Agosto en mi tierra

A solas con nuestro Dios, ocurra lo que ocurra, podemos experimentar paz y gozo que renuevan, son un refrigerio a todo nuestro ser.

26 DE AGOSTO DE 2018 · 10:00

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“Cuando llueve en agosto, llueve miel y llueve mosto” 

Estamos en agosto, el mes especial para las vacaciones, el mes excepcional para el descanso, y lo que es en mi tierra, nunca se sabe como va a hacer, pero lo cierto es que mi ciudad arde en aires de verano, de calor, de mucha gente que viene de afuera… Es de noche, y sobre mi mar y mi ventana abierta, se oye el susurro de las olas, las estrellas brillan cálidamente, y el olor y sabor a mar me impregna todo y más de lo que yo quisiera.. ¡Me siento en el paraíso!

¿Qué os resulta más reconfortante en un día de agosto caluroso? Una bebida fresquita en la mañana, una fresca sienta en la tarde, un música deliciosa en la noche que nos eleva el corazón al creador en adoración?

Me encanta el tema bíblico del refrigerio, tiene una gran diversidad de alcances físicos y espiritual, en ocasiones van de la mano…

Podemos ver en la Escritura, que el refrigerio se podía obtener en el día de reposo, Exd. 23:12. 

En jueces 15:18 y 19. Con un agua fresca después de una actividad física. Incluso mediante una deliciosa y suave música, 1ª Sam.16: 23.

El amado Apóstol Pedro, alguien que fue tan cuestionado, pero utilizado inmensamente por el Señor, nos describe a la perfección una ocasión de auténtico y absoluto refrigerio espiritual, que ocurrió el día de Pentecostés. En aquella ocasión, el pescador de sandalias que tantas veces se equivocó, pero al que su amado Jesús restaura, insta a sus oyentes al arrepentimiento, para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. Hechos 3:19.

Aún ahora tanto tiempo después, como creyentes, podemos experimentar un tiempo maravilloso de refrigerio, cuando... Por mucho calor que haya, en cualquier sentido, los que amamos al Señor, podemos experimentar un delicioso tiempo de refrigerio, cuando aquietamos nuestro corazón en nuestros momentos devocionales. En la mañana, en la noche como cuando estoy escribiendo para vosotros escuchando el precioso susurro del mar...

Cuando nos encontramos a solas con nuestro Dios, pase lo que pase, y ocurra lo que ocurra, podemos experimentar, una paz y un gozo que renuevan y son como un refrigerio a todo nuestro ser.

Me encanta el verano suave de mi tierra, me encanta escribir con mi ventana abierta sobre las olas deliciosas de mi mar y las farolas tenuamente encendidas... Creo que me quedaría aquí toda la noche, a solas con mi Señor, sintiendo como Él se acerca a mi ser y mi alma, tal vez un tanto abatidos y me recuerda...

Que no hay lugar más alto ni más precioso que estar a sus pies.. 

Recibe en esta noche tan cálida y especial, mi abrazo en Cristo, Beatriz.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Follas novas - Agosto en mi tierra