“Si no vemos que el porno es un problema para los adultos, es difícil que se lo limitemos a menores”
El Gobierno ha anunciado que trabaja en una app para limitar el acceso a pornografía, pero los expertos ven muchas lagunas. “Tenemos que hacer un cambio de cultura desde abajo”, explica David Pérez, que lidera un ministerio para liberar a personas de la adicción a la pornografía.
ESPAÑA · 05 DE JULIO DE 2024 · 10:00

El debate sobre el acceso a pornografía ha saltado a los medios y las redes esta semana, tras el anuncio del Gobierno de que prepara una “Cartera Digital” con la que limitaría el acceso a “contenidos pornográficos para adultos” desde cualquier dispositivo a cualquier usuario, permitiendo acceder a estas webs solo a los mayores de edad.
El Gobierno había anunciado hace meses que trabajaba en un plan amplio para atajar lo que el presidente, Pedro Sánchez, describió como una “epidemia”. Para ello, se desarrollaría un plan que implicaría iniciativas educativas y preventivas, pero también herramientas técnicas que limiten el acceso a material pornográfico.
En la actualidad, el acceso a contenidos pornográficos en Internet es inmediato y sin límites. Las páginas web pornográficas -un negocio que mueve millones de euros al año- no requieren de ningún tipo de acreditación que certifique la mayoría de edad de las personas que acceden.
El ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá, ha defendido el plan del Gobierno de introducir una “Cartera Digital” a través de la red social X, donde ha admitido que aún quedan “aspectos por pulir” en el plan, pero que siempre es mejor “empezar por abordar el problema que no hacer nada”.
La presentación de Cartera Digital Beta, la solución para que los menores no accedan a contenidos inadecuados, ha generado un vivo debate social, a veces jocoso, a veces serio. Está muy bien, porque el tema es importante. Veamos algunas de las dudas que veo que se plantean
— José Luis Escrivá (@joseluisescriva) July 3, 2024
¿Un fracaso anunciado?
Algunos expertos en tecnología han advertido de la debilidad de la propuesta del Gobierno, apuntando a distintos aspectos. En primer lugar señalan la dificultad de implementar el sistema de verificación más allá de las páginas web alojadas en España. Otros consideran que el sistema sería demasiado fácil de sortear, o que plantea lagunas de seguridad y trazabilidad de usuarios.
También se plantea un posible efecto aún más nocivo: al impedir el acceso al porno de webs, podría llevar a los adolescentes a buscarlo en otros ámbitos -redes sociales, mensajería directa- con menos control de los contenidos y con una mayor exposición a entornos perjudiciales e incluso delictivos.
David Pérez Aragó es un cristiano que lleva cinco años liderando un ministerio para liberar a personas de la adicción a la pornografía, centrándose principalmente en las iglesias, aunque también con presencia en ámbitos educativos como escuelas o institutos.
En conversación con Protestante Digital, David Pérez señaló algunos de los pros y los contras de esta iniciativa gubernamental.
“Culturalmente se está empezando a ver que el porno es un problema para los menores, al menos. Es una buena noticia”, explica Pérez, para añadir que no deja de ser contradictorio que sin embargo no se plantee ninguna limitación para adultos. “Es como que se considera que hay una idea de un consumo razonable de porno”, apunta Pérez.
Esta idea de que la pornografía “no es tan mala en sí” está muy extendida en nuestra sociedad y procede de la falta de conocimiento sobre el funcionamiento de una industria destructiva en muchos sentidos.
Lo que el porno enseña
En 2020, el II Congreso ‘Pornografía, Infancia y Mujer’ ponía énfasis en que “la pornografía representa una escuela de desigualdad entre mujeres y hombres en el siglo XXI”. “La ‘pornificación’ de la cultura supone una realidad que está transformando el ecosistema mediático que apela directamente al modo de ser de la mujer y de las niñas en nuestros días”, comentaba a Protestante Digital Leticia Porto, directora del congreso.
