¿Por qué son necesarios los cristianos?

Dios creó el mundo con el propósito de darse a conocer a otros seres que fueran como Él. Son seres que Él creó conforme a su imagen, con capacidad de pensar, crear, hablar, etc. Él quería tener una relación personal e íntima con estos seres, la relación de un amigo con el que se pasea por la tarde y se le cuenta lo que uno ha hecho durante el día y comparte con él sus sueños e ilusiones. Las personas son los seres que Dios creó con este propósito.

Hizo un mundo maravilloso en un lugar estratégico del universo para que las personas pudieran ver a Dios por medio de las cosas hechas. Las dimensiones del universo hablan de su grandeza. La perfección en la sincronización de la rotación y traslación del mundo en torno al sol hablan de su capacidad de hacer las cosas a la perfección. La generosidad del campo al devolver hasta 100 semillas por cada una plantada muestra su magnanimidad.

Por un tiempo, todas las cosas iban a la perfección. Cada día, Dios caminaba con las personas y se disfrutaban los unos de los otros. Sin embargo, había una norma que las personas tenían que cumplir. No comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. El hecho de comer de él rompió su inocencia y la relación entre ellos y Dios.

Dios lo sabía todo, sabía que las personas actuarían de esta forma. Sabía que la relación entre ellos y Él se rompería y que no podrían hacer nada para restaurarla. Para que fuera posible la reconciliación entre ellos, Él sería el que tendría que dar un paso. 

Siendo un Dios en tres personas, Él, en la persona del Hijo, se hizo una persona, un hombre que vivió en el mundo como uno más. De hecho, le condenaron a muerte por blasfemia, por decir que era Dios, siendo hombre. No blasfemaba al decir aquello, afirmaba la verdad, sin embargo, las propias personas que Él quería salvar le dieron muerte.

Su muerte hubiera sido una tragedia si no fuera porque el poder de Dios venció a la muerte resucitando a Cristo y levantándolo al lugar más alto de todo lo que existe. 

A lo largo de toda la historia ha habido personas que conocieron a Dios y disfrutaban de una relación similar a la inicial de las personas con Dios. Ellas han dado testimonio al mundo de que Dios existe y que ama a todas las personas dando a conocer que existe una forma de entrar en relación con Él por medio de la fe.

Cuando Cristo anduvo por la tierra, él hizo saber que todo lo que se había dicho acerca de la relación entre Dios y las personas giraba en torno a Él. Que el libro que se llegaría a conocer como la Biblia es un texto cuyo fin es presentar a Cristo como el camino para llegar a Dios. Durante su vida terrenal preparó a muchas personas para llevar este mensaje a todo el mundo.

Después del regreso de Cristo a la derecha del Padre, la tercera persona del Dios único se hizo presente en las personas que creían en Él para guiarles y ayudarles a vivir conforme a su plan - que los demás pudieran ver a Dios en ellas. Él se llama el Espíritu Santo y está activo en las personas que creen en Dios.

En un lugar llamado Antioquía, estas personas que creían en Dios y que tenían al Espíritu Santo en ellos, se parecían tanto a Cristo que los que les rodeaban, para burlarse de ellos, los llamaron cristianos. Les decían que eran pequeños cristos. A partir de entonces, los que siguen a Cristo son conocidos como cristianos.

Los cristianos no han dejado de ser personas afectadas por el pecado, por lo tanto, no han dejado de cometer errores y hacer cosas incongruentes con el mensaje de Dios para el mundo. Aun así, nunca ha dejado de haber un testimonio fiel de Dios en el mundo. Muchos cristianos han vivido vidas imperfectas pero congruentes con el mensaje de la Biblia. Personas que viven bajo la autoridad y dirección del Espíritu Santo, que son pequeños cristos indicando cómo se llega a conocer a Dios.

Es asombroso ver que, desde que las personas se apartaron de Dios comiendo del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, no ha habido un interés de su parte por conocer a Dios. De hecho, Dios dice que, si no fuera porque Él se presentara a ellos, ninguno lo conocería.

La actividad de los cristianos en el mundo es la manera en que Dios invita a las demás personas a entrar en una relación personal con Él. En muchas ocasiones, y está ocurriendo cada vez más, los cristianos que ofrecen la oportunidad del conocimiento de Dios a las personas son objeto de la hostilidad de las que no quieren conocer a Dios. No solo rechazan conocerle, sino que les persiguen y atacan a los que desean presentárselo.

Hay personas que al igual que Cristo, han escogido vivir en un lugar hostil a ellas y a sus creencias por amor a esas personas que les rechazan. ¿Por qué son necesarios los cristianos en el mundo? Porque sin ellos, el resto de las personas no tendrían la oportunidad de llegar a conocer a Dios.