Feliz día del amigo falso
Puedes ensayar tu mejor discurso, con la más delicada prosa, pero ante el Amor del Padre entenderás que sobran las palabras.
18 DE OCTUBRE DE 2020 · 21:00

Por Benji Gálvez
Meses atrás estuvimos compartiendo sobre el tesoro de la amistad. No es un tema que se pueda “liquidar” en un solo artículo. Para el pastor y conferenciante Bill Hybels, la amistad es algo serio. Hybels es el presidente de la junta directiva de la Willow Creek Association que cada año organiza la Cumbre Global de Liderazgo, capacitando a miles de líderes alrededor del mundo. Sobra decir que os recomiendo su libro Simplifica- diez principios para aliviar tu alma (1). Independientemente de la manía de los norteamericanos por enumerar o contabilizarlo todo… tengo que decir que las páginas donde el autor trata de definir la amistad me han encantado. Si Hybels tuviera que reducir la definición de amistad a muy pocas palabras, no dudaría en inclinarse por “conocer y ser conocido”. Ante un amigo no se actúa, no pretendes ser lo que no eres, y sencillamente, te quitas la máscara. Tú eres aceptado, a la vez que aceptas a la otra persona. El autor no es un idealista redomado, que de haberlos haylos, sino que escribe:
Los verdaderos amigos se aman, aunque todos seamos un poco raros. Aceptamos los errores de los demás y su forma de ser única. Hay una tremenda aceptación y una seguridad profunda en una amistad verdadera.
¿Un poco raros? A veces los amigos son/somos más raros que un gato verde.
Los amigos de verdad se sirven unos a otros… Pones sus intereses por encima de los tuyos, y es algo recíproco… Los verdaderos amigos celebran junto al otro. Apareces en los eventos importantes de la vida del otro. Te alegras con las victorias del otro.
A estas alturas ya habrás notado la cantidad de veces que el autor aclara: amigos de verdad, verdaderos amigos, amistad verdadera… Y parece obvio que, si hay una amistad verdadera, es porque en el lado oscuro tenemos a una amistad falsa. No te sorprendas, no quemes tu portátil, no te tires de los pelos, ni te meses la barba, nadie tiene la culpa… los amigos falsos existen. ¡Que se lo digan al hijo pródigo! (Lc. 15:11-32) Seguro que no le faltaron “amigos” (con muchas comillas) mientras “desperdició sus bienes viviendo perdidamente”. Ya lo dijo el Cohelet, “cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen” (Ec. 5:11). Cuando se le acabó el dinero, también los falsos amigos se esfumaron.
Hoy la amistad falsa incluso se publicita en las redes sociales. Como lo oyes, ¡¡¡¡puedes alquilar un amigo!!!! Previo contrato (y pago) a través de una plataforma online, y por poco dinero tendrás un amigo… falso, postizo, irreal. Algunas webs (2) te ofrecen un pack y te alquilan una familia falsa al completo, actorazos de tomo y lomo. Si te apetece viajar a algún lugar puedes alquilar un compañero de viaje. Puedes alquilar a un amigo falso para explicarle tus problemas, para charlar, para decirle lo que no te atreves a decirle a tu jefe, etc. El fin, para muchos, es poder subir las fotos con el amigo falso a Instagram, Facebook, etc. El negocio funciona en países de todo el mundo. Si tienes que ir a una boda y no quieres ir solo, siempre podrás alquilar un amigo falsete, una novia irreal… Mientras tengas euros, dólares, libras… en la cartera, no hay problema. Se han dado casos como aquel que no tenía amigos para ir a su boda, y como no quería ser menos que su novia (ella sí que tenía un buen número de amigas) contrató a muchos amigos falsos, es decir, de pega. Y si a uno de ellos le sueltas más pasta, se convierte en tu mejor falso amigo y hasta te dedica una poesía en público. ¡Faltaría más! Para eso están los “amigos”. Puedes alquilar un amigo falso para que te dé un abrazo falso, o te diga unas palabras falsas de ánimo falso… pero luego debes pagarle con dinero de verdad, ¡no lo olvides! Puede parecer un detalle sin importancia, pero no lo es. Puedes acabar en una cárcel de verdad, de las auténticas, por impago.
No dudo que tal vez haya un componente positivo en todo esto, o que haya buena fe por parte de alguno de los creadores del negocio del alquiler de amigos. Por ejemplo, puedes contratar a un amigo para que te enseñe una ciudad, aunque no logro distinguir esta opción de la de contratar un guía turístico. O puedes contratar a un amigo falso para que te enseñe a tocar un instrumento musical, pero ¿no es lo mismo que clases de música particulares? Pero en mi opinión no debería haber gente falta de amistad verdadera. Aquellos que decimos seguir a Jesús deberíamos estar ofreciendo amistad de la buena, o como diría Gomaespuma, “cien por cien garantizada por el sindicato”. En Galicia vivieron durante décadas una parejita de ángeles canadienses, eran los misioneros Donald Stuckless y su esposa Bonnie. Ellos fueron un ejemplo enorme de amistad verdadera. Ganaron el derecho a ser oídos por medio de obras de misericordia y de amor, recogiendo chicos y chicas drogadictos, ayudándoles, devolviéndoles su dignidad, acompañándolos en el proceso de desintoxicación y rehabilitación. Donald y Bonnie ofrecieron a las personas una amistad sincera, real… aunque nadie quisiera seguir las huellas de Jesús, su amistad se mantuvo inalterable. Probablemente hayan sido los canadienses más amados por los gallegos.
Estoy convencido de que la falsedad que vivió el hijo pródigo se le vino abajo cuando todo lo hubo malgastado, cuando vino una gran hambre, cuando comenzó a faltarle, cuando deseó la comida de los cerdos, cuando nadie le daba… es ahí cuando tocó fondo y “volviendo en sí” (¡nos encanta esta expresión!) se dio cuenta de que había llegado la hora de volver a la casa del padre, donde había abundancia de realidad. Puedes ensayar tu mejor discurso, con la más delicada prosa, pero ante el Amor del Padre entenderás que sobran las palabras, y que solo hay lugar para fundirse en un abrazo con sabor a verdadera eternidad.
Frente a la amistad falsa que se cuela en todos los lugares, y ahora hasta se convierte en negocio, una amistad verdadera. Para no tener que inventar un Día mundial de la amistad falsa, promovamos la amistad real, la que compartió Jesús caminando entre nosotros. Según Hybels, estas son algunas de las características de la amistad verdadera:
Conocer y ser conocido; aceptar y ser aceptado; amar y ser amado; servir y ser servido; celebrar y ser celebrado… ¿Quién no querría experimentar una amistad así? Nuestras vidas serían más ricas. A menudo, sin embargo, nos acomodamos en “amistades” que están muy por debajo de ese estándar.
¿Estoy ofreciendo verdadera amistad, sin esperar nada a cambio? ¿Conozco y acepto a mis amigos a pesar de sus rarezas y siendo consciente de las mías? Y para los/las que peináis canas (o ya ni peináis), ¿recordáis cómo continuaba aquel viejo himno “Yo tengo un amigo que me ama”? ¿Jesús es tu fiel amigo?
Notas
- (1) Hybels, Bill. Simplifica- Diez principios para aliviar tu alma (Illinois; Ed. Tyndale House Publishers, Inc, 2014), pp. 173-174.
- (2) He decidido no mencionar estas webs, Apps, etc., a conciencia, porque no es mi intención promocionarlas.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Kalei2Kopio - Feliz día del amigo falso