Moscas pertinaces
Detrás de aquel eufemismo “alcanza los objetivos” Alejandro escondía un fracaso escolar en todos sus cursos de primaria. Fracaso y frustración que compartía con sus padres, hermanos, maestros y psicólogos.
08 DE DICIEMBRE DE 2007 · 23:00
Los padres siempre dudaron de la solvencia pedagógica de sus profesores: van a por él, decían.
Los maestros pensaban que Alejandro necesitaba refuerzo. El psicopedagogo creyó ver un problema de relación con alguno de sus hermanos y el hermano lo relacionaba con la “presión del sistema”.
Pero la causa era bien distinta de lo que todos imaginaban.
-Alejandro, dinos con sinceridad, ¿qué te hace ir mal en la escuela?- dijeron sus padres desesperados.
Después de un tira y afloja, Alejandro al fin confesó:
-Las moscas, me distraen las moscas en clase. No puedo evitar mirarlas constantemente mientras vuelan.
Los padres suspiraron de alivio, sabiendo la causa real podían afrontar la resolución del problema.
-No os preocupéis, papás, mañana mismo dejarán de molestarme. Ya veréis -les tranquilizó-.
Al día siguiente los papás impacientes le preguntaron:
-¿Cómo te ha ido, Alejandro?
-Tranquilos, papás, ya está resuelto. Ahora cazo moscas y las mato para que no me distraigan.
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