Cordillera de Taganana
Bendice la tierra que te acoge, pero nunca olvides la que dio savia a tus raíces. En mi caso, uno de los lugares especiales de mi isla de Tenerife en este poema.
10 DE FEBRERO DE 2021 · 08:00

No sé qué tienes,
cordillera de Taganana,
que atrapaste mi corazón.
Lo perdí entre el vértigo
de tus locos recodos verticales de lava,
entre la bruma de tus abismos;
por las enramadas de laurisilva
que te coronan de esmeralda.
Tu alto túnel es el norte de mi historia,
la contradicción de mi vida,
de la vida: primero lava esculpida,
bella y dura,
luego un anuncio de prehistoria
exuberante y verde.
Todo termina en una larga oscuridad fría,
y un inesperado estallido final de precipicios,
bosque, azul, mangos, casas blancas, playa y brisa.
Cuando muera, seré como el silbo de tus cumbres,
mitad aire, mitad misterio, mitad nube...
Las tres mitades de lo imposible.
Mientras viva, treparé por las laderas de tus faldas.
Y, a menudo, pasaré el túnel de tu cima,
siempre esperando la sorpresa que me aguarda.
Siempre confiando en el estallido de la vida.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Mirad@zul - Cordillera de Taganana