Martirio de Miguel Caxlán: vida, muerte y legado de un líder chamula protestante (III)

En sus constantes viajes al Soconusco Miguel Caxlán conoció a creyentes evangélicos, que trabajaban en las fincas, indígenas como él pero de otras etnias, sobre todo mames mexicanos y guatemaltecos. Ellos le predicaron con Biblia en mano, pero Miguel se muestra renuente al mensaje aunque acepta apersonarse en algunas reuniones de los protestantes. Le predica"/>

La conversión al `Jesús protestante´ de Miguel Caxlán

Martirio de Miguel Caxlán: vida, muerte y legado de un líder chamula protestante (III)

En sus constantes viajes al Soconusco Miguel Caxlán conoció a creyentes evangélicos, que trabajaban en las fincas, indígenas como él pero de otras etnias, sobre todo mames mexicanos y guatemaltecos. Ellos le predicaron con Biblia en mano, pero Miguel se muestra renuente al mensaje aunque acepta apersonarse en algunas reuniones de los protestantes. Le predica

24 DE MAYO DE 2008 · 22:00

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Entre 1940 y 1947 labora en las fincas, sin regresar a Chamula. En esos años su segunda esposa e hijos tienen enormes dificultades para subsistir y el tío de Miguel contribuye a paliar en lago la situación. Gossen es el único que consigna la actividad, 1947-1950, de Caxlán como obrero en la construcción de la carretera Panamericana, en el tramo de Tuxtla Gutiérrez a la frontera con Guatemala. También afirma que en tales años tiene una tercera mujer, pero no chamula, como las anteriores, ya que es zinacanteca.(1) En 1951 su relación con la mujer de Zinacantán concluye, en gran parte por los problemas de alcoholismo de Caxlán. Al regresar a Los Altos de Chiapas, a su poblado de origen, Miguel Caxlán lo hace con sensación de fracaso, su dependencia del alcohol es más fuerte que nunca. Lo sorprende que su segunda esposa y familia aceptan su regreso. En los años que van de 1951 a 1958 se establece en San Juan Chamula, donde realiza funciones de curandero. La recurrencia de su viejo problema con el consumo de posh intensos enfrentamientos con su esposa y parientes.(2) Se queda solo y con pocos horizontes de realización personal y aislado de su comunidad. Lentamente se gestan cambios en el panorama religioso de Los Altos de Chiapas, los cuales le facilitan a Miguel Gómez Hernández entrar en contacto con personas que le transmitirían un mensaje semejante al que había escuchado en las fincas cafetaleras por parte de indígenas evangélicos. En 1960 conoce, en San Cristóbal, a uno de los misioneros del Instituto Lingüístico de Verano, Kenneth Jacobs(3) (llamado por los indígenas Don Canuto), quien estaba iniciando la traducción del Nuevo Testamento al tzotzil de Chamula. Por un tiempo Miguel colabora con el misionero, y “así conoció Las Escrituras y creyó en Cristo con todo su corazón”, cuenta un documento que circula en fotocopias y de mano en mano entre los evangélicos tzotziles de la zona. Pero, como veremos más adelante, hay otra versión acerca de cómo tuvo lugar el involucramiento de Caxlán con el protestantismo. Para ubicar mejor la conversión de Caxlán es necesario retroceder un poco en el tiempo. En 1910 Manuel Molina Espinoza, originario de San Cristóbal de Las Casas, sale de ésta ciudad en busca de trabajo. Encuentra un empleo en ciudad del Carmen, Campeche, con el paso de los años se involucra en actividades de la Iglesia presbiteriana, donde “en el mes de abril de 1917 aceptó al Señor y se convirtió en creyente de Jesucristo”.