Pan de vida
El Pan de vida se rompe para ser repartido entre quienes desean comer de Él. Él se rompió por y para todos, desmembrando su amor, haciéndolo fluir en nosotros.
23 DE ABRIL DE 2025 · 17:50

Mi abuela Manuela era una mujer silenciosa. Mujer que vivió sus últimos y seniles años en casa de mis padres , compartiendo momentos de su vejez junto a nosotros.
Era habitual que después de comer la viéramos con el puño cerrado, ese gesto denotaba que había vuelto a guardarse un poco de pan. Le abríamos la mano y efectivamente, allí tenía ese trozo de pan que cogía de la mesa y atesoraba en su puño.
Quienes sobrevivieron a la guerra civil sