Cifras del cambio religioso en América Latina

En Latinoamérica la Iglesia Católica ha sufrido pérdidas netas debido al cambio religioso de muchos que se unieron a iglesias evangélicas protestantes, dice el informe de Pew.

31 DE ENERO DE 2015 · 21:25

El movimiento evangélico ha crecido en todo el continente americano. En la imagen, Marcha por Jesús de Sao Paulo.,
El movimiento evangélico ha crecido en todo el continente americano. En la imagen, Marcha por Jesús de Sao Paulo.

Latinoamérica es la reserva poblacional del catolicismo, pero también un Continente en el que crece constantemente el amplio abanico del protestantismo/cristianismo evangélico. Un amplio estudio cuantitativo del Pew Research Center da cuenta de las creencias y prácticas en 19 países de América Latina. El documento posibilita no solamente conocer los números de la diversidad religiosa, sino también hacer interpretaciones socio culturales de tal diversificación.

El estudio del Pew Research Center es amplio, con todo y apéndices contiene 310 páginas, lleva por título Religion in Latin America: Widespread Change in a Historically Catholic Region. Hay una versión condensada en castellano (aquí en PDF), que incluye los principales indicadores de la investigación.

En América Latina viven más de 425 millones de católicos, el 40 por ciento de la población católica mundial. Con variaciones por país, durante la mayor parte del siglo XX (de 1900 a 1960) la población católica fue de 90 por ciento. Es a partir de la década de los 60´s cuando tal porcentaje comienza a descender constantemente. A fines del 2014, cuando el Pew Research Center concluyó con el levantamiento de datos, los católicos romanos adultos en Latinoamérica representaron 69 por ciento. Por todo el Continente es verificable el descenso de creyentes católicos, ya que, sostiene el reporte “en casi todos los países encuestados, la Iglesia Católica ha sufrido pérdidas netas debido al cambio religioso de muchos latinoamericanos que se unieron a iglesias evangélicas protestantes o que rechazaron en general la religión organizada. Por ejemplo, aproximadamente uno de cada cuatro nicaragüenses, uno de cada cinco brasileños y uno de cada siete venezolanos ya no son católicos”.

El 84 por ciento de los entrevistados dijeron haber sido criados en sus familias como católicos, después optaron por otra confesión religiosa o ninguna, tras lo cual el porcentaje original de católicos criados como tales descendió a 69 por ciento. En contraste, “tanto las iglesias protestantes como la población sin afiliación religiosa de la región han ganado miembros. Solo uno de cada diez latinoamericanos (9%) fueron criados en iglesias protestantes, pero casi uno de cada cinco (19%) ahora se describe como protestante. Y, mientras solo el 4% de los latinoamericanos fueron criados sin una afiliación religiosa, el doble de esa cantidad (8%) no tiene afiliación religiosa en la actualidad”.

La investigación consigna datos interesantes que muestran los distintos ritmos de la “descatolización” en América Latina. Al analizar por país los números de quienes respondieron haber sido criados en el catolicismo, es en Colombia donde se presenta el mayor éxodo hacia distintas variantes del protestantismo. 74 por ciento de los colombiano(a)s que son protestantes/evangélicos antes fueron criados en familias católicas. El país en el que es menor el porcentaje de protestantes que respondieron antes haber sido católicos es Panamá, con 15 por ciento.

De las ocho posibilidades que tuvieron los encuestado(a)s para responder sobra la causa de su paso del catolicismo al protestantismo, la número uno es que buscaban una conexión personal con Dios. La segunda razón fue que disfrutan más el estilo de culto en su nueva iglesia; y la tercera porque querían un mayor énfasis en la moralidad. La cuarta causa del cambio fue que encontraron una iglesia que ayuda más a sus integrantes.

La conversión al protestantismo/cristianismo evangélico en el Continente acontece más por el acercamiento de las iglesias a las personas que viceversa. La media de América Latina de quienes dijeron haber cambiado de confesión religiosa porque una iglesia se acercó a ellos/ellas es del 58 por ciento. Un elemento a tener en cuenta sobre cómo se acercan las iglesias evangélicas a las personas, es que lo hacen mediante sus integrantes en la vida cotidiana y lugares donde se desenvuelven. En Perú 7 por ciento de quienes se reconocieron como católicos manifestaron que comparten su fe al menos una vez a las semana; en tanto que el 38 por ciento de los protestantes transmiten su creencia en el mismo lapso. Es decir, el activismo evangélico es más de cinco veces mayor al activismo católico. Guatemala es donde los católicos son más activos para difundir su fe, lo hace el 34 por ciento. Pero también es el páis en el que el 53 por ciento de los protestantes difunden lo que creen por lo menos una vez por semana.

Aunque el cambio hacia el protestantismo tiene lugar en todos los grupos de edades, es en el de menores de 25 años en el que las conversiones alcanzan mayor porcentaje. La movilidad geográfica contribuye a que personas transiten de un credo a otro. No en todos los países, pero el estudio reporta que en algunos de ellos (Argentina, Bolivia y Costa Rica), “las personas convertidas al protestantismo tienen menor tendencia a contar con educación secundaria en comparación con los católicos”.

Con razón el estudio aclara que el significado de protestante es en América Latina menos estricto que en Estados Unidos, y Europa agrego yo. Porque “a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde términos como ‘nacido de nuevo’ y ‘evangélico’ distinguen a ciertos protestantes, en América Latina los términos ‘protestante’ y ‘evangélico’ se usan indistintamente”. Anoto que cada vez es más frecuente el uso de evangélico en América Latina, en detrimento del concepto identitario de protestante. La anterior es una observación fáctica y no una toma de postura en favor de uno u otro término.

El Pew Research Center usa el concepto protestante “en un sentido amplio para hacer referencia [a integrantes] de las iglesias protestantes históricas (por ejemplo, bautistas, adventistas del séptimo día, metodistas, luteranos o presbiterianos), miembros de iglesias pentecostales (por ejemplo, Asambleas de Dios, Iglesia Pentecostal de Dios o Iglesia Evangélica Cuadrangular) y miembros de otras iglesias protestantes”. Tal vez un criterio para tener en cuenta acerca de los protestantes/cristianos evangélicos latinoamericanos (ya sean de iglesias históricas, pentecostales, neopentecostales, mega iglesias de distinta tendencia) es que tienen como Biblia común la del llamado canón corto, es decir, sin libros deuterocanónicos, los cuales sí forman parte de la Biblia usada por la Iglesia católica.

El reporte cuantifica en menos de 25 por ciento a los protestantes pertenecientes a iglesias históricas, y agrega que “la mitad dijo pertenecer a una iglesia pentecostal. Además, en la mayoría de los países, al menos un cuarto dijo pertenecer a otra iglesia protestante o que no sabía su denominación”. Es muy probable que quienes no identificaron su afiliación denominacional haya sido porque pertenecen a nuevos movimientos protestantes/evangélicos que se dicen lejanos a la institucionalización, pero que con el paso del tiempo construyen una nueva ortodoxia, y en ella tienen cabida ciertos postulados protestantes.

En el próximo artículo continuaré con otras cifras que aporta el documento del Pew Research Center sobre la reconfiguración del campo religioso latinoamericano.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Kairós y Cronos - Cifras del cambio religioso en América Latina