, pero también una oportunidad”

Stoian también reflexiona sobre lo que significa ser un líder empresarial. “Por suerte o desgracia, mientras más alto sea el cargo, más visibles somos. Esto es bueno porque nos da una oportunidad de ser ejemplo, sin embargo, a veces para muchos es una carga. Al ser un ambiente atractivo, se te invita constantemente a salir de tus principios; es una tierra blanda donde puedes hundirte fácilmente”, confesó.

Describe que ser cristiano implica vulnerabilidad. “Aceptar que podemos fallar en nuestra vida laboral y personal nos da la actitud para enfrentar esos fracasos, asumirlos como lecciones y aprender a fin de ser transformados en mejores personas. Reconocer los errores y pedir perdón de corazón a Cristo y a los que fallamos es la mejor opción. Eso hace mucha falta en esta sociedad, en la iglesia, en la política, en el mundo empresarial, reconocer los errores y asumir las consecuencias”, dijo.

“En mi trabajo todo el mundo sabe que soy cristiano”

Stoian, durante la entrevista para Líderes Empresariales.

Stoian destacó que también se reúne con otros profesionales, empresarios y emprendedores en el grupo Tres‐E (Evangelio, Empresa y Economía), donde se comparten experiencias y consejos para enfrentar los retos en este contexto. “Como seres humanos pudiéramos estar fallando y no verlo, por eso es importante la ayuda de correctores en tu vida que compartan la misma cosmovisión y habiten en ambientes laborales similares a los tuyos”, agregó.

“Mi consejo final sería que intentemos vivir cada día como Cristo para mantenernos en sus principios cueste lo que cueste. Recordar quienes somos en Él y cuál es nuestra meta final nos aligera la carga para poder ser luz y ejemplo en cualquier escenario”, concluyó Stoian Markov.

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