Entrevista a líderes de los pueblos evangélicos tojolabales

Desempolvo una antigua entrevista(*). Lo hago motivado por la noticia aparecida en la edición de Protestante Digital del pasado viernes (**). El lugar de la conversación en marzo de 2001 y el de la reciente nota informativa es el mismo: Las Margaritas, Chiapas. El municipio de Las Margaritas es, después de Chamula, en donde históricamente más han tenido lugar diversas acciones violentas en contra de los evangélicos.

07 DE FEBRERO DE 2009 · 23:00

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Así lo demuestra la bien documentada investigación colectiva encabezada por Carolina Rivera Farfán, Diversidad religiosa y conflicto en Chiapas. Intereses, utopías y realidades (México, UNAM, 2005). Mi intención al realizar la entrevista fue escuchar a los perseguidos, conocer su percepción, y echar luz sobre acciones ominosas padecidas por esos indígenas evangélicos. Hablamos con Antonio Alfaro, es pastor de la Iglesia Presbiteriana Renovada, de esta zona de Las Margaritas, Chiapas. Pertenece a un Presbiterio, en proyecto todavía, chiapaneco, porque apenas tiene dos años que comenzó a formar un proyecto para tener un Presbiterio Renovado en este estado. Tiene 26 de años de trabajar en el ministerio del Señor y ha sido para el una larga experiencia que el Señor le ha dado, trabajando en su obra la mayor parte de nuestro tiempo. Estuvo doce años trabajando en la selva, cuando allá apenas había una sola iglesia. Carlos Martínez García: ¿En qué parte de la selva? Antonio Alfaro: De aquí al sureste de esta cabecera municipal de Las Margaritas, es allí donde comencé a trabajar. Yo nací en una comunidad de la selva muy pequeña, apenas con unos ochocientos habitantes. En este lugar no se conocía el Evangelio, era totalmente desconocido. CMG: ¿Me puede decir el nombre de la comunidad donde nació? AA: Se llama Ojo de Agua, y se encuentra en este municipio. En ella no había evangélicos. Nosotros fuimos los primeros, gracias a Dios, yo, mi padre y uno de mis hermanos, que nos convertimos al Señor Jesucristo. CMG: ¿En la Iglesia presbiteriana? AA: Sí, en la Iglesia Nacional Presbiteriana. Entonces con mis padres comenzamos la obra evangélica en nuestra comunidad, y de allí comenzó a difundirse la Palabra del Señor hacia la pura selva, más adentro, cuando en ese tiempo no había caminos (estamos hablando de 1969). Totalmente no había caminos, y teníamos que caminar dos días (unos ochenta kilómetros) de aquí –Margaritas- a la comunidad de Ojo de Agua. En esta ciudad había una iglesia, habían entrado muchos a ayudarnos para el crecimiento de la obra allá. Dios me llamó, yo fui el primero que comenzó a dirigir cultos en Ojo de Agua junto con mi familia. Oré para que se convirtieran mis hermanos, que también eran borrachos al igual que mi padre. Mi familia estaba derrotada por el vicio, mis padres tomaban demasiado, hacían fiestas, adoraban santos. A media comunidad había una gran piedra, que medía como unos cuatros metros cuadrados y decían que era Dios, le hicieron una casa y allí hacían borracheras, se peleaban y había mucho desorden. La creencia de brujería en esa comunidad fue disminuyendo cuando el Evangelio entró y, a más tardar en cinco años, la comunidad en su mayoría se convirtió al Señor, gracias a Dios. Hicimos un pequeños templo y después me fui a vivir más adelante, el Señor me llevó más adelante, donde fuimos a poblar. Tiramos árboles y empezamos un poblado completamente nuevo, iniciamos obra evangélica. Nos fuimos para abajo, mi hermano y yo a predicar el Evangelio, íbamos caminando. CMG: ¿Qué nombre le pusieron al nuevo poblado? AA: Santa Ana, todavía municipio de Las Margaritas. Este trabajo, el de evangelización, llegó a entroncar con el municipio de Ocosingo y la Selva Lacandona. Ya no pudimos comunicarnos con los lacandones por el idioma. Nuevamente nos fuimos para arriba, rumbo a Ocosingo, luego pasamos a Las Margaritas y unas partes del municipio de Comitán y el de Teopisca. Llevamos la semilla del Evangelio por todos lados. CMG: ¿Y en todos estos lugares fueron construyendo templos? AA: En cada lugar íbamos haciendo obra, levantando iglesia y quedaban templos. CMG: ¿De la Iglesia Nacional Presbiteriana de México? AA: Sí, en su mayoría la selva es de esta Iglesia. Hay como entre cuarenta y sesenta iglesias de la INPM. Ellas son parte de nuestra labor que el Señor nos permitió trabajar muchos años, la mayor parte de nuestro tiempo yendo a pié. Es ya hasta 1984 que comenzaron a entrar caminos por toda la selva, entonces ya comenzamos a ver más fácil la salida para transportarnos