Teología de la liberación: ¿éxito?
A ver si nos enteramos (XIX)
El complejo católico: la teología de la liberación (V)
En el curso de las semanas anteriores me he detenido en algunos de los aspectos esenciales relacionados con la teología de la liberación, una forma de pensamiento religioso que, por supuesto, se presenta como cristiana – a decir verdad, como la única genuinamente cristiana – pero que no pasa de ser una suma de afirmaciones dirigidas contra el corazón del Evangelio.
31 DE MAYO DE 2007 · 22:00
- La ignorancia: resulta obvio que la teología de la liberación tiene un mensaje profundamente antibíblico… lo que pueden detectar aquellos que conozcan la Biblia. Para los que la ignoran, la predicación liberacionista puede parecer tan convincente como la de testigos de Jehová, adventistas o mormones para éstos.
- El prejuicio político: la teología de la liberación contiene – y no lo oculta del todo – un fuerte contenido marxista. Se trata, pues, de una teología de izquierdas. No puede negarse que para muchas personas resulta atractiva no por su contenido, sino por la sintonía con las propias posiciones ideológicas.
- El deseo de cambio social: a lo anterior puede sumarse un deseo de cambio social que, ciertamente, es propugnado por la teología de la liberación.
- Semejante razón resulta empero tristemente superficial porque cambios sociales han sido propugnados por Lenin, Stalin, Mussolini, Hitler o Mao y no da la sensación de que fueran deseables ni mucho menos de que se realizaran sin un enorme derramamiento de sangre. Confundir el propio deseo de cambio social con que la receta ofrecida es la adecuada constituye un profundo error cuando no una manifiesta irresponsabilidad y en el terreno de lo espiritual, esa actitud se agrava aún más si cabe.
- La ausencia de estudio de las Escrituras: de manera verdaderamente pavorosa, la lectura – no digamos ya el estudio – de la Biblia ha disminuido espectacularmente en las últimas décadas. Dado que el número de conversiones se ha incrementado de forma considerable tenemos que llegar a la conclusión inquietante de que en el ámbito evangélico existen inmensas masas de creyentes que se encuentran sujetos a la posibilidad de verse arrastrados por cualquier “viento de doctrina”. Si uno dirige la vista atrás, tan sólo unos años, se sorprende al contemplar la cantidad de modas que tuvieron su minuto de gloria y que luego desaparecieron simplemente porque no tenían raíces en la Palabra. Lamentablemente, mientras gozaron de predicamento causaron mucho daño. El caso de la teología de la liberación no es diferente. De hecho, de la misma manera que un testigo de Jehová que lee la Atalaya piensa que profundiza en la Biblia, no pocos de los lectores de Boff o Sobrino creen que están ahondando en las Escrituras. Gravísimo error en ambos casos.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - La voz - Teología de la liberación: ¿éxito?