Azusa Street: evangelizar el mundo (II)

En los casi tres años que duró el auge de la Apostolic Faith Mission (1906-1909) de manera espontánea sus congregantes decidieron ir a otros lugares, cercanos y muy lejanos, para evangelizar y anunciar que el bautismo en el Espíritu Santo -con el hablar en lenguas como evidencia inicial de haberlo recibido- había sido restituido y esto señalaba un cambio muy importante tanto para los creyentes como para el futu"/>

Evangelistas «made in» Azusa St.

Azusa Street: evangelizar el mundo (II)

En los casi tres años que duró el auge de la Apostolic Faith Mission (1906-1909) de manera espontánea sus congregantes decidieron ir a otros lugares, cercanos y muy lejanos, para evangelizar y anunciar que el bautismo en el Espíritu Santo -con el hablar en lenguas como evidencia inicial de haberlo recibido- había sido restituido y esto señalaba un cambio muy importante tanto para los creyentes como para el futu

18 DE NOVIEMBRE DE 2006 · 23:00

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Thomas Hezmalhalch (1847-1934). Originario de Inglaterra emigra a Estados Unidos en la década de los 80’s del siglo XIX. Antes de involucrarse con la Apostolic Faith Mission, fue un predicador del movimiento de santidad. Identificado plenamente con las enseñanzas de William Seymour, Thomas, quien fue bautizado en el Espíritu en el verano de 1906, ocasionalmente predica en la misión, como lo hizo el 18 de abril de 1907, cuando basa su sermón en 1 Pedro 2:9 (“Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable”, NVI) y establece un paralelismo entre ese pasaje y los pentecostales de Azusa, quienes son “un pueblo especial, porque otros que carecen del don de lenguas no los valoran”. A los sesenta años inicia una nueva etapa de su ministerio en Sudáfrica, trabajo en el cual colabora estrechamente con él John G. Lake (1870-1935), nacido en Ontario, Canadá. Hezmalhalch traza una línea de continuidad entre su obra y la del sur de California cuando “bautiza” el ministerio en el país africano con el nombre de South African Apostolic Faith Mission. Es notable que en una nación donde las personas eran segregadas racialmente, Thomas y Lake impulsaran iglesias interraciales, con lo que dejan sembrado un sentido de protesta implícita contra una sociedad organizada injustamente. Martin L. Ryan. Pastor de una iglesia de santidad en Salem, Oregon, que viaja a la misión de Azusa y ahí recibe el bautismo del Espíritu Santo en agosto de 1906. Regresa a Salem con una nueva visión y comienza a publicar el periódico Apostolic Light. En sus comunicaciones con el grupo de Seymour solicita le envíen personas para que le apoyen en el trabajo de avivar a su congregación. Los refuerzos pedidos llegan, mayormente mujeres, entre ellas Ophelia Wiley, y Florence Crawford junto con su hija Mildred. Poco después Ryan se traslada a Spokane, Washington, donde dirige un ministerio eclesial y capacita personas para que le acompañen en un viaje misionero a Japón. En mayo de 1907, junto con treinta personas, sale para el país oriental. Lucy Leatherman. Viuda de un médico, Lucy era singular entre los congregantes de Azusa por su preparación escolar. Originaria de Indiana, tuvo estudios universitarios y en una escuela bíblica. Mientras oraba por ella en la misión angelina Lucy Farrow, y mediante imposición de manos, Leatherman recibió el don del Espíritu Santo. Viajó como casi ningún otro misionero salido de Azusa Street. Su ministerio se desarrolló en cuatro continentes y en más de diez naciones, en sus capitales y en poblaciones rurales. La pastora afroamericana e historiadora Estrelda Alexander, autora de la investigación más exhaustiva sobre las mujeres que fueron parte en el avivamiento de Azusa, apunta que la misionera Lucy “se engarzó por completo a la cultura de las sociedades en las cuales desarrolló su ministerio, lo hizo vistiendo las ropas nativas”. Antes de iniciar su periplo misionero internacional, Lucy, junto con otros o sola, realizó obra pentecostal en Oakland, California, en distintas ciudades de Colorado, en Connecticut, y en New York. En esta ciudad participó en reuniones revivalistas encabezadas por Maud Williams. Uno de los asistentes, el líder del movimiento de santidad noruego, Ball Barrett, recibió el bautismo del Espíritu Santo cuando Leatherman oró por él y le impuso las manos. Barret regresó a Noruega y bajo su liderazgo el pentecostalismo se esparció por su nación y varios países de Europa. En 1907 Lucy Leatherman inicia sus viajes al extranjero, “por fe y sin una organización detrás” que la respalde económicamente. En enero de ese año llega a Egipto, tiempo después aparece un reporte