a la ciudad, llevar otras cositas y llevar el Evangelio por otras partes. Pero en el principio era totalmente difícil, tuvimos que caminar en partes donde ni a caballo podíamos pasar. Había ríos que no se podían pasar tan fácil, teníamos que quitarnos la ropa y pasar nadando porque no existían caminos. Para 1994, cuando fue el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el Evangelio había crecido muchísimo. De lo contrario entonces hubiera sido un poquito más fuerte el levantamiento del grupo armado, porque entonces toda la gente hubiera tomado las armas. Pero por su fe, por su religión, ignoraron o no sabían si era bueno o malo tomar las armas. No quisieron ellos involucrarse. Se desplazaron aquí a la ciudad de Margaritas. En un censo que nosotros levantamos, para solicitar apoyo del entonces gobernador, nos dimos cuenta que había nueve mil evangélicos provenientes de la selva. Dimos gracias al Señor, nos gozamos, porque era el fruto del trabajo de varios años. Ya no eran nada más de la Iglesia Nacional Presbiteriana, sino había pentecostales, había adventistas. Nos gozamos porque el Evangelio creció en la selva, y ha crecido todavía más en estos últimos años. Después comenzamos a ver que se desató una terrible persecución, que ya venía desde 1970, aquí alrededor cuando el Evangelio comenzó a entrar en las comunidades comenzaron a perseguir a la Iglesia. No había ni quien asesorara a los perseguidos, los pastores tenían mucho temor, mucho miedo. Juntamente con los nuevos convertidos buscaban otro lado por dónde irse. Hay muchos que viven en la selva que salieron de su comunidad, alrededor de aquí de Las Margaritas, y se fueron más adentro de la selva porque no pudieron regresar, no pudieron pedir justicia al gobierno y el gobierno tampoco hacía justicia, no nos hacía caso. Entonces todo esto los llevó a salir definitivamente de sus comunidades, sin haber quien los apoyara. Mucha gente sufrió muy gravemente, más que ahora que hay un pastor, una organización, una autoridad que más o menos los apoya, los oye. En aquel tiempo había un abandono terrible de los indígenas, una marginación que se vivía hasta lo sumo. Si hasta el día de hoy existen las marginaciones, pues imagínese para 1970. Las persecuciones entonces prevalecían, cuando el Evangelio... CMG: ¿Quiénes hacían las persecuciones? AA: Las persecuciones las hacían los católicos tradicionales, los que adoran ídolos, beben licor y obligan a la gente a permanecer en su misma costumbre, en su misma creencia. Van en busca de los santos lejos y le llaman romería, y tienen que hacer cooperaciones todos juntos y por eso no quieren que nadie se desligue porque tienen que hacer una cooperación para ir a buscar santos lejos, por ejemplo, para traerlos y hacer que llueva. Entonces ellos tienen que amarrar a toda la gente en cada comunidad para que esté comprometida a hacer el gasto, juntos todos, y que nadie se desligue. Cuando uno se convierte al Señor para ellos se está rompiendo ese acuerdo que tienen, que nadie se desligue de la comunidad, que nadie cambie su costumbre, que nadie cambie su religión. Entonces cuando alguien lo hace allí comienza la persecución lo agarran, lo meten a la cárcel, lo golpean, hasta que renuncie a su fe. Y como el que ya aceptó a Jesucristo no renuncia a su fe, sostiene su fe hasta la muerte, aunque los golpeen. Muchos grupos tuvieron que soportar golpes de látigos, bofetadas, patadas y hasta que los dejaran medio muertos. Entonces les dicen, bueno vas dejar tu fe y el creyente dice no, mátame mejor pero yo no renuncio a mi fe, lo que ya tengo en mi corazón nadie lo puede quitar. Han quedado algunos vomitando sangre por los golpes, y los meten en la cárcel para ver si, en un momento dado, al sentir los muchos golpes, la mucha presión, ellos renuncien a su fe. Pero no lo hacen, muchos prefieren salir, y si ya no hay quién los apoye para que regresen a sus casas salen de una vez. Porque muchas veces las autoridades en el pasado avalaban a los que estaban expulsando porque eran mayoría, entonces los creyentes eran totalmente despreciados y aún más agredidos porque no había ningún apoyo de las autoridades, no buscaban una paz, no buscaban una justicia. No hacían justicia, sino más bien dejaban que los evangélicos sufrieran hasta los sumo. Las autoridades decían que no había necesidad de estar sufriendo, decían que no aceptáramos una nueva religión y punto. En cierta ocasión un presidente municipal llegó a decir que él no creía en Dios, que él podía ser el mismo Dios, y se le regaló una Biblia, subió sobre ella y la pisoteó. Dios hizo la justicia, nosotros