Reconstrucción de la memoria histórica del protestantismo español
Desde hace casi dos décadas el CIMPE, fundado por Emilio Monjo, inició la publicación de la Colección Obras de los Reformadores Españoles del Siglo XVI.
17 DE FEBRERO DE 2019 · 10:10
La Colección Obras de los Reformadores Españoles del Siglo XVI es una proeza. Es animada por Emilio Monjo Bellido, quien ha contado con la colaboración de distintos especialistas de diversas universidades europeas y norteamericanas.
En días pasados llegó a mis manos el volumen más reciente de la mencionada Colección. Gracias a la generosidad de Aarón Cortés, quien estuvo en Barcelona, y adquirió un ejemplar para mí del libro de Constantino Ponce de la Fuente, Doctrina cristiana.
En que está comprendida toda la información que pertenece al hombre que quiere servir a Dios (Editorial CLIE, Barcelona, 2018), he sumado el volumen a otros de la serie y que me han sido muy útiles para desentrañar el movimiento de Reforma en España.
Emilio Monjo es el continuador de los esfuerzos que unos pocos han realizado para que la vida, pensamiento y obra de reformadores españoles del siglo XVI no sean cubiertas por el manto del olvido.
Desde mediados del siglo XIX, y con admirable tesón, Luis Usoz y Río junto con Benjamín Wiffen unieron sus talentos para publicar el conjunto de obras que llamaron Reformistas Antiguos Españoles (RAE).
La tarea fue concluida en 1880 por Edward Boehmer, discípulo de Wiffen. Boehmer agregó dos obras a las veinte publicadas por Usoz y Río y Wiffen: El Salterio y Trataditos, ambos autoría de Juan de Valdés. Mario Escobar narra muy bien los entretelones y la valía de la RAE.
La veintena de libros publicados entre 1847 y 1880 por Usoz y Río y Benjamín Wiffen: incluye autores como Fernando de Tejeda, Juan Pérez de Pineda, Juan de Valdés, Constantino Ponce de la Fuente, Raimundo González Montes (nombre que encubre a quien escribió Artes de la Inquisición española), Francisco de Enzinas, Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera. Cada volumen contiene notas históricas de Usoz y/o Wiffen.
En la década de los 40’s del siglo XX, y años posteriores, las editoriales Aurora y Casa Unida de Publicaciones, en Argentina y México respectivamente, publicaron la Colección Obras Clásicas de la Reforma (COCR), en la que incluyeron libros de reformadores españoles antes dados a conocer por Usoz/Wiffen, pero agregaron otros volúmenes como el muy útil Prefacios a las biblias castellanas del siglo XVI, así como selecciones del Nuevo Testamento que publico Juan Pérez de Pineda en 1556.
El mayor impulsor del proyecto COCR fue Bowman Foster Stockwell, misionero de la Iglesia Metodista Episcopal, quien de 1926 a 1960 dirigió el Seminario Unido en Buenos Aires, que luego cambió su nombre a Facultad Evangélica de Teología. Stockwell animaba a los estudiantes para que se adentraran en la producción teológica de los reformadores españoles y logró conjuntar una importante biblioteca con volúmenes sobre el tema.
Cabe mencionar que en línea con lo anterior, La Aurora y Casa Unida de Publicaciones editaron de Ángel Mergal Llera, Reformismo cristiano y alma española (1949), y de Claudio Gutiérrez Marín, Historia de la Reforma en España (1942).
Desde hace casi dos décadas el Centro de Investigación y Memoria del Protestantismo Español (CIMPE), fundado por Emilio Monjo, inició la publicación de la Colección Obras de los Reformadores Españoles del Siglo XVI (CORE).
El CIMPE “es una mesa de trabajo para comunicar, compartir y crear conocimiento sobre la Reforma Protestante en España”. Las obras que han publicado son ediciones que cuentan con estudios introductorios y notas que ayudan a conocer el contexto histórico en que se prohijó lo escrito.
Aunque de algunos de los libros de la CORE ya existía traducción al castellano, los editados por Emilio Monjo y quienes le acompañan en la aventura son nuevas traducciones del latín y, en varios casos, ven por primera vez la luz en castellano.
En esta tarea es de agradecer el meticuloso trabajo que ha hecho el doctor Francisco Ruiz de Pablos.
Por distintas vías he logrado tener la mayoría de los libros hasta ahora publicados en la CORE. No he podido hacerme del monumental trabajo, tiene tres volúmenes, de Ernst H. J. Schäfer, Protestantismo español e Inquisición en el siglo XVI, que tradujo del alemán Francisco Ruiz de Pablos.
Seguiré buscando el camino para hacerme de la masiva investigación de Schäfer.
El conocimiento predominante en el hispanismo, entendido como una identidad ligada al catolicismo, ha pretendido borrar de la historia a los reformadores españoles.
Éstos no solamente fueron críticos en el terreno de las ideas de la Iglesia romana y sus autoridades, sino que conformaron núcleos disidentes en lugares como Sevilla y Valladolid. Varios de sus integrantes fueron descubiertos por la Inquisición y no pocos terminaron sus días en la hoguera.
Otros lograron huir de España y en el exilio forjaron obras como las difundidas por el CIMPE. Considero que el estudio detenido de dichas obras muestra nítidamente lo aseverado por José C Nieto: “Los ‘luteranos’ de Sevilla y Valladolid no recibieron el luteranismo, o protestantismo, como la semilla incipiente de su fe herética, sino como la semilla consecuente con una fe evangélica que ellos ya habían adquirido de diversas maneras” (El Renacimiento y la otra España, visión cultural socioespiritual, Librairie Droz, Ginebra, 1997, pp. 158-159).
Los volúmenes de la CORE habían sido publicados por convenio de CIMPE con Eduforma, y no eran fáciles de conseguir, por lo menos desde México. Los ejemplares que poseo tiene cada uno tras de sí una historia de adquisición un tanto complicada.
Posiblemente ahora sea más accesible la consecución de los nuevos volúmenes, ya que con la Doctrina cristiana de Constantino Ponce de la Fuente ha iniciado la colaboración entre CIMPE y CLIE, la editorial fundada por don Samuel Vila en 1924.
El reciente libro y, por supuesto, los anteriores esforzadamente publicados por Emilio Monjo cumplirán mejor su objetivo si se facilita su adquisición a los posibles interesados en conocer la producción de los reformadores españoles del siglo XVI.
El cúmulo aportado por CIMPE y Monjo Bellido para difundir la memoria de autores perseguidos es imprescindible, necesario y aleccionador para trazar aspectos de la identidad protestante iberoamericana.
Los libros en circulación y los que vendrán son reforzadores de la memoria, pero no deben serlo de la nostalgia. La memoria es viva, aporta experiencias y lecciones, trae a la mesa de los vivos a quienes sus perseguidores y/o verdugos quisieron borrar de la faz de la tierra.
Hermosa labor la de Emilio Monjo Bellido, Francisco Ruiz de Pablos y quienes con ellos pactaron comprometerse en la tarea de traer al siglo XXI a los reformadores españoles del siglo XVI.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Kairós y Cronos - Reconstrucción de la memoria histórica del protestantismo español