Mejor que la lotería
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
21 DE DICIEMBRE DE 2024 · 22:00
Imagínate que vas caminando tranquilamente por la calle una tarde soleada cuando ves que una persona se dirige a un peatón con un papel y bolígrafo en la mano. Ambas personas están bastante lejos pero no tanto que no les puedas oír. Afinas el oído y escuchas. ¿Qué querrá ese tipo?
Te quedas perplejo cuando oyes que el susodicho individuo le ofrece 1 millón de euros al peatón desconocido si firma en el papel.
El peatón de turno dice que no tiene tiempo y a empujones echa al personaje a un lado y sigue con su atareada agenda.
Pero el hombre con el papel y el bolígrafo no se rinde y se dirige a un grupo de personas que está hablando en un corrillo a un lado de la acera. Sigues escuchando que les hace la misma propuesta: Si firman en el papel, les dará un millón de euros…
Algunos del grupito se ríen y otros se sienten molestos pero nadie firma el papel. Al final, el grupito se deshace. Cada cual se va por su camino pero lejos del bicho con papel y boli.
Ves que ni con esas el hombre desiste. Sigue con su papel y bolígrafo en la mano y se dispone a abordar a otro viandante. Oyes la misma invitación pero la otra persona solo sonríe y le deja atrás.
El hombre del papel y el bolígrafo es persistente. Ve a otro peatón y va a por él. Se repite la escena pero esta vez, el hombre firma el papel. Acto seguido, el hombre que hizo la invitación se mete la mano en el bolsillo de la chaqueta y le entrega un cheque al desconocido.
No te lo puedes creer y te acercas al hombre con el papel y el bolígrafo y le preguntas de qué va. Su respuesta es la siguiente:
- Yo invito. La gente, por lo general no se fía de mí y no firma. Pero los que me muestran confianza, reciben lo que les prometí.
Lo mismo pasa con el Evangelio: está disponible para todos pero solamente los que confían pasan a ser beneficiarios de la salvación:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).
Cuidado que el hombre con el papel y bolígrafo se te acerca: ¿Vas a firmar? ¿Confías en Dios o le rechazas? ¿Crees que lo que te dice Jesús es verdad o no? ¿Si verdad, firmas?
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Pensamientos - Mejor que la lotería