no tuvimos que hacerla. Un grupo en 1998 fue expulsado de Saltillo, aparte de las muchas otras expulsiones que hubo en La Libertad, Plan de Ayala, en La Ilusión, en Jalisco, en Paraíso, en Francisco Madero, en Espíritu Santo, en Gabino Vázquez. Dios tomó carta en el asunto y a los ochos días este señor que se subió en la Biblia murió, fue a inaugurar una carretera, o una escuela, en la montaña y se cayó y quedó muerto. Se une a esta entrevista Tomás López, de Chacalá, Saltillo. En 1999 aceptó el Evangelio. Es técnico de salud, en enfermería. Estuvo trabajando en una comunidad que se llama Chiapas, donde la mayoría son evangélicos. Son pentecostales, presbiterianos, también hay testigos de Jehová. Allí pasaban a predicar en la institución donde él estaba trabajando, pero no aceptaba porque no creía que hubiera un Dios verdadero. Entonces un hermano, que se llama José y es pastor de la Iglesia Tojolabal Presbiteriana Renovada, le predicó y Tomás López aceptó el Evangelio. Poco después fue a su comunidad, a sembrar lo que había escuchado de las cosas de Dios. Ahí vivía y predicaba, pasaba casa por casa a predicar el Evangelio. Algunos aceptaron, su papá y su mamá eran católicos, pero su mujer y él eran evangélicos. Ya no hacían lo que les decían, que fuesen a la fiesta, a la romería. Su papá le echó de la casa, y se fue con una tía a vivir. Poco después a la comunidad no le gustó la forma en que estaba adorando a Dios. Lo que hizo la comunidad fue expulsarless, fueron expulsados en 1999, y se fueron a la cabecera municipal. Como el gobierno de ese tiempo no actuaba, avalaban a los católicos porque eran mayoría. Tuvieron así que salir de la comunidad, para ir a poblar un nuevo anexo, que se llama anexo Chacalá de Saltillo. Desde esa fecha su mujer y él se fueron, su papá se quedó en el otro lugar porque era católico, igual que su mamá. Su hermana sí está en el anexo en el que él está. Ya son como unas cincuenta familias evangélicas, y ningún católico, hay Iglesia de Dios, Renovación en Cristo y Presbiteriana Renovada. CMG: Vamos a pasar a lo que está sucediendo actualmente. Pero antes, por favor, díganme ¿por qué nace la Organización de los Pueblos Evangélicos Tojolabales, y cuáles son sus objetivos? AA: Desde los años 1990 y antes, comenzaron a surgir muchas organizaciones que fueron teniendo una presencia muy activa en el estado. Los evangélicos ignorábamos que podíamos ser una organización, porque pensábamos que era meterse directamente a las
 
prácticas o ideologías políticas, y que no debíamos hacerlo. Por mucho tiempo cada iglesita que era expulsada, su pastor y la iglesia se quedaban solos y tenían que sufrir. Buscaban en todas las iglesias que los apoyaran con comestibles, ropa, cobijas para proteger la vida de nuestros hermanos. Viendo que todo esto pasaba y se defendía cada uno como podía, un día nosotros comenzamos a pensar –junto con unos ancianos de la Iglesia El Divino Salvador, localizada en el ejido Chiapas- y una iglesia de aquí del barrio de San Sebastián que se llama Príncipe de Paz, que ya no siguieron después en la organización, que era bueno que nosotros nos organizáramos para tener una presencia formal ante el gobierno y otras organizaciones que ya existían. Vimos que en toda la trayectoria de la persecución que una de las organizaciones que ha provocado más expulsiones es la llamada CIOAC oficial (Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos). Realmente dijimos de qué manera nosotros vamos a tener presencia, porque cada uno se defiende por su lado, y somos cuerpo de Cristo que podemos también nosotros defender la causa de nuestros hermanos. Es justo que nosotros nos organicemos como evangélicos, aunque no todos entendieron esto, hubo un grupo como de 1800 a 2000 personas que estuvieron de acuerdo que se registrara una organización. Comenzamos a pensar qué nombre se le iba a dar y decidimos que se llamara OPET, porque en toda esta zona de Las Margaritas la mayoría son tojolabales. Registramos nuestra organización en 1998. La idea empezó en 1990, pasaron varios años tratando de convencer a la gente. Nuestra organización está registrada legalmente, gracias al Señor, es una asociación civil. Buscamos a un asesor que nos ayudara a registrarnos, no conocíamos a otro mas que al licenciado Abdías Tovilla Jaime de San Cristóbal de Las Casas. No pudimos jalar a otro porque no lo conocíamos. La organización se enfocó a que tuviera áreas para que buscaran el bienestar, el beneficio, del pueblo evangélico tojolabal. La finalidad fue que en los casos de expulsiones tengamos nosotros una presencia formal para poder estar