En adolescentes y adultos, el consumo de pornografía -sobre todo masculino- genera “problemas de relación graves, decepción en las relaciones de pareja porque no existe esa ficción a la que están acostumbrados, personalidades compulsivas incapaces de controlar esos impulsos y que les afectan en cuanto al desarrollo emocional, sensible y afectivo”, decía Porto.
En una entrevista realizada en 2018, el psiquiatra británico Glynn Harrison describía lo que la pornografía implica para las relaciones. “La amplia mayoría de los niños llegan a conocer y experimentar qué es el sexo a través de la pornografía. Y eso es un gran problema”. Este experto señalaba que el porno “juega con el corazón del ser humano y nos atrae a patrones de los que nos cuesta liberarnos”.
David Pérez comentaba cómo vivimos en una era en la que la pornografía es “más accesible que nunca” y eso hace difícil que un niño menor de 12 años no haya estado ya expuesto a este tipo de contenidos. Es por eso que el enfoque no puede ser solo prohibir, sino que la prevención y la educación resultan fundamentales.
“Creo que tenemos que hacer un cambio de cultura desde abajo, pero es complicado, porque si la gente no se da cuenta de que consumir pornografía es malo para todos, será difícil que lo apliquemos a los menores”. De fondo, añade David Pérez, hay “toda una filosofía que nos anima a explorar la propia sexualidad con el placer propio en el centro. Es una cultura subyacente que va más allá de la pornografía y por eso es difícil que podamos llegar a consensos”, concluye.
Porno en las iglesias
Desde OFF! han detectado que en las iglesias, donde hay una moral más clara con respecto a la sexualidad y la pornografía, también hay un problema con el consumo de porno.
De acuerdo a una encuesta realizada hace tres años, uno de cada tres hombres adultos de iglesias evangélicas consumía pornografía al menos una vez por semana. La cifra de mayor consumo estaba en los hombres casados, mayores de 35 años. Detectaron, además, que un tercio del liderazgo de las iglesias consumían pornografía. “Lo que más me preocupó fue saber que una de cada tres personas habían intentado dejar de consumir porno, sin ser capaces de hacerlo”, expone David Pérez.
Desde entonces, OFF! organiza charlas, difunde materiales y también cursos en los que se presentan estrategias con las que poder salir de la adicción a la pornografía, que se aborda también desde un punto de vista espiritual.
A lo largo de los años han ido dando forma a una comunidad evangélica de apoyo. Son personas que han salido de la adicción a la pornografía y que ahora quieren ayudar a otros a experimentar la misma libertad.
“A menudo nos encontramos gente que pide ayuda en su iglesia y oran una vez por ellos, y parece que simplemente se intenta sacar el problema de encima porque no hay peronas preparadas para afrontarlo”, explica David Pérez. Ante esa necesidad es que desarrollaron el curso de prevención y pastoral de la adicción a la pornografía.
Herramientas para “entender, restaurar y prevenir”
El curso, en formato online y con una duración de cuatro semanas, se ofrece a través de la plataforma del Instituto de Formación Familiar (INFFA) y presentará una nueva edición este próximo lunes 8 de julio. “Lo que queremos es cada vez más y más pastores y consejeros tenga un entendimiento de cómo se debe afrontar una problemática así”, explica Pérez. Para este curso, cuenta con la colaboración de psicólogos y pastores de reconocida trayectoria.
“Lo importante es que la gente sepa que es posible vivir sin porno, ser libre de la adicción. Yo fui adicto durante muchos años, y Jesús me liberó. Y por eso es que ahora estoy en esto, porque he visto que hay algo mucho mejor preparado para cada persona en el plan de Dios”, apunta David Pérez.
Para David Pérez, la iglesia puede ser un referente en la lucha contra la pornografía en la sociedad. “Aunque el enemigo ha ganado terreno, el Espíritu está haciendo algo imparable e la iglesia global, y es un privilegio ver cómo Dios está limpiando a su iglesia”.
Si quieres conocer más sobre OFF! puedes visitar su página web o su perfil en Instagram
Por un año más
Puedes encontrar más información en apoya.protestantedigital.com.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Sociedad - “Si no vemos que el porno es un problema para los adultos, es difícil que se lo limitemos a menores”