Manuel Ferrando Ortala (1866 - 1934)

A finales del siglo XIX don Manuel Ferrando, ex capuchino católico romano, respaldado económicamente por la Iglesia Reformada Episcopal en Filadelfia, venía a Puerto Rico a establecer trabajo misionero.

14 DE JULIO DE 2017 · 15:31

Manuel Ferrando,
Manuel Ferrando

Unas hojas manuscritas del Rdo. Félix Medina, sobre la obra de Manuel Ferrando (i) en Quebrada Limón, Ponce. P.R nos introducen en los primeros pasos de esta congregación.  Dice:

“A finales del siglo XIX arribó a nuestras playas don Manuel Ferrando, ex capuchino católico romano, quien, respaldado económicamente por la Iglesia Reformada Episcopal en Filadelfia, venía a Puerto Rico a establecer trabajo misionero en Peñuelas, pero debido a ciertos inconvenientes llegó a visitar el barrio Quebrada Limón a fines de 1899. En Quebrada Limón se encontró don Manuel con gente generosa y afable e hizo amistad con un hacendado de la localidad, llamado don Juanito Rodríguez, a quien no tardó en hacerle compra de 116 cuerdas de terreno, las cuales contenían una casa residencial bastante amplia y cómoda. En 1901 se trasladó don Manuel, con su esposa Edith Pond de Ferrando, a la propiedad comprada e inmediatamente comenzó la obra que tanto bien espiritual y material trajo a centenares de almas que se encontraban huérfanas y abandonadas del cuidado espiritual.
Manuel Ferrando había venido a los Estados Unidos en los años de 1890 y poco después fue nacionalizado, buscó un campo de trabajo que requiriera sacrificio personal y, bajo la influencia del pastor de la Iglesia Presbiteriana de la Quinta Avenida , Nueva York, pronto se dedicó a trabajar entre los descuidados de Caracas, Venezuela, donde permaneció durante varios años, pero con la anexión de Puerto Rico a los Estados Unidos se sintió atraído por el servicio en esa isla, fue el primer misionero. Para aprovechar la nueva oportunidad, luego comenzó un cuarto de siglo de esfuerzo más fructífero en nombre de la gente de montaña en Quebrada Limón. Al final de este período se asoció con la Misión de nuestra Iglesia bajo el obispo Colmore, y eventualmente, como hemos visto, fue nombrado obispo sufragáneo. Así, quedó bajo la jurisdicción de nuestra Misión toda la empresa en la Quebrada Limón, de los cuales 2500 eran bautizados, con catorce estaciones y una escuela para el entrenamiento de los líderes rurales. Más tarde, cinco de los asistentes del obispo Ferrando fueron presentados para la ordenación. Así pues, la Misión de Porto Rico, que en 1922 carecía de clero nativo, tuvo cuatro años más tarde siete sacerdotes nativos y un diácono, situación que sin duda debía dar a la Iglesia en casa y en Puerto Rico gran motivo de regocijo. "

Esta Iglesia llevaba el nombre de Iglesia de Jesús y su cabeza el Rvdo. Manuel Ferrando, extensas propiedades (ii) y trabajo misionero en Peñuelas, en los barrios Marueños y Magueyes de Ponce y en la ciudad de San Pedro de Macoris en la hermana República Dominicana. Manuel Ferrando, ejerció su episcopado como obispo sufragáneo durante el episcopado del Obispo Charles B. Colmore”(iii) .