frente a la situación, para apoyar a nuestros hermanos en la defensa de su vida, de su integridad, ir ante el gobierno para solicitar su intervención en los casos que suceden. Tenemos áreas de defensa de los expulsados, una agrícola, una de educación, otra de salud. Estas áreas se contemplaron para que la organización pudiera buscar estos beneficios con gobiernos, con iglesias en el extranjero. Pero todo pensando en la vida de nuestros hermanos, que desde muchos años atrás habíamos visto sufrir, estar bajo el sol, estar bajo algunas carpas, estar poblando bajo los árboles en un poblado nuevo. Incluso hay un grupo que está viviendo en la ciudad de Comitán, que tiene como cuatro años que salieron y nadie los ayudó. Están alquilando casas hasta el día de hoy, y no tienen dónde vivir. Las mujeres trabajan lavando ropa ajena. CMG: ¿Este grupo de dónde fue expulsado? AA: De la Ilusión, municipio de Las Margaritas. Se quedaron viviendo en Comitán. No hubo ninguna iglesia que se ocupara de ellos. Apenas tiene dos años que yo comencé a informar de que hay un grupo allí de hermanos. Tienen su templecito alquilando una casa para los cultos. La verdad dan compasión porque no tienen más recursos. En Comitán trabajan como ayudantes de albañil, ganan de mucha suerte cuarenta pesos o sesenta diarios. Pertenecen a la Iglesia Renovación en Cristo. Entre ellos hubo muertos cuando salieron, la gente fue tan agresiva, tan mala, que ya no pudieron hacer más. En ese tiempo las autoridades no les ayudaron. Existen muchos expulsados que dejaron su casa, y posteriormente, del 90 hacia delante, hubieron muchas comunidades (como el caso de Santa Rita, Sonora) a las que les quemaron sus casas. CMG: ¿En la mayoría de los casos los expulsadores han sido de la CIOAC? AA: Sí, la CIOAC oficial. Tomás puede decir más que yo porque el perteneció a esta organización. TL: En esta organización la mayoría son puros indígenas, puros tojolabales igual que la OPET. Nada más que la OPET está formada por evangélicos y la CIOAC por católicos. CMG: ¿Se identifica la CIOAC con algún partido político? TL: Sí, está identificada con el Partido de la Revolución Democrática. AA: Decimos con toda seguridad que la mayoría de las expulsiones en esta zona han sido por parte de la CIOAC. Lo sabemos porque hemos estado en estas situaciones, dos o tres pastores que nos hemos metido a ver los asuntos, y juntos hemos sufrido. Toda la provocación proviene de CIOAC oficial, porque también esta la CIOAC independiente. A la CIOAC oficial la representa Luis Antonio, alias el “Camarón”, y Miguel junto con otros cuatro varones. La CIOAC independiente la representa el señor Límbano, que es el más conocido de los líderes. La independiente simpatiza con el EZLN, pero no están integrados formalmente. La CIOAC oficial es como si hubiera defraudado a los zapatistas. Lamentablemente de ellos han venido las expulsiones, todo el tiempo que surgen las expulsiones los de la CIOAC oficial están antes y después. Últimamente se han dado a la tarea, cuando hay un grupo de evangélicos, mandarlos a un anexo. CMG: ¿Cuando dice mandarlos a un anexo, se refiere que los sacan del poblado principal y los llevan a un lugar a las afueras del mismo? AA: Sí, los apartan de los católicos. Han sufrido los evangélicos como si fueran leprosos. Entre los expulsadores hay priistas, pero podemos decir que en su mayoría son de la CIOAC oficial. CMG: Ahora vamos a hacer un gran salto al problema actual. Entiendo que el 23 de febrero se dio una expulsión en Justo Sierra. AA: El día 23, con mucho dolor de mi alma yo supe la noticia como a eso de las once de la noche, llegó una de las personas que huyó de las manos de los enemigos en Justo Sierra, de la organización que hemos estado mencionando, llegó a la casa a decirme pastor qué vamos a hacer porque ya agarraron a los evangélicos de Justo Sierra. Yo dije hermanos qué vamos a hacer a esta hora, nadie nos va a atender, pero busquemos al delegado de gobierno tal vez él esté todavía en la delegación o en su casa para que nos instruya qué podemos hacer a estas alturas. Estábamos seguros de que no nada más los habían capturado sino que los estaban golpeando. Rápidamente tomé el teléfono y comencé a buscar al delegado y sí estaba. Él me dijo: “pastor qué podemos hacer, ahorita tenemos totalmente prohibido mover a Seguridad Pública y cualquier servicio de esta naturaleza debido a la salida de los zapatistas. Entonces no podemos movernos, ni usted ni yo”. Nos fuimos a la casa y nos pusimos a orar, después de la oración alguien propuso irse con su camioneta hasta Justo Sierra, para ver qué está