(4) Al siguiente año, también en abril, regresa a San Cristóbal de Las Casas, con el fin de evangelizar a sus familiares. Sus padres. Guillermo Molina y Carmen Espinoza, responden favorablemente, y poco después lo hace su propia esposa. Las dos parejas son activas en la difusión de su fe, y logran algunos conversos, de tal manera que para 1921 ya existe un pequeño grupo que se reúne para tener cultos protestantes. La célula evangélica recibe un impulso organizativo con las vistas, a principios de los años veintes del siglo pasado, por parte del misionero tabasqueño José Coffin Sánchez. De acuerdo a los cánones presbiterianos el grupo primero es considerado misión, en febrero de 1926 se le reconoce como congregación y el 9 de octubre de 1939 recibe el rango de iglesia, con el nombre El Divino Redentor, que conserva hasta el día de hoy. En el proceso tienen parte, además de los creyentes de San Cristóbal, los misioneros Coffin Sánchez; y a partir de 1927 el matrimonio formado por John y Mabel Kempers, de la Iglesia Reformada en América. En 1947 se suma una nueva pareja misionera, Gerardo Van Engen y su esposa Ruth, quienes orientan su labor a tareas de capacitación del liderazgo. Al año siguiente queda como pastor Daniel Aguilar Ochoa, quien permanece en el puesto hasta el 31 de diciembre de 1968. Él se preocupó por evangelizar a los chamulas, pero sus esfuerzos tuvieron muy escaso éxito. Cosa contraria sucedió con los tzeltales, zona más alejada de San Cristóbal pero que resultó más hospitalaria a los trabajos del pastor Aguilar Ochoa. Una de las razones fue que entre los tzeltales Marianna Slocum, del Instituto Lingüistico de Verano, ya tenía casi una década de estar desarrollando sus labores de lingüista y misionera. Kenneth Jacobs y su esposa Elaine llegaron a Chiapas en enero de1953. Participaron en el llamado Campamento de la Selva, cuyo objetivo era “preparar traductores y alfabetizadores para vivir en asentamientos remotos e incomunicados”.(5) La misma fuente consigna que una vez cumplida su propia capacitación, el matrimonio Jacobs permaneció en el equipo del Campamento de la Selva durante los siguientes cinco años. Alternaban su tiempo con visitas a San Cristóbal, mientras exploraban oportunidades de trabajar entre los huistecos o los chamulas. La pareja rentó una vieja casa en Mitzitón, caserío donde habitaban algunos chamulas. Finalmente en 1957 el ILV les encomienda iniciar la traducción de la Biblia al tzotzil de Chamula. El primer colaborador de Kenneth y Elaine fue nada menos que Juan Pérez Jolote. El personaje vivió durante dos años con el matrimonio misionero, tiempo durante el cual la pareja tradujo la historia de su vida del español al tzotzil.(6) No lo dice Schreuder, pero es casi seguro que se trató del libro escrito por Ricardo Pozas. A la muerte de Pérez Jolote, en 1960 y por alcoholismo, su nuevo informante de la lengua es Domingo Hernández Aguilar del paraje Vinic Ton. De regreso a San Cristóbal, procedente de las fincas cafetaleras del Soconusco, Domingo Aguilar es contratado por los Jacobs como jardinero y cuidador de pollos, a la vez que colabora en mejorar el tzotzil de Ken. Alrededor de 1960, y con 39 años de edad, Domingo Aguilar se inscribe en la escuela nocturna Belisario Domínguez. En el plantel conoce a un indígena chol, Cristóbal Trujillo Díaz, quien también se había enrolado en la escuela para aprender español. Cristóbal era presbiteriano, y de manera natural, junto con otros temas de conversación, le expuso a Domingo Aguilar sus creencias religiosas. El creyente chol invitó a su amigo chamula, para que juntos fueran a la Iglesia Presbiteriana El Divino Redentor. Después de algunas negativas Domingo Aguilar aceptó y fue cautivado por lo que vio y oyó en el servicio religioso presbiteriano. Cristóbal Trujillo le obsequió una Biblia a Domingo y juntos la estudiaron por casi un año. La sorpresa y gozo del misionero conocido como don Canuto fueron grandes al enterarse de que su trabajador e informante asistía regularmente a la Iglesia presbiteriana. Por dos años