El anglicanismo llegó a Puerto Rico en 1872 cuando bajo la supervisión y dirección del Ilmo. y Rvdmo. W. Jackson, Obispo de Antigua se estableció el trabajo de la Iglesia Santísima Trinidad. Unos años más tarde, se abre en Vieques, la iglesia de Todos los Santos bajo la misma dirección de la Diócesis de Antigua. Una entrada en el diario del Ilmo. y Rvdmo. W.W. Jackson establece que, en junio 14 del año 1872, él arribó a la ciudad de Ponce como respuesta a una invitación de parte de un grupo de fieles de varias Iglesias Reformadas que habitaban allí. Durante la visita del Obispo Jackson y bajo su supervisión, se nombró un Comité personas a las cuales se les asignó la responsabilidad de construir el templo de la Santísima Trinidad. Para esa misma época de los esfuerzos en Ponce, se organizó en 1880 y siguiendo el mismo patrón de Ponce, la Iglesia de Todos los Santos en Vieques. Otros dos sucesos que iban a ser determinantes en la forma y manera que el anglicanismo llegaría a Puerto Rico, los encontramos en la invasión de Puerto Rico en el año 1898 y en la unión con la Iglesia de Jesús en el 1920. El 25 de julio de 1898 al finalizar la Guerra Hispanoamérica, Estados Unidos usando como base el Tratado de París, invade la isla de Puerto Rico y dice la historia de la Santísima Trinidad que el campanero de esa Iglesia estuvo repicando la campana todo el día, anunciando que las restricciones sobre el culto y adoración impuesto por la Corona Española terminaban con la Invasión Norteamericana.

Por otra parte, y simultáneamente con las actividades hasta aquí descritas, una comunidad religiosa en el área de Quebrada Limón de Ponce bajo la dirección de Manuel Ferrando que se había separado de Roma, se establece bajo el nombre de la Iglesia de Jesús. La unión de la Iglesia de Jesús con la Iglesia Episcopal se efectuó en 1922 siendo entonces Obispo de Puerto Rico, el Ilmo. y Rvdmo. Charles B. Colmore, quien en el 1917 había sustituido a James H. Van Buren.

Al momento de la unión las propiedades, fieles y otros bienes de la Iglesia de Jesús pasaron a formar parte de la Iglesia Episcopal de los EE.UU. Por otra parte, Manuel Ferrando fue consagrado Obispo de Quebrada Limón y sufragáneo de Puerto Rico en la Catedral Episcopal de San Juan el Divino en la ciudad de Nueva York en los EE.UU.

El Cementerio Getsemaní en Quebrada Limón, Ponce, P.R. fue fundado antes del año 1920, por Don Manuel Ferrando, cabeza de la Iglesia de Jesús en Quebrada Limón. En 1922, el cementerio, junto con los otros bienes de la Iglesia de Jesús, pasó a ser parte de la Iglesia Episcopal. El cementerio sirve a la comunidad de Quebrada Limón sin tomar en consideración la nacionalidad, sexo o religión de las personas.

Para poder entender la figura de Manuel Ferrando, personaje visionario ligado a su Iglesia de Jesús en importante conocer sus primeros conflictos espirituales dentro del catolicismo romano. A muy temprana edad estudió en la Universidad Jesuita de Granada, y en la de Madrid, hasta llegar a ser Profesor de Teología con los Capuchinos en el Convento de Antequera. Angustiado por el estado del clero español, vino a América buscando una mejor iglesia, y se desilusionó. El estudio de las escrituras lo llevó a una posición antagónica con la Iglesia Católica, conflicto que no resolvió hasta sus conversaciones con Theodore Pond en Colombia, cuando entendió que estaba más cerca del protestantismo que del catolicismo. Luego de renunciar públicamente al catolicismo en un teatro de Curazao, vino a Puerto Rico como intérprete del ejército de EE.UU. en el pueblo de Peñuelas, donde finalmente desarrolló su trabajo evangelístico y social como resultado de su experiencia en calidad de Comisionado de Servicio Social para los americanos después del huracán.

A finales de 1899, Ferrando se mudó de allí a la comunidad aislada de Quebrada Limón donde inició su trabajo en una finca de 116 acres. Fue evangelizando el lugar casa por casa. Estableció una fábrica de ladrillos con la gente del barrio para construir la iglesia en 1902 y un seminario para jóvenes de ambos sexos. En la mañana estudiaban y en la tarde trabajaban en la construcción de los edificios de la misión y en la finca. La congregación llegó a tener una plantación de caña de azúcar en forma cooperativa, de la que un porcentaje de las ganancias iba para el desarrollo de la misión. Este autónomo complejo misionero tenía en sus predios tiendas, ganadería, servicios médicos y funcionaba como un pueblo misionero parecido a los pueblos jesuitas en Paraguay, pero con una mística análoga a la utopía de Vasco de Quiroga en el México del siglo XVI. En 1910 la iglesia se reconoció como "Iglesia Episcopal Reformada", inició gestiones para fundirse con la Iglesia Episcopal, y se adscribió a la Federación de Iglesias Evangélicas de Puerto Rico. Ferrando fue a residir a Estados Unidos por motivo de salud y aceptó la dirección de la revista Conuerted Catholic en New York, desde donde dirigía la misión por conducto de sus cuatro presbíteros en Puerto Rico. Escribió Ferrando A Few Factors about my Life as Father Superior of a Monastery in Spain and as Apostole Missionary in Soudh America. Mirror Print. House, 1896.