pasando con nuestros hermanos. En eso estábamos hablando cuando llega otro hermano, que había escapado de allá, y vino a Margaritas. Nos dijo que ya los estaban golpeando gravemente. Se fue una comisión para ver lo que estaba pasando. En lo que la comisión iba ya se habían escapado otros, se cansaron de golpearlos, los dejaron tirados, medio muertos, les dieron patadas, bofetadas, los apalearon y pegaron con otros objetos que tomaron para atacar a nuestros hermanos. Nuestros hermanos venían con dolores en su cuerpo. Gateando alcanzaron la carretera y buscando la manera de salir al camino para que algún carro los recogiera. Temían que los iban a matar de una vez. Amaneciendo llegaron a Comitán. Cuando llegaron me dio mucha tristeza porque estaban con la cara morada por la hinchazón. Sus ojos no se les veían, los tenían cerrados por los golpes. Como ocho de ellos fueron los muy golpeados, dieciséis fueron golpeados, pero ocho resultaron con más lesiones. CMG: ¿Sólo varones o también mujeres? AA: Solamente varones. Los llevamos al Ministerio Público y los graves al hospital. Entonces el delegado del estado comenzó a intervenir en el asunto y a ver por la vida de los golpeados. En el hospital no los querían atender, nada más una lavadita les dieron porque no llevaban dinero. Fuimos otra vez con el delegado y le dijimos que cómo era posible que a nuestros hermanos los van a echar a la calle porque no llevan dinero, se trata de una persecución. El delegado rápidamente intervino y habló con el jefe del Hospital General de Comitán, para que atendieran a nuestros hermanos. Fue entonces que los atendieron ya mejor. Se integró la averiguación, pero hasta el momento todavía no hay... CMG: ¿Se sabe quiénes fueron los agresores? AA: Tenemos todos los nombres, de momento no tengo la lista, de los golpeadores y de los responsables que autorizaron las agresiones. Fue el comisariado ejidal el que organizó todo, el presidente de la comunidad. Pertenecen a la CIOAC oficial. CMG: ¿Cuáles son los motivos que los golpeadores aducen para sus acciones? AA: Bueno, el origen es por la fe, porque son evangélicos y no quieren que vivan allí, y porque no quieren aceptar un anexo donde los tradicionalistas se les da la gana. Para que no hubiera problemas los hermanos estaban dispuestos a aceptar un anexo, pero el anexo que les ofrecían no tenía condiciones para una buena vida. Como no aceptaron el anexo malo los sacaron a golpes. CMG: ¿Usted cree que la golpiza fue por ser evangélicos o por tener otra militancia política? ¿Los evangélicos simpatizan con algún partido político? AA: Los evangélicos comenzaron a ser más perseguidos porque votaron por Pablo Salazar Mendiguchía en las pasadas elecciones. La CIOAC también apoyó a Pablo. Pero varios hermanos que apoyaron a Pablo eran priistas. Pero el problema más bien es religioso, porque no aceptaron el anexo. Ellos no quieren a los evangélicos allí, eso es todo. CMG: ¿Por qué no los quieren, cuáles son las razones de fondo, qué está en el corazón de los que expulsan? AA: Vuelvo otra vez a decirle que la raíz está en que en cada comunidad hay firmada una acta, en la que nadie puede cambiar de religión sino que conserve la tradición. La tradición para ellos es una ley que se ha hecho más fuerte que las leyes de gobierno. Al quebrantar los evangélicos que aceptan a Cristo esa ley, han quebrantado la ley de la comunidad, y la ley de la comunidad que llaman una ley interna –que les está haciendo tanto mal- esa ley interna la hacen valer más todavía que la del país. Para ellos es más fuerte el acta que tienen elaborada en la comunidad que el artículo 24 de la Constitución mexicana. Para ellos quebrantar la ley interna es un delito muy grave, porque al no guardarla los evangélicos violan los acuerdos y se deshacen de la tradición. Ya no van a beber el aguardiente, ya no participan en las fiestas, ya no van a ser parte de la borrachera. Yo sé que una ley interna puede existir realmente, pero que proteja los derechos y no lleve a dañar a los mismos compañeros de la comunidad. CMG: Los expulsados, los que están refugiados aquí en Las Margaritas, a qué denominación pertenecen. AA: Hay de dos grupos, están los Adventistas del séptimo día y pentecostales. El grupo más grande es de la Iglesia de Dios Pentecostés de México, su pastor es Antonio Moreno que vive en Comitán. CMG: ¿Cuál es la solución a este tipo de problemas, qué se podría hacer para que ya no sucedan las expulsiones y las golpizas? AA: Cuando vemos que lamentablemente los diálogos no funcionan, el único remedio es aplicar la ley. Golpeados, expulsados, despojados de sus