Jesús y el modelo de Marta

Las palabras de Jesús, como no podía ser de otra manera, ponen en crisis un modelo de mujer sometida al sistema.

25 DE MAYO DE 2021 · 09:00

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Conscious Design, Unsplash

“… Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria, y María ha escogido la buena parte…” (Lc. 10:42)

La respuesta de Jesús al conflicto que suscita este episodio es la del Hijo de Dios que va camino de Jerusalén, para enfrentarse al sufrimiento, la cruz y la muerte haciendo nuevas todas las cosas. Un acontecimiento que hará posible la creación de un nuevo hombre en el que desaparezcan todas las barreras de separación, marginación y desigualdad entre judíos y gentiles, esclavos y libres, varones y mujeres para que todos seamos uno en Cristo (Gál. 3:28).

Las palabras de Jesús, como no podía ser de otra manera, ponen en crisis un modelo de mujer sometida al sistema, esclava de estereotipos culturales y socio-religiosos; un modelo de mujer privada de dignidad, encadenada a la inferioridad como hija de un dios y de un mundo en el que, prevaleciendo los más fuertes, su única opción era vivir oprimida, marginada e infravalorada.

Ese era el modelo de Marta, una mujer atada a un pasado que Jesús ha venido a transformar. Un pasado en el que lo único que se puede hacer es ser continuista, vivir en la ansiedad, en el afán, en la preocupación constante, servil y deshumanizante de seguir siendo un ser humano sin derechos, sin oportunidades, sin caminos de liberación que ofrezcan esperanzas de cambio.

Eso es lo que Jesús pone en crisis. No a Marta en sí misma y lo que buenamente quiere hacer, sino un modelo de mujer alienante e inhumano; un submundo de dominadores y dominados, de siervos y de amos que denigra y humilla y que es preciso superar porque “Solo una cosa es necesaria”.

Es como si Jesús dijera: Esto no puede seguir así. No desde mi enseñanza, no desde el evangelio del reino, no desde el corazón del Hijo del Hombre que desata y destruye todas las cadenas que esclavizan. Las mujeres poseen la misma dignidad, los mismos derechos, las mismas oportunidades que los varones, y no hay nadie por encima de la palabra del Señor que pueda revertir eso. Importa tomar buena nota.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Seneca Falls - Jesús y el modelo de Marta