Jessica Long, medallista paralímpica de oro: “Mi identidad está en Cristo”

La atleta ha conseguido seis metales en Tokio 2020. En total, su medallero incluye 29 galardones y “agradece a Jesús” sus logros en público.

Redacción PD

Evangelical Focus · TOKIO · 06 DE SEPTIEMBRE DE 2021 · 11:35

Jessica Long es la nadadora en activo más condecorada, con 29 medallas. / Twitter Team USA.,
Jessica Long es la nadadora en activo más condecorada, con 29 medallas. / Twitter Team USA.

La nadadora paralímpica estadounidense Jessica Long ha ganado seis medallas en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, la última un oro en la final femenina de 100 metros mariposa S8.

Es su tercer metal dorado en estos Juegos Paralímpicos, después de dos oros más en el combinado individual femenino de 200 m SM8 y el relevo combinado 4x100 m. También ha ganado 2 medallas de plata en los 400 m libres S8 y 100 m braza SB7, y un bronce en los 100 m espalda S8.

A sus 29 años, estos han sido los quintos Juegos Paralímpicos en los que ha participado, convirtiéndose en la nadadora en activo más condecorada, con 29 medallas en total, 16 de las cuales son de oro. Su carrera deportiva comenzó en 2004, a la edad de 12 años, cuando se convirtió en la atleta paralímpica más joven en ganar una medalla de oro.

“No podría hacerlo sin Dios”

Long es muy abierta sobre su fe cristiana en las redes sociales. Después de ganar su cuarta medalla de oro consecutiva de 200 metros combinados individuales SM8 en los Juegos Paralímpicos, la nadadora estadounidense dio las gracias a Jesús por la victoria en su cuenta Instagram.

En una entrevista reciente con CBN News, Long recordó un momento en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, cuando “acababa de ganar cinco oros, la vida era genial, pero se sentía realmente vacía”. “He hecho todo lo que siempre quise hacer en esta carrera de natación. ¿Cómo me siento todavía vacía? ¿Cómo me sigo sintiendo insatisfecha?”, reconocía la nadadora paralímpica.

Luego comenzó un estudio bíblico para mujeres y “no sucedió de la noche a la mañana; pero hubo un momento en 2013 que quise darle a Dios todo mi corazón y no solo una parte de mí”, explicó la deportista en un podcast con Sports Spectrum.

 

 

“Ahora mi identidad está en Cristo. Siento mucha gratitud y amor por todo lo que Dios me ha dado, y realmente espero poder demostrar eso solo con mi carácter, con la forma en que hago las cosas en la piscina. Sé que no podría hacerlo sin Dios. Realmente confío en Él”, ha asegurado Long.

La paranadadora señala que “cuando era niña, era difícil comprender que Dios me iba a usar de esta manera y que la natación eventualmente sería una plataforma para llegar a otras personas a través de mi historia, mi testimonio”.

Un largo viaje

Long nació en Rusia y fue adoptada por una familia estadounidenses de Baltimore, cuando tenía 13 meses. Tenía una enfermedad rara llamada hemimelia fibular, por lo que le amputaron las piernas a los 18 meses para mejorar su movilidad con piernas protésicas. En total, necesitó 25 cirugías.

Comenzó a nadar en la piscina de sus abuelos todos los domingos y se unió al equipo de natación local a la edad de diez años.

Hizo su debut en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004, a los 12 años, y se llevó a casa tres medallas de oro. En China 2008 ganó 4 oros, 1 plata y 1 bronce, mientras que en Londres 2012 fueron 5 oros, 2 platas y 1 bronce. También ganó 1 oro, 3 platas y 2 bronces en Río 2016.

Después de tomarse un tiempo en 2019 para casarse, Long llegó a Tokio 2020 para “usar el talento que Dios le ha dado”. “Dios es suficiente. Solo debes saber que Dios está esperando, esperándote con sus brazos abiertos y para tenerte como parte de su familia”, dice.

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