casas, con todos sus niños perdiendo la escuela (hay como treinta o cuarenta escuelantes, violando el artículo tercero de nuestra Constitución) y violando el artículo 24 y un montón de artículos de la ley penal, entonces no hay otra cosa que castigar. No pueden entender el diálogo, y está probado. Mientras no se haga al gusto de ellos no hay solución, entonces hecho el delito la solución es aplicar la ley. Sabemos que hay una propuesta del nuevo gobierno del estado de que hay un proyecto para educar a las comunidades sobre los derechos de la Constitución política, pero todavía no empiezan las pláticas educativas en las escuelas. Para el momento actual no hay otra cosa que aplicar la ley. Creemos que puede avanzarse orientando a la gente. Siempre he dicho que es necesario hacer una aclaración sobre la ley interna, porque esto es lo que mata a las comunidades. Ellos no saben hasta dónde pueden conservar su ley interna, ellos necesitan alguien que los capacite de la misma etnia tojolabal, que los oriente en cómo entender la ley interna. Es una necesidad muy urgente en esta región de Las Margaritas. CMG: Entre los expulsados hay pentecostales, adventistas, ¿cuántos son en total? AA: Son 130, hay como sesenta niños y niñas. Quiero señalar que es necesario ejecutar con toda urgencia el plan de orientación, y sobre todo la intervención urgente del gobierno para aplicar la ley y la justicia en el caso de nuestros hermanos evangélicos. CMG: ¿Otras organizaciones como la CIOAC independiente, las bases zapatistas, realizan expulsiones de evangélicos? AA: En ningún momento hemos tenido expulsiones de ellos. Inclusive en donde vive mi hermano Tomás que aquí está, que fueron expulsados en 1999 (aunque el problema inició dos años antes), estas organizaciones no participaron. Más bien se apartaron y nos dieron un acta en la que manifestaban que ellos no se meten en problemas religiosos, ellos persiguen la lucha de defensa de los compañeros campesinos para su bienestar social, pero en el aspecto religioso no se meten. CMG: ¿Tienen ese documento? AA: Sí, por allí tengo una copia. CMG: ¿En la zona tojolabal hay algunas bases zapatistas que sean evangélicas? AA: Sí las hay en algunas comunidades. Por ejemplo en una comunidad evangélica nueva llamada doctor Belisario Domínguez. Ellos hasta el momento pertenecen a la CIOAC independiente, que dirige Límbano. CMG: ¿A cuál iglesia pertenecen? AA: Son de la Iglesia Evangélica Presbiteriana Renovada. Son pocas las comunidades evangélicas que son bases zapatista. CMG: ¿Estas comunidades han logrado convivir bien con los católicos de la liberación? AA: Sí, han logrado llevar buenas relaciones. Porque ellos en algunos casos se inclinan a las cosas religiosas, y aprenden el respeto y entonces comienzan a vivir en paz en las comunidades. No hay ningún problema en la zona donde las comunidades evangélicas son bases zapatistas, se ha mantenida la paz. CMG: En nuestra conversación ha salido lo de la Iglesia Presbiteriana Renovada, ¿qué nos puede decir acerca de que sea renovada, en qué consiste esto? Entiendo que toman algunos elementos de la Iglesia Nacional Presbiteriana, pero otras cosas las agregan. AA: Somos presbiterianos porque mantenemos la misma forma de gobierno y las doctrinas fundamentales. Predicamos y enseñamos las mismas doctrinas. Renovada en el sentido de que nosotros, en el aspecto litúrgico, alabamos al Señor en un estilos pentecostal. Entonces nos distinguimos en nuestra liturgia. Esto fue a raíz de que se hizo necesario cambiar porque la iglesia estaba decayendo, y estaban ingresando muchos a la Iglesia Pentecostal. En las comunidades de sistema presbiteriano se estaban quedando solos los templos, con dos o tres familias, con veteranos nada más. CMG: ¿Quién y cómo empezó el movimiento de la Presbiteriana Renovada? AA: Un servidor, junto con otros, comenzamos a pensar qué hacer. Tuvimos pláticas con los ancianos de la iglesia en 1999. Les dije, vamos a hacer una cosa, Dios puede tener una solución yo no. Vamos a orar con un plan definido durante cuatro meses. En ese tiempo vamos a ver qué nos va a dar el Señor. No vamos a hacer lo que nosotros queramos sino lo que Dios quiera. Si Dios pone en nuestros corazones servirlo como los pentecostales, si por decir gloria a Dios, amén, aleluya, lleva a unos hermanos a otra iglesia porque no lo hacemos los presbiterianos. Si nosotros tenemos nuestras normas estrictas como prebiterianos, por otra parte en ninguna parte de las Sagradas Escrituras se nos limita a alabar al Señor conforme lo pidan nuestros corazones. Al hacer esto buscamos mantener a nuestros