El nuevo perfil del adicto al sexo

El problema afecta ya a un 5% de la población, y se trata de uno de los trastornos de la conducta más frecuentes, considerada por psicólogos y psiquiatras como un trastorno obsesivo-compulsivo y que afecta sobre todo a hombres.

MADRID · 11 DE NOVIEMBRE DE 2007 · 23:00

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Tecnologías como los chats y las webcam, así como la proliferación de páginas pornográficas y la reducción del precio de acceso a la Red, han cambiado el perfil de los adictos al sexo en España. Ahora esta el ciberadicto que ha encontrado en Internet el anonimato que le permite no sólo ocultar una condición que le avergüenza, sino reinventarse sus características personales en chats especializados en sexo. La adicción al sexo, considerada un trastorno obsesivo-compulsivo, afecta ya a alrededor del 5% de la población, sobre todo a hombres, que la padecen en un 75% de los casos. Los expertos consideran que se trata de una de las adicciones de conducta más frecuentes, por detrás de la ludopatía y la compra compulsiva. El jefe de Psiquiatría y Psicología del USP Instituto Universitario Dexeus de Barcelona, Josep Maria Farré, cree que al margen de la conducta puede haber factores bioquímicos como el déficit de serotonina (neurotransmisor que permite el control de los impulsos) que podrían estar en el origen del problema. CARACTERÍSTICAS DEL ADICTO Según el especialista Xavier Pujols, del Instituto de Sexología de Barcelona, se puede pensar que hay adicción al sexo cuando la persona organiza toda su vida en torno a la conducta sexual y necesita estimulación genital para llevarla a cabo. Tras la búsqueda de placer inmediato, llega el sentimiento de culpabilidad. Las consecuencias al final son: depresión, baja autoestima, ruptura con la pareja e incluso pérdida del empleo. Suele tratarse de personas narcisistas, con un alto impulso sexual, que tratan de rebajar la ansiedad que sufren a través del orgasmo. USO LÚDICO DE LA RED En cuanto a los adictos al sexo por Internet, no todos los que frecuentan páginas pornográficas tienen el problema. La psicóloga María del Mar González, del Colegio de Psicólogos de Madrid, explica que el adicto no disfruta con sus actos y busca quitarse de encima una emoción negativa. Como ocurre con todas las adicciones, el tratamiento es largo y complicado, siendo un factor clave el tiempo que el sujeto lleva sufriendo el problema. Al margen de los métodos de terapia de grupo, la mayoría de los especialistas considera que, en muchos casos, es necesario utilizar fármacos antidepresivos en la terapia. EN PRIMERA PERSONA Un joven de 32 años cuenta los estragos que ha causado en su vida la adicción al sexo. Andrés (nombre ficticio) es un adicto al sexo. De 32 años de edad, este informático tenía hasta hace poco pareja y un empleo. La adicción que padece le ha llevado a separarse y a ser despedido de su trabajo. Todo empezó cuando comenzó a aficionarse a ver páginas pornográficas en Internet para excitarse. Pero después todavía tenía más ansiedad y tenía que ir con una prostituta. Le pillaron en su puesto de trabajo mientras visionaba pornografía por Internet y le despidieron. La separación vino después. Fue entonces cuando decidió pedir ayuda a un profesional.

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