suyo en The Pentecost, bajo el título “Avivamiento apostólico en Egipto”: “Magnifiquen al Señor conmigo por el gran avivamiento en Egipto. Multitudes han sido salvadas, santificadas y bautizadas con el Espíritu Santo y fuego. Hemos tenido que ampliar las instalaciones de la misión y debemos vivir a la intemperie. Dios mediante, tan pronto como lleguen misioneros de Estados Unidos, yo me voy a un nuevo campo de labor en cuanto el Señor abra el camino. Creo que Arabia es donde mi Padre me enviará. Oren por mí”. En mayo de 1907 la encontramos en Jerusalén, de aquí viaja a otros países cercanos, como Líbano, y regresa a la ciudad llamada santa. En el verano de 1909 ya está instalada en Shangai, China, y poco más tarde en Japón. Para febrero de 19010 su base es Manila, Filipinas. En agosto de 1912 visita Siria. A partir de entonces intercala sus múltiples viajes misioneros con visitas a Estados Unidos. El personaje merece un buen estudio, en el que se haga un seguimiento detallado de sus tareas evangelísticas en los lugares donde realizó su ministerio. En cuanto a Latinoamérica, Leatherman estuvo unos pocos días en Perú. En mayo de 1917 desembarca en Valparaíso, Chile, a donde llega como misionera de la Iglesia de Dios (Cleveland, Tennessee), a la que se había afiliado parece que un año antes. Al llegar comprueba que en la ciudad ya existe la Iglesia metodista pentecostal de Chile, iniciada casi una década antes por H. C. Hoover y su grupo. En Chile la ya experimentada misionera “queda tan impresionada por la obra (de Hoover) que permanece casi tres meses en Valparaíso, Santiago, y varias comunidades aledañas, predicando en las reuniones de avivamiento de los grupos pentecostales ya existentes”. Deja Chile en agosto de 1907, su nuevo destino es Argentina, a donde se dirige para ayudar a los misioneros de la Iglesia de Dios, el matrimonio Ryder. Con apoyo económico de la denominación, los tres desarrollan su ministerio por cinco años. En 1923 Lucy Leatherman regresa a vivir en los Estados Unidos. Frank Bartleman (1871-1936). El primer “biógrafo” de la Apostolic Faith Mission nació en Carversville, Pennsylvania. Antes de llegar a Los Ángeles, en 1904, nuestro personaje tuvo un largo itinerario en el movimiento de santidad. En 1893 tuvo su conversión al cristianismo evangélico y en el verano del año siguiente se matriculó en el Temple Collage, con el fin de prepararse para el ministerio pastoral, también estudio por un breve lapso en el Moody Bible Institute. En los años siguientes Bartleman trabajó en ministerios como el Ejército de Salvación, los metodistas wesleyanos, Pillar of Fire y la Misión Peniel, al tiempo que trabajaba para sostenerse. El dos de mayo de 1900 contrae matrimonio con Anna Ladd, búlgara de nacimiento que fue adoptada por unos misioneros norteamericanos metodistas mientras éstos vivieron en Bulgaria. En 1905 Bartleman intensificó su peregrinar en los circuitos de santidad existentes en el sur de California. Para cuando emerge el avivamiento de Azusa él se vincula al mismo en sus primeros días. Pronto contribuye con grupos influenciados por la Apostolic Faith Mission que orientan sus actividades en el mismo sentido que la congregación de Seymour, como la Primera Iglesia neotestamentaria de Joseph Smale. Frank abre su propia misión en las calles Eigth y Maple, la que delega en otras personas cuando empieza a viajar dentro y fuera de Estados Unidos. Durante 43 años Frank Bartleman fue un predicador itinerante por toda la nación americana. En forma solitaria hizo un viaje misionero a Europa (1910-1911), y otro al mismo Continente con su familia (1912-1914). Su mayor contribución para diseminar los antecedentes de Azusa, los acontecimientos que tuvieron lugar en “la choza”, y su propio recorrido evangelístico quedó plasmada en los más de 550 artículos que escribió para la prensa evangélica, 100 folletos y seis libros. Hasta el final de sus días siguió refiriéndose a William Seymour y el avivamiento que dirigió entre 1906-1908 como la época dorada que debió continuar. Fue un duro crítico del clericalismo y del denominacionalismo. Desde una perspectiva cercana al anabautismo, fue convencido partidario de la separación Estado-Iglesias y se opuso a que en los templos hubiera banderas naorteamericanas. Se mostró contrario al militarismo y abogó por el pacifismo neutral en la Primera Guerra Mundial. En las próximas dos semanas seguiremos viendo los nombres e historia de hombres y mujeres relacionados con Azusa que se involucraron en la tarea.de ir a difundir el Evangelio.
Artículos anteriores de esta serie:
1Azusa Street: evangelizar el mundo

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