El histórico acuerdo China-Vaticano despierta alegrías y recelos

La escasez de información concreta sobre el acuerdo y su provisionalidad despiertan dudas en sectores del catolicismo y preocupa a entidades de defensa de los cristianos perseguidos.

Redacción PD

ESPAÑA · 23 DE SEPTIEMBRE DE 2018 · 21:50

Un retrato de Mao Zedong, el líder histórico del comunismo en China. / Pixabay (CC0),
Un retrato de Mao Zedong, el líder histórico del comunismo en China. / Pixabay (CC0)

El Vaticano y China han firmado un histórico acuerdo, hecho público este 22 de septiembre, que supone el primer paso en común entre ambos Estados en más de 70 años.

El acuerdo, que ha sido tildado por el Vaticano como “provisorio”, permitiría la designación común de obispos en China. El Estado Vaticano considera el acuerdo un gran éxito diplomático y un paso importante para la paz.

Lo poco que se conoce del acuerdo es que el Vaticano admite a los obispos nombrados durante este siglo de forma unilateral por China, en total siete obispos, que lideran la Iglesia Católica que es afín al régimen comunista chino, y que hasta ahora permanecía fuera de la órbita del Vaticano. 

Francisco ha decidido “readmitir en la comunión plena” a los ocho prelados (uno de ellos ya fallecido), para “superar las heridas del pasado, llevando a cabo la plena comunión de todos los católicos chinos”.

El acuerdo establece un mecanismo de consultas compartidas para los nuevos obispos. La primera lista se hará a nivel diocesano en Pekín. El Vaticano tendrá derecho de veto, según había adelantado Religión Digital.

“De manera común se desea que el acuerdo favorezca un camino fecundo y de largas miras de diálogo institucional y contribuya positivamente a la vida de la Iglesia católica en China, al bien del pueblo chino y a la paz en el mundo”, agregó este sábado un comunicado de la sala de prensa vaticana.

“Esto no es el fin de un proceso. Es el principio”, planteó minutos después de conocido el acuerdo el portavoz papal Greg Burke desde Lituania, donde acompaña al papa Francisco en su vigésimo quinto viaje internacional.

“Se ha tratado de diálogo, escucha paciente de los dos lados, incluso cuando las personas vienen de diferentes puntos de vista. El objetivo del acuerdo no es político sino pastoral, permitiendo tener obispos en comunión con Roma pero al mismo tiempo reconocidos por las autoridades chinas”, agregó.

 

El Papa Francisco, como en muchas de las decisiones que está tomando en su mandato, despierta reacciones opuestas. / Pixabay (CC0)

Según las voces vaticanas, el acuerdo sería de naturaleza puramente pastoral, sin tocar temas de relación entre los dos Estados. El objetivo, repetido desde épocas de Benedicto XVI es que los católicos del país asiático puedan sentirse “plenamente católicos y plenamente chinos”. Según estimaciones extraoficiales, hay entre 10 y 12 millones de católicos en China, menos del 1% de la población total. De todos modos, esta semana la voz oficial del Global Times estimó en “apenas” 6.5 millones los católicos.

Aparte de los siete obispos del régimen comunista, hay otros 20 obispos “clandestinos”, que son reconocidos por Roma pero no por China, y que también pasarían a tener el doble aval de ratificarse el acuerdo.

De cara al futuro, habría un acuerdo revisable cada dos o tres años que permita designaciones comunes en los 23 lugares vacantes que hay según el organigrama chino, que son cerca de 45 si se tiene en cuenta la división en provincias eclesiásticas hecha por Roma.

 

LA IGLESIA DEL RÉGIMEN MANTIENE SU INDEPENDENCIA

En una comunicación pública realizada este domingo, un portavoz no identificado de la Iglesia Católica China (la que depende del régimen comunista) expresó su seguridad sobre que el acuerdo no interferirá en su “independencia”.

El comunicado dice que la Iglesia Católica China tiene “un profundo amor por su patria”, cuya lucha está dedicada al “gran rejuvenecimiento” de la nación para todos los chinos bajo el liderazgo del partido.

“Defenderemos la excelente tradición de amar al país y a la Iglesia, el principio de dirigir la Iglesia de forma independiente, la dirección de sinicización y el camino que se adecue a una sociedad socialista”, dijo.

 

VOCES DEL ÁMBITO CATÓLICO, A FAVOR Y EN CONTRA

Para José Manuel Vidal, director de Religión Digital, el acuerdo es una buena noticia. “Vuelve a abrir la puerta del gigante asiático. Es la última frontera del catolicismo”, afirma Vidal en una columna.

“Si Wojtyla pasó a la historia como el Papa que propició la caída del Muro, Bergoglio tiene ya asegurado su puesto en la misma página por haber abierto la puerta china sin aspavientos, con su receta de la misericordia y del diálogo por bandera”, expresa Vidal.

No opina lo mismo Sandro Magister, reconocido vaticanista del diario L’Espresso, que ve en este acuerdo una “sumisión” (así titula su columna) del Vaticano a China. “Lo que no se ha dicho es que quienes elegirán a los futuros pastores serán siempre, en primer lugar, las autoridades chinas; al Papa sólo se le ha concedido un débil derecho de veto de los probables candidatos que  no sean de su agrado”.

“En este sentido -dice Magister- el acuerdo puede ser justamente definido como un acuerdo histórico, porque marca una clamorosa inversión de ruta en el recorrido que la Iglesia católica ha llevado a cabo durante siglos de historia para librarse de la sumisión a los poderes políticos, sobre todo en lo que atañe a la investidura de sus pastores”.

Según Magister, entre los siete obispos del régimen ahora reconocidos por Francisco hay “un par de ellos tienen amante e hijos”.

Tampoco ha mostrado satisfacción el Cardenal Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong: “¿Qué irá a decir el gobierno a los católicos, en China? “Obedézcannos, la Santa Sede ya está de acuerdo con nosotros”?

 

CHINA AID: EL ACUERDO “PONE EN PELIGRO” A CATÓLICOS DE LA IGLESIA CLANDESTINA

La organización de defensa de los cristianos perseguidos en China, China Aid, ha hecho una primera valoración negativa del acuerdo, que en opinión de la entidad “pone en peligro” a la iglesia clandestina.

El acuerdo “podría someter a iglesias que actualmente no están bajo control gubernamental a escrutinio y persecución”, expresan desde China Aid.

 

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