Tú eres mi luz
La verdadera Luz no se apaga , y quienes tenemos el privilegio de ser alumbrados por Él debemos afrontar situaciones como esas; y muchas otras, con la confianza puesta en Él.
05 DE MAYO DE 2025 · 16:45

Los veo cada mañana. Son una pareja de indigentes, él va en silla de ruedas, le falta una pierna, ella empuja un carro de la compra repleto de bolsas , mantas, todas sus pertenencias están contenidas en ese carro de metal.
Deambulan de un sitio para otro pero siempre pernoctan en el mismo lugar. No duermen bajo techo, lo hacen a la intemperie ,debajo de un árbol , a escasos metros de la marquesina de una parada de autobús.
No tienen edad; los indigentes no parecen poseerla, están tan castigados por la vida que realmente parecen mucho más viejos de lo que realmente son.
Cuando el pasado 28 de abril sufrimos ese confuso apagón me acordé de esta singular pareja de sin techo, pensé que serían uno de los pocos a los que este accidente fortuito no alteraría su rutina, no modificaría su normalidad. Mientras nuestro país masticaba el caos, ellos seguirían ajenos a cuanto estaba ocurriendo.
Somos tan dependientes de la tecnología que ante una situación como esta muchos sintieron que el mundo; su mundo tecnológico, se les desmoronaba y con él toda su existencia.
Estos sucesos “apocalípticos” tienden a sacan lo mejor y lo peor del ser humano.
En pocos minutos las estanterías de los supermercados quedaron vacías , esta sociedad nuestra salió a tropel a comprar aquello que no iba a consumir dejando a otros sin poder acceder a ello.
La gente hacía colas para poder comprar pilas y velas, transistores con los que mantenerse informados. Cosas obsoletas que pasaron a ser de vital importancia. Y todo eso en unas horas.
Apareció grotescamente la avaricia, dejando a la generosidad en un segundo y lejano plano; a Dios gracias todavía existe esa rara avis llamada compasión que muchos utilizamos y que tanto bien hace ante el desorden que provoca la mezquindad .
Cuando ocurren sucesos tan inusuales como este somos conscientes de que no todo es enchufable, que la vida es mucho más y que un simple apagón puede suscitar el caos.
Somos tan dependientes de lo tecnológico que si este suceso inoportuno hubiese invalidado la red eléctrica por unos días , la vida que conocemos se hubiese desmoronado para quienes no ven más allá de ella.
La verdadera Luz no se apaga , y quienes tenemos el privilegio de ser alumbrados por Él Dios de la Luz debemos afrontar situaciones como estas; y muchas otras que han de venir, con la confianza puesta en Él , sabiendo que su Luz alumbra las situaciones más oscuras.
Vuelvo a mirar la estampa que me desdibuja a esos dos indigentes bajo su árbol. Están ahí, ajenos al desafortunado suceso, viviendo o intentando subsistir entre la maleza de un entorno hostil.
La vida es excesivamente dura para ambos , pero si el desafortunado apagón tuviera una duración indeterminada, ellos sobrevivirían teniendo más posibilidades que cualquiera de nosotros.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Íntimo - Tú eres mi luz