hermanos en armonía, sin necesidad de que se fueran a buscar a otra iglesia de los pentecostales. No porque las pentecostales sean malas sino porque nosotros también podemos alabar a Dios como ellos. Si Dios nos indica que esto es lo correcto, les dije, entonces lo haremos. Estuvimos orando el tiempo que acordamos, después celebramos reuniones congregacionales para ver si teníamos mayoría por la renovación, y que nos apoya la mayoría. Comenzamos a probar que Dios nos había respondido. Fuimos cambiando poco a poco, no de momento. En algunas comunidades tuvimos que ir a hablar de la visión que teníamos, y lo qué se había despertado en el interés de cada uno de los líderes. Tuvimos también aprobación y nos dijeron que siguiéramos adelante. En el momento que empezamos a alabar a Dios de la nueva manera, otros dijeron nosotros también lo vamos a hacer así. CMG: ¿Cuál fue la reacción de las autoridades de la INPM? AA: La INPM, en el aspecto presbiterial, aquí en Chiapas hay tres presbiterios (Centro-Norte, de la Costa y Fronterizo), hubo oposición. Comenzaron a amenazarnos de que nos iban a desconocer. Como después de un año, asistimos a una reunión, hablamos con ellos, les pedimos que nos dieran la libertad de alabar al Señor como habíamos decidido. Yo como pastor, y las iglesias que estaban de acuerdo conmigo: Divino Salvador, del Ejido Chiapas; la de Chacalá con todas sus congregaciones que son dieciséis, nos presentamos al Presbiterio para solicitar libertad y no la concedieron. Prefirieron desconocernos en julio de 1999. Nos formalizamos como presbiterianos renovados y nos dimos cuenta de que en San Cristóbal de Las Casas había iglesias que estaban haciendo lo mismo que nosotros, y sí estaban siendo permitidas por su Presbiterio. Al despedirnos el Presbiterio de aquí presionó al de allá para que desconocieran a los de San Cristóbal. Entonces los renovados de aquí junto con los de San Cristóbal acordamos formar un Presbiterio Renovado, que incluyera también a tzotziles y tzeltales. La idea es, después de que haya crecimiento, tener presbiterios renovados tojolabal, tzotzil y tzeltal. CMG: Si entiendo bien, el descubrimiento de la liturgia pentecostal fue realizado aquí, internamente, y después ustedes encuentran que hay otros presbiterianos que han hecho el mismo descubrimiento en otras partes. No es que vinieron de San Cristóbal a decirles sobre la nueva liturgia, sino que se encontraron que estaban sintonizados en la misma frecuencia. AA: Precisamente, exactamente así fue. Después tuvimos contactos con la Asamblea General de nuestra Iglesia Nacional Presbiteriana y pedimos que viniera a investigar las cosas aquí. Nos dijeron que no podían decir que habíamos cometido un delito. “Como directiva de la INPM nosotros no los desconocemos. Vamos a ver de qué manera los protegemos para que se lleven a cabo sus proyectos”. CMG: ¿Esto fue en una reunión de la Asamblea General? AA: Fue en una visita que realizó aquí la directiva. La fecha fue el 23 de abril del año pasado. En ese mismo año nos jurisdiccionaron a un Presbiterio Renovado de Campeche, entonces el estado de Campeche nos tomó a cargo para los procedimientos. Tenemos la esperanza de que muy pronto podamos ser un Presbiterio Renovado chiapaneco, para posteriormente hacer uno para cada etnia. CMG: ¿Entonces siguen formando parte de la INPM? AA: Sí, como Presbiterio Renovado. CMG: Pero los presbiterios de acá, de Chiapas, no los reconocen. AA: No nos reconocen, pero sí la Iglesia Nacional. CMG: ¿Se siguen reuniendo ustedes en los templos que son de la INPM? AA: Lo seguimos haciendo en los mismos templos, con la cobertura de la Iglesia Nacional. CMG: ¿No han formado otra asociación religiosa, una nueva? AA: Seguimos con el mismo registro de la INPM, porque tenemos su aceptación, de lo contrario nos habríamos visto obligados a registrar una nueva asociación religiosa junto con los de San Cristóbal. Pero no hubo necesidad porque la Asamblea General no nos desconoció, al ser aceptados nos quedamos con la cobertura de la Iglesia Nacional, no ya bajo un Presbiterio chiapaneco sino un Presbiterio Renovado de Campeche y así llenar los requisitos. De Campeche tenemos que traer autoridades para organizar iglesias, ordenar pastores y formar el Presbiterio. CMG: ¿Y por qué será que está creciendo este movimiento renovado entre las iglesias presbiterianas? AA: Bueno, la visión realmente se formó a raíz de una decadencia de la Iglesia presbiteriana entre los jóvenes. Éstos se nos estaban desparpajando, porque vivimos en un mundo moderno y ellos estaban más distraídos en el mundo y nada les atraía en la