Cabinas de rayos UVA: peligro de cáncer de piel
La Organización Médica Colegial revela que los bronceados artificiales disparan un 50 por ciento el riesgo de sufrir un melanoma. Los especialistas desaconsejan su uso para jóvenes, embarazadas, enfermos y personas de piel muy clara
MADRID · 11 DE SEPTIEMBRE DE 2006 · 22:00
Ponerse moreno de forma artificial tiene consecuencias graves. Sobre todo si el que entra en la cabina solar es joven. Aunque las instalaciones cumplan la normativa, el uso de estos bancos solares aumenta un 50 por ciento las probabilidades de contraer melanoma, el tipo de cáncer de piel más agresivo, especialmente si se combina con la exposición natural al sol.
Así se desprende de un informe del Comité Científico de Productos de Consumo de la Unión Europea, que se presentó en Madrid la Organización Médica Colegial (OMC). De acuerdo con el estudio, a pesar de que no hay diferencias entre las propiedades físicas y biológicas de los rayos ultravioleta naturales y artificiales, el uso de aparatos de bronceado incrementa el riesgo de sufrir un melanoma maligno en la piel o un melanoma ocular.
Los médicos han querido dejar claro que desaconsejan su uso indiscriminado. En el año 2000 se registraron 35.000 casos de melanoma en Europa, con 9.000 muertes como resultado, según el informe de la UE. Los autores señalan que el empleo de cabinas solares va ligado al aumento del cáncer de piel, ya que prolongan la exposición de la piel a las radiaciones naturales con «una carga adicional», incluso en épocas de baja exposición, como el invierno.
Estos últimos datos corresponden al estudio de la UE, pero los dermatólogos españoles alertan ya desde hace años sobre el peligro de las cabinas solares.
Uno de los grandes riesgos de entrar en un banco solar es que, aunque la instalación cumpla todas las normas de seguridad, es muy difícil evitar los riesgos para el usuario.
APTAS SÓLO PARA UNOS POCOS
Si los médicos no lo prohíben totalmente, sí restringen su uso al máximo. De acuerdo con el informe, las pieles catalogadas con los niveles de pigmentación 1, 2 y 3 (las de las personas más blancas) no deberían exponerse a la radiación artificial. Tampoco quienes tengan pecas, lunares atípicos o múltiples o antecedentes familiares de melanoma.
Mención aparte merecen los menores y los jóvenes. El informe de la UE aconseja que se restrinja el uso de camas solares a los usuarios menores de 18 años, ya que sus pieles tienen más riesgo de ser dañadas. Una quemadura grave antes de los 25 años duplica el riesgo de melanoma, según los dermatólogos.
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