Viajera universal y misionera ‘glocal’: Carlota Verdura
Tras 20 años de misionera, en un sabático de 6 meses viajó a India, Australia, Fiji, China, Taiwan, Tailandia, Malasia, Singapur, Filipinas, Japón, EEUU y México. Pastora en Cádiz.
16 DE DICIEMBRE DE 2024 · 20:34
Carlota Verdura Weatherford, nacida y criada en la Ciudad de México es hija de padre mexicano y madre estadounidense.
Viene de una familia no creyente. Conoció a Jesús a los 13 años, en 1981, tras tres años de conocer a la hija de unos pastores y leer los libros de testimonios que ellos le regalaban. Cuando se convirtió sus padres le prohibieron ir a la iglesia durante 5 años. Cuando podía buscaba alguna excusa para quedarse a dormir el fin de semana en casa de su amiga Kary y así asistir a la iglesia.
Está casada con José María Almarza Cano. Se conocieron en 1988, y aunque estuvieron a punto de casarse en 1995 lo dejaron, para finalmente contraer matrimonio en 2008 en México. No han podido tener hijos, “pero Dios nos dio Su paz que trasciende todo entendimiento y deseo”.
Al terminar sus estudios de bachillerato, sus padres la enviaron a Suiza a aprender francés, y a Italia para aprender italiano. A lo largo de los años, he tomado varios cursos: manager musical, coaching, consejería, etc. Tiene el C2 de inglés y alemán, el C1 de francés, el B2 de italiano y entiende el catalán.
Después, estudió dos años en el Instituto Bíblico Cristo para las Naciones de México. A los dos días de haberse graduado, vino como misionera a España, sin apoyo económico, “pero Dios me proveyó milagrosamente durante 20 años. Llegué concretamente a Ciudad Real donde estuve 9 meses estableciendo el ministerio infantil en la iglesia La Roca”.
Regresó a México para arreglar su visado de misionera y volvió a Ciudad Real para llevar a cabo una campaña evangelística infantil durante el verano. Y después fue a Alemania para cursar un tercer año de Instituto Bíblico, esta vez en alemán. Ahí, Dios la volvió a llamar a España, lugar donde ha residido hasta el día de hoy.
Asun Quintana.- ¿Fue un cambio difícil venir a vivir a España?
Carlota Verdura.- Al saber que mi llamado estaba en España sentía que debía adaptarme, incluso en la forma de vestir… a principios de los 90 en España sabían que era extranjera sólo viendo la ropa que llevaba, los colores todavía no habían entrado al país. También leía la Biblia en voz alta para poder aprender a hablar con el ceceo y el “vosotros”. Ahora soy bilingüe ¡hablo castellano y mexicano!
En algunos momentos, Dios también me ha guiado a explorar la unidad con algunos católicos carismáticos y la experiencia ha sido muy enriquecedora.
AQ.- Tu recorrido vital ha sido todo un viaje internacional…
CV.- Sí, después de estudiar en Alemania, y volver a Ciudad Real (donde serví en la iglesia La Roca hasta 1998) durante unos meses viví en varias ciudades: Burgos, Paris, Lucerna, Lausana. Siempre buscando el lugar donde Dios me quería. Dios me abrió una puerta para vivir al lado de casa de unos pastores (Peter y Mariette Stott) en el sur de Inglaterra por casi un año, sirviendo a la iglesia The Beacon.
AQ.- ¿Es verdad que has sido manager de músicos importantes?
CV.- Si. Después de esto, Dios me abrió puertas para vivir con una preciosa mujer de Dios y misionera: Susana Jobe durante casi un año también. Ahí empecé a servir como manager y road manager del grupo musical Comisión, y más adelante apoyé a otros músicos como Fracesca Patiño, David Bea, Praxiz, Dos Filos, Sylvia Santoro… y algunos artistas como Antonio Soto, Manuela, Javier Gacias… yo no soy artista ni músico, pero sí tengo habilidades que ellos no tienen, y así los podía promover, animar y ayudar a organizar algunos conciertos y exposiciones.
El estar involucrada a tiempo completo con los artistas lo hice más intencionalmente cuando me mudé a Barcelona, gracias a la generosa invitación de Inma Palet, una católica carismática que sin más me permitió vivir en su casa, esto fue en el 2001. Cree una página web que se llamaba musicosyartistas.net y también varios encuentros de músicos y artistas juntamente con Samuel Palacios y algunos más de Ágape. A la vez, también empecé a trabajar más con jóvenes a nivel local con la Iglesia Internacional de Barcelona (donde era parte del equipo pastoral), a nivel provincial con JOVENEVAN, y a nivel nacional con Contra Corriente.
AQ.- ¿Trabajaste con jóvenes también?