iglesia del sistema conservador. Los conservadores son muy delicados, se fijan que los jóvenes no lleguen con pelo largo, que las señoritas no se pongan pantalones, y un montón de leyes. Así mejor ya no llegan, se quedan viendo la televisión, se quedan en la calle. Todo esto trajo una visión de cómo atraer a los jóvenes a la iglesia, atraerlos hacia los pies de Cristo. Y que ellos mismos pudieran sentir pudieran desear... Ahora mismo tenemos sociedades de jóvenes en muchas partes, en las que ellos mismos tienen iniciativa de tener comunión con Dios por medio de la oración. Ellos hacen trabajos que deciden por sí mismos, y se está generándose un espíritu de servir al Señor por su propia iniciativa. No podemos dudar de que Dios nos dio esta visión para poder ayudar a la iglesia... Nosotros y nuestro hijos estamos contentos alabando al Señor. En el pasado de casi veintiséis años de mi tiempo de pastor, tuve hijos se hicieron grandes y mis hijos se estaban volviendo más mundanos que cristianos. Entonces, gracias al Señor, mis hijos ahora dirigen los cultos, tocan la guitarra, ellos tienen un corazón muy adentrado en las cosas del Señor. Tienen momento de adoración al Señor, que nunca habían experimentado, nunca habían derramado lágrimas por sentir la presencia de Dios. Ahora derraman lágrimas adorando al Señor, tocando su guitarra, dirigiendo los cultos con ánimo fervoroso y trayendo a muchos jóvenes a la iglesia CMG: Ya me dijo que la participación de los jóvenes es más entusiasta, ¿qué de la participación de las mujeres? AA: Nosotros nos hemos gozado viendo a mujeres que estaban pasando el tiempo, que ahora las estamos ocupando como misioneras. Ellas mismas en oración están buscando sus talentos, los han encontrado y Dios está usando a mujeres. En nuestro proyecto tenemos cinco misioneras que antes no habíamos podido tener, esto porque apenas teníamos con mucho sacrificio una misionera en un presbiterio de cuarenta y tantas iglesias. En pocas iglesias ahora tenemos varias misioneras que Dios está levantando. Hay más participación de las mujeres, que están buscando por su propia cuenta su ministerio en el Señor. CMG: ¿Tienen pastoras? AA: No tenemos, pero estaríamos abiertos a tenerlas. Ahorita no tenemos pastoras porque tememos que la Asamblea General nos destituya por aceptar pastoras, tenemos ese cuidado, sin embargo tenemos mujeres trabajando en la obra casi desempeñando el papel de pastor. CMG: No tienen el nombramiento de pastoras pero realmente realizan esa labor. AA: Sí, realizan la labor pastoral. Están trabajando como pastoras realmente. Desempeñan un papel tan importante, tan precioso, y están levantando obras que nunca habíamos pensado que podía hacerse. Ahora estamos viendo que las mujeres son tan importantes como otros ministerios que Dios ha dado. Hay ministerios preciosos que estamos descubriendo hoy, en oración. Realmente esto no es directamente de un Seminario, aunque nosotros seguimos creyendo que la preparación es indispensable, pero los ministerios se buscan en oración. Hemos tenido jóvenes que ellos mismos han descubierto su visión pastoral y los estamos enviando a un Seminario. CMG: ¿A cuál Seminario? AA: A uno que se llama Seminario Teológico Internacional Miguel Caxlán. CMG: ¿Este Seminario de qué Iglesia es? AA: Es un Seminario interdenominacional, perteneció al Sínodo de la Asamblea General, pero por recibir allí otras corrientes de liturgia excluyeron ese Seminario y quedó a nuestro favor, gracias al Señor. Estamos preparando jóvenes, hay como cuarenta tzeltales y tojolabales. Dios nos ha concedido que Puertas Abiertas nos apoye, esta organización internacional ha apoyado mucho al Seminario. CMG: ¿Cuántos jóvenes tojolabales estudian en el Seminario? AA: Como Presbiterio Renovado tenemos once jóvenes que están preparándose para pastores. Nunca habíamos tenido tantos. Antes tuve mucho problema para que me aceptaran un indígena tojolabal en el Presbiterio mestizo, pusieron muchas trabas. Pero oré por el hermano, yo necesitaba que Dios levantara un pastor entre los tojolabales. Dios lo hizo, permitió que José López Méndez se levantara y ahora él es pastor. La tojolabal es una zona muy marginada, muy pobre, y cómo ahora en su pobreza tenemos once estudiantes. La situación de pobreza sigue igual pero nuestra visión es diferente.
*) Las Margaritas, Chiapas, 9 de marzo del 2001. **) Chiapas: cárcel y multa para ocho indígenas por ser evangélicos, y renuncia a su fe por escrito para ser libres

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Kairós y Cronos - Entrevista a líderes de los pueblos evangélicos tojolabales