Mil siglos para borrar el rastro humano de la faz de la Tierra

El ser humano es un animal voraz. En cuestión de unos miles de años, hemos engullido más de un tercio de la superficie terrestre entre ciudades y cultivos, además de empujar a la extinción a miles de especies y contaminar el medio ambiente. Un estudio revela que, si nos extinguiéramos, las plantas conquistarían las carreteras en 20 años y, en 50.000.

LONDRES · 29 DE OCTUBRE DE 2006 · 23:00

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Pero si los seres humanos se extinguieran, la Tierra apenas tardaría 100.000 años en purgar los rastros de nuestra existencia, tiempo que en términos geológicos es el equivalente a un simple chasquido de dedos. Según un estudio, ni siquiera haría falta esperar tanto para notar los primeros cambios notables: si todos los humanos desaparecieran, el mundo comenzaría a «curarse» en cuestión de días. La polución lumínica que ahora afecta al 85 por ciento de los cielos de la UE se desvanecería casi de inmediato, en cuanto las centrales eléctricas dejaran de recibir su periódico suministro de combustible. Los cambios serían visibles incluso desde el espacio, puesto que el fogonazo de luz artificial que ilumina las noches comenzaría a parpadear. Sin electricidad, todos los accesorios de la vida moderna dejarían de funcionar. Mientras, la falta de mantenimiento cotidiano acabaría con las autopistas, los acueductos e incluso los rascacielos más resplandecientes. Las plantas reconquistarían las carreteras rurales en cuestión de dos décadas, mientras que las avenidas de las ciudades apenas resistirían medio siglo. Los puentes se derrumbarían pasados los primeros cien años, mientras que las presas sólo aguantarían la presión del agua durante 250 años. Con la desaparición de los humanos, la Tierra recuperaría el pulso a toda velocidad. Numerosos animales en peligro de extinción podrían salvarse de la quema, aunque otras desaparecerían casi de inmediato. Es el caso de las especies más protegidas por los ecologistas, como el lince ibérico. Los océanos, por su parte, recuperarían su actividad tras décadas de intensa explotación por parte de los seres humanos. Tenemos un ejemplo en Chernobyl. Desde que la ciudad de Pripyat fue evacuada hace dos décadas, la naturaleza ha ganado el terreno. Las plantas se han «comido» las grietas y pilares de los edificios y las especies autóctonas como el jabalí han impuesto su ley. CAMBIO CLIMATICO Con la industria fuera de juego, los índices de contaminación se desplomarían casi de inmediato. Los nitratos y fosfatos que asfixian nuestros ríos se depurarían naturalmente al cabo de unas décadas. Algunos gases desaparecerían en cuestión de semanas, mientras que los más persistentes, como los pesticidas o las dioxinas, tardarían décadas en esfumarse. Aún así, el estudio considera que el cambio climático persistiría durante el próximo siglo. Con todos estos datos, el estudio concluye que un extraterrestre que llegara la Tierra 100.000 años después de nuestra extinción apenas encontraría huellas de nuestra era de dominio. Tan sólo diminutos recordatorios de una civilización que se creyó dueña del planeta durante un brevísimo espacio de tiempo.

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