Domingo Aguilar (Nachij y/o Tumin en tzotzil) estuvo estudiando la Biblia por sí mismo, hasta que en 1962 se convierte en creyente evangélico. Al poco tiempo él y Ken inician la traducción del Evangelio de Marcos al chamula. Con dudas y ciertos temores Domingo compartió de su nueva fe con su esposa, Verónica Hernández Caxtuli, quien era jilol, es decir chamán. Al principio ella fue renuente, pero después de varios meses y tras la evidencia de los cambios en la vida de su esposo, Verónica abrazo la misma fe. Antes de que la esposa de Domingo Aguilar tuviera su conversión, sucedió la de Miguel Gómez Hernández, cuñado del primero, ya que estaba casado con su hermana mayor. Aguilar siguió lo que antes el indígena chol Cristóbal Trujillo había hecho con él: invitó a Miguel Caxlán a la Iglesia Presbiteriana El Divino Redentor y le regaló una Biblia. Pero no siguió los pasos de su cuñado, continuó con sus creencias tradicionalistas y su problema de alcoholismo. Después de un año de asistir con cierta regularidad a El Divino Redentor, y de intercambiar puntos de vista con su cuñado presbiteriano, Miguel Caxlán tuvo su propia conversión en 1963. Abandonó su puesto de jilol para hacerse predicador evangélico. Por un corto tiempo colaboró en la traducción del Evangelio de Marcos, al lado de Ken Jacobs y Domingo Aguilar. El cambio en la vida de Miguel Caxlán fue radical, dejó de beber el embriagante posh, tan omnipresente en la vida de los tzotziles desde su niñez y que causa altas tasas de alcoholismo en la población. Cuando viajaba de Chamula a San Cristóbal visitaba el templo presbiteriano El Divino Redentor, donde le sorprendió ser bien recibido por los caxlanes coletos. Es necesario recordar que hasta hace más o menos tres décadas los indígenas tenían que bajarse de las aceras cuando sobre ellas caminaba un mestizo o blanco, y de no hacerlo recibían insultos racistas y humillantes. Esa ominosa realidad fue plasmada literariamente por la escritora Rosario Castellanos, en su libro de cuentos titulado Ciudad Real. Por lo tanto para Miguel fue muy aleccionador saberse bienvenido, reconocido y abrazado por personas que no eran indígenas y que además le llamaban hermano. Son los nombres antes mencionados, el de Domingo Aguilar y Miguel Caxlán, de quienes hay claras evidencias de su conversión al protestantismo y por esto son considerados los primeros chamulas evangélicos. Pero existen datos fragmentarios que apuntan hacia que antes de ellos ya había presencia de protestantes en Chamula. No sabemos quiénes fueron, pero sí es posible decir que existieron a partir de lo señalado por los datos del Censo de Población de 1950. De acuerdo con tal fuente en ese año había en el municipio 19 protestantes. Una década después, en 1960, el Censo carece de datos al respecto. En 1970 el reporte es de 38 personas que dijeron ser protestantes. En realidad había más chamulas que habían dejado el catolicismo tradicional, pero por los hostigamientos y persecuciones se encontraban en el exilio.
1) Op. cit., p. 221. 2) Ibid., p. 222. 3) A esta persona la confunde Antonio López Meza y la convierte en dos hombres distintos: Kenek (sic) y Canuto, en Sistema religioso-político y las expulsiones en Chamula, Tuxtla Gutiérrez, Gobierno del Estado de Chiapas, 2002, p. 189. 4) Hugo Esponda, El presbiterianismo en Chiapas, orígenes y desarrollo, México, Publicaciones El Faro, 1986, p. 86. 5) Alan J. Schreuder, A History of the Rise of the Chamula Church, tesis de maestría, Fuller Theological Seminary, Pasadena, California, 2001. 6) Ibid., p. 42.
Artículos anteriores de esta serie:
1La vida de Miguel Caxlán
2Miguel Caxlán vuelve a Chamula

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Kairós y Cronos - La conversión al `Jesús protestante´ de Miguel Caxlán