CV.- También promoví personalmente la unidad de los jóvenes de diferentes denominaciones, aunque no sin algunos impedimentos de algunos pastores que se sentían amenazados por estar cerca de sus líderes y también por ser mujer. Pero la unidad del Cuerpo de Cristo es algo muy cercano a mi corazón y está por encima de cómo se me haya tratado por ser mujer, soltera, joven y extranjera.
Dentro del marco de lo anteriormente citado, creé una comunidad de vida en Barcelona donde viví con 8 personas más, en su mayoría artistas y jóvenes.
Al cabo de 20 años de misionera, decidí tomarme un sabático y me fui sola 6 meses a India, Australia, Fiji, China, Taiwan, Tailandia, Malasia, Singapur, Filipinas y Japón. Y otros 6 meses a visitar familia en Estados Unidos y México. Estando en México, finalmente José y yo decidimos casarnos a finales del 2008. Me mudé a Madrid, donde él vivía y servimos hasta el 2013 en Amistad Cristiana.
AQ.- ¿Qué labor en la iglesia desarrollas en la actualidad?
CV.- Desde el 2013, Dios nos llamó hasta hoy a servirle como pastores de una iglesia internacional bilingüe, All Nations Christian Fellowship en el Puerto de Sta. María, Cádiz. Juntos también trabajamos como intérpretes de varios idiomas en diferentes congresos y retiros. También soy vocal del Consejo Evangélico Provincial de Cádiz.
AQ.- ¿Has tenido obstáculos por ser mujer en el desarrollo de tu profesión o ministerio?
CV.- Sí, muchos, sobre todo cuando estaba soltera, aunque también ahora al ser pastora, en algunos círculos donde normalmente están solo hombres.
Cuando estaba soltera y como misionera aprendí que en España era así y, aunque lo acepté, no lo he compartido, pero sí lo he respetado a mi manera. No era el tiempo de luchar por la igualdad.
Ahora, cuando tengo oportunidad digo algo, aunque no siempre se puede decir claramente sin que se sientan intimidados u ofendidos… o que parezca una mujer con mucho carácter. Soy una mujer con carácter pero escogí no usarlo para probar que como mujer era válida. Decidí confiar en mi Padre celestial que me conoce bien ya que me creó y sabe a dónde me ha llamado…no siempre ha sido fácil morderme la lengua.
AQ.- ¿Cómo ves la situación actual de la mujer en las iglesias, denominaciones y entidades evangélicas?
CV.- Creo que se han dado pasos importantes en el reconocimiento del ministerio de la mujer en el liderazgo. Todavía hay muchos prejuicios, estigmas y formas que necesitan cambiar, pero al menos vamos en el sentido correcto.
Creo que donde más fallamos es en el reconocimiento de la mujer soltera en el liderazgo.
AQ.- ¿Qué se puede hacer para que la mujer se integre con todo su potencial personal, intelectual y espiritual en la labor del Reino de Dios?
CV.- Reconocerla como tal. Es decir, como una persona a la que Dios ha dado dones personales, intelectuales y espirituales.
También, ayudar a las mujeres a ver su propio potencial y llamado de parte de Dios.
Creando foros sanos para que las mujeres en liderazgo podamos hablar y fortalecernos, donde podamos encontrar apoyo y valor, donde podamos orar juntas y animarnos. A veces hay mucha competencia entre algunas mujeres en liderazgo… o acabamos haciendo lo mismo que no nos gusta que hagan con nosotras.
Crear contenidos para el desarrollo de la mujer en liderazgo. No basar las reuniones y conferencias de mujeres desde la perspectiva de la baja autoestima que creo que consuela en ese momento, pero no ayuda a salir de ahí, solo reconoce la situación en la que se encuentran y se provee un llamado para que oren, pero es mucho más lo que se requiere.
AQ.- ¿Quieres añadir algo más?
CV.- He visto muchas cosas que considero injustas y estamos dando una imagen que no corresponde a cómo lo ve la mayoría. Por ejemplo, en los eventos donde se reconoce a algún hermano (casi siempre son hombres) por su trayectoria y se le presenta con nombre, apellidos y cargos, etc. y después dicen: “y a su mujer” sin mencionar su nombre. En ese mismo acto son las chicas de protocolo las que presentan los regalos, reconocimientos, etc. siendo que en el equipo también hay hombres.
O que siendo la primera mujer que predica en un culto unido nadie lo reconozca ni te anime. Esto puede verse de dos maneras…o no se quiere reconocer o es mejor normalizar y no se dice nada.
O que en una fraternidad solo se reconocen a los pastores principales, es decir, a los hombres, aunque las mujeres asistamos y participemos (aunque pocas) en las reuniones de la fraternidad.
Gracias por la labor que estáis haciendo para valorar a las mujeres cristianas.
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