Silva Gotay (iv) describe así la obra de Ferrando:

Con la aprobación del reconocimiento de las órdenes de sus cuatro presbíteros y por acuerdo de la Junta de Directores de la Iglesia, Ferrando pasó sus bienes y los de la Iglesia de Jesús en Quebrada Limón a la Iglesia Episcopal por la cantidad nominal de un dólar ($1.00) y la Iglesia Episcopal lo nombró Obispo Sufragáneo a cargo de la misión de Quebrada Limón en Peñuelas. Para ese período ya el complejo misionero de esta congregación tenía más de 2,000 miembros y cerca de 5,000 participantes, lo que constituía un pueblo autosuficiente para todos los efectos. De esta manera los misioneros y los predicadores puertorriqueños fueron tallando las rutas protestantes de la evangelización, transformando la mentalidad del catolicismo medieval popular en un sector de la población y creando condiciones religiosas para la receptividad de la concepción del mundo y las prácticas sociales y políticas del régimen norteamericano. (v)
En Historia General de las Misiones (vi) se aportan también los siguientes datos:
“Un episodio notable en el crecimiento de la Iglesia Episcopal en Puerto Rico fue la anexión a ese cuerpo de la Iglesia de Jesús, fundada en 1902 por Manuel Feriando. Este era de origen español. y había llegado a Puerto Rico por primera vez como capellán del ejército norteamericano. Después de la guerra, se estableció en Quebrada Limón, cerca de Ponce, y allí se dedicó a reunir una congregación y a preparar pastores y diaconisas, además de organizar un orfanato. Cuando, veinte años más tarde, la Iglesia de Jesús se unió a la Episcopal, ésta ganó un obispo -el propio Manuel Ferrando- cuatro sacerdotes y más de dos mil miembros.”

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(i) Handbooks on the Missions of the Episcopal Church.The West Indies. New York: The National Council of the Protestant Episcopal Church, 1926. Historia General de las Misiones. Justo L. González, Carlos F. Cardoza. Editorial Clie, 2008;
(ii) En el contrato de compra-venta dice: “POR   LA   PRESENTE, nosotros, Manuel Ferrando Ortala,   obispo,    Edith    Pond    de Ferrando, mayores de edad, casados, el primero y de atenciones domésticas la segunda, vecinos de Mountaw  Lakes,  New  Jersey,  Estados  Unidos, hacemos constar: I. . . . . Que somos dueños de la siguiente finca: RUSTICA:  De 44.26 cuerdas, sita en el barrio Quebrada Limón, de Ponce, Puerto Rico. Colinda al Norte con Emilio Veme; al Sur con Hermenegildo Maldonado, Primitivo Medina,
(iii) Documentos Históricos de la Iglesia Episcopal Puertorriqueña. 2ª. Edición, Volumen 1, 2008
(iv) Protestantismo y política en Puerto Rico, 1898-1930: hacia una historia del protestantismo evangélico en Puerto Rico. Samuel Silva Gotay. La Editorial, UPR, 1998
(v) Protestant missions in South America by Beach, Harlan Page, 1854-1933; Hamilton, J. Taylor (John Taylor), 1859-1951; Tucker, H. C; Drees, Charles William; La Fetra, Ira H; Wood, Thomas B; Pond, Mrs. T. S; Josa, Fortuna Pietro Luigi. Publicado en 1900; Woman's work for woman by Woman's Foreign Missionary Societies of the Presbyterian Church. Published 1896
(vi) Historia General de las Misiones. Justo L. González, Carlos F. Cardoza. Editorial Clie, 2008

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