El Programa Mundial de Alimentos, Premio Nobel de la Paz 2020
La entidad, definida como una versión moderna de los pacificadores que se “pretende promover”, asiste a más de 86 millones de personas en situación de vulnerabilidad alimentaria cada año.
OSLO · 09 DE OCTUBRE DE 2020 · 12:15
El Comité Noruego del Nobel, la organización que entrega de seleccionar al ganador del Premio Nobel de la Paz, ha otorgado el galardón que corresponde a 2020 al Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (WFP, por sus siglas en inglés). La entidad, que cada año atiende a más de 86 millones de personas en más de 80 países diferentes, ha sido reconocida por ser “la mayor organización del mundo que se ocupa del hambre y promueve la seguridad alimentaria”.
“La necesidad de solidaridad internacional y de cooperación multilateral es más conspicua que nunca antes”, ha señalado durante el anuncio del premio la presidenta del Comité Noruego del Nobel, Berit Reiss-Andersen. El trabajo realizado por el Programa Mundial de Alimentos, ha dicho Reiss-Andersen, es “clave en la cooperación multilateral, para crear seguridad alimentaria y evitar que el hambre se utilice como arma”.
Desde 2017, cuando se premió a la Campaña Internacional de Abolición de las Armas Nucleares, el Nobel de la Paz se ha otorgado a figuras individuales. En 2018 lo recibían el doctor congoleño Denis Mukwege y la activista kurda Nadia Murad, y en 2019 era para el actual primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed Ali. “El Programa Mundial de Alimentos es una versión moderna de los actores que el Premio Nobel de la Paz pretende promover”, afirman.
El coronavirus ha intensificado la hambruna
Durante el anuncio del premio, la presidenta del Comité Noruego del Nobel ha apuntado que “la pandemia del coronavirus ha contribuido a un fuerte repunte del número de víctimas del hambre en el mundo”. “Frente a la pandemia, el Programa Mundial de Alimentos ha demostrado una habilidad impresionante para intensificar sus esfuerzos. En 2019 han provisto asistencia a 100 millones de personas en 88 países que eran víctimas de la inseguridad alimentaria y del hambre”, ha remarcado.
En su discurso, Reiss-Andersen también se ha hecho eco de las palabras de la organización premiada, de que “la comida es la mejor vacuna contra el caos, hasta el día de la vacuna médica”.
El hambre como arma
Además del contexto de la pandemia, el Comité Noruego del Nobel también ha hecho énfasis en su discurso de entrega del premio a la relación entre el hambre y los conflictos armados. “La relación entre el hambre y los conflictos armados es un círculo vicioso: la guerra y los conflictos causan inseguridad alimentaria y hambre, así como el hambre y la inseguridad alimentaria pueden causar conflictos latentes. Nunca conseguiremos el objetivo de cero hambre si no ponemos fin a la guerra y el conflicto”, han señalado.
En este sentido han reconocido el trabajo del Programa Mundial de Alimentos porque, han dicho, “proveer asistencia para incrementar la seguridad alimentaria no solo previene el hambre, sino que también ayuda a mejorar las perspectivas de estabilidad y paz”. “El Programa Mundial de Alimentos ha hecho una contribución fuerte a través de la movilización de los Estados miembros de Naciones Unidas para combatir el uso del hambre como arma de guerra y conflicto”, han asegurado. También han recordado que la entidad “no recibe el apoyo financiero que ha pedido”.
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