Las duras palabras de Jesús

El Jesús de quien muchos hablan en el siglo XXI no es el Jesús de la Biblia.

06 DE JUNIO DE 2015 · 21:10

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Hace un par de años me di cuenta de algo bien alarmante, a saber, que el Jesús de quien muchos hablan en el siglo XXI no es el Jesús de la Biblia. La falsa versión de Jesús que existe actualmente es un Jesús peluche, un Jesús mariposa, un Jesús Barbie.

No es el todopoderoso Cristo del Nuevo Testamento. El nuevo Jesús se trata de un invento del sentimentalismo posmoderno que proclama a todos: “¡No ofendas a nadie! ¡Sólo ama, ama y ama!”

Fue el primer día de noviembre 2013 cuando repasé todo el Evangelio de Mateo subrayando las ‘duras’ palabras de Jesús que serían condenadas como severas, ofensivas y agresivas por la religiosidad descafeinada actual del Occidente. Encontré muchísimos pasajes que iban totalmente en contra de la imagen común y corriente que se tiene de Jesús hoy.

Hoy, quiero ofreceros una selección de algunas de las palabras más feroces que el Señor empleó cuando confrontó a sus enemigos. Antes de empezar, recuerda que estoy citando a Cristo directamente. No pretendo añadir nada a sus palabras.

#1: ¡Arrepentíos! (Mateo 4:17)

El ministerio público de Jesús nació con la palabra favorita de Juan el Bautista. No fue amor, amor, amor sino arrepentíos, arrepentíos, arrepentíos. El mensaje radical de arrepentimiento fue la razón por la cual Jesús dijo que había venido para traer una espada (y no paz) a fin de que muchas familias quedasen divididas sobre Él. “Si no me amas más que a tus seres queridos,” razona Cristo, “no puedes ser mi discípulo” (10:35-38).

#2: ¡Vete! (Mateo 4:10; 16:23)

En dos ocasiones Jesús le dice al diablo que se vaya. En términos nuestros: “¡Lárgate, Satanás! ¡Desaparece! ¡Déjame en paz de una sola vez!” No dialogó con el diablo. No quería saber nada de él. No suena demasiado tolerante, ¿verdad?

#3: ¡El juicio se acerca! (Mateo 5:22, etc.)

Mientras leía el libro de Mateo se hizo muy evidente que el mensaje principal de Jesús es que el juicio se acerca. Es como si no pudiera quitar la condenación de su mente mientras predicaba y enseñaba. Apunté docenas de textos en los cuales Jesús advertía solemnemente a sus seguidores acerca de la condenación venidera. ¿Por qué no lees Mateo por tu cuenta y así lo verás por ti mismo?

#4: ¡Insultos!

Los labios de Jesús rebosan de insultos para los enemigos del Reino de Dios. “Hipócritas” es un término que aparece a lo largo de todo el libro (15 veces). Luego están los vocablos “serpientes” y “víboras”.

A la lista de insultos, puedes añadir las palabras “necios ciegos”, “ciegos guías”, “malvados”, “malditos”. Así habló Jesús de los siervos del diablo. ¿Quién se atrevería a hablar de esa forma hoy día? Seguro que el Jesús Barbie del siglo XXI no lo haría.

#5: ¡Tinieblas y el crujir de dientes!

Hay seis pasajes donde Jesús amenaza a los enemigos de Dios con las tinieblas y el crujir de dientes (8:12; 13:42, 50; 22:13; 24:51; 25:30). No sé exactamente cómo será el infierno, pero a la luz de los dichos de Jesús sé una cosa: que no va a ser nada bonito.

El Señor empleó metáforas vívidas para expresar algo del dolor que atormentará a aquéllos que estarán eternamente reprobados. En algunos de estos textos el Señor opta por usar la palabra ‘fuego’ para resaltar aun más la severidad del sufrimiento.

#6: ¡Ay!

La palabra “¡Ay!” me hace estremecer. Fue una de las palabras más agresivas que un judío podría decir. El acto de proclamar un ay contra alguien equivalía a maldecirle en términos severísimos.

Jesús utiliza la palabra ay más de diez veces en el Evangelio (catorce para ser exacto). ¡Ay de vosotros, escribas! ¡Ay de vosotros, fariseos! ¡Ay de aquél que traiciona al Hijo del hombre porque le hubiera sido mejor para él no haber nacido!, etc.

#7: No serás perdonado (6:15; 12:32)

Jesús aclara que dos clases de personas no alcanzarán el perdón de Dios: 1) aquéllos que no perdonan a los demás; y 2) aquéllos que blasfeman contra el Espíritu Santo. Es así de sencillo.

Jesús no siempre tenía un mensaje de perdón en sus labios; sino uno de falta de perdón también.

#8: “Mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno”  (Mateo 18:6)

Una última palabra poco amorosa de Jesús se encuentra en Mateo 18:6 cuando Jesús advierte a las personas sobre el peligro de ser piedra de tropiezo para los niños.

Dice textualmente, “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar” (Mateo 18:6). Jesús, de nuevo, no fue una mariposa. No vivía en una burbuja mágica. Advirtió. Exhortó. Reprendió en el nombre del Señor.

Conclusión

Espero que este breve artículo ayude a derribar la imagen contemporánea que tenemos tocante al osito de peluche espiritual que llamamos ‘Jesucristo’. El Señor no es un conejito; es el Rey de gloria. No hay quien prevalezca contra Él. Él es el Juez.

Hay muchos otros textos que podría añadir a partir de mi lectura de Mateo para respaldar mi argumento; pero creo que lo antedicho habrá servido para (por lo menos) abrirnos un poco los ojos.

No debemos avergonzarnos de Jesús, el Jesús verdadero, el Jesús del Nuevo Testamento, el Jesús de Mateo. “A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 10:32).

Así que, si vamos a seguir a Jesús, asegurémonos de que sea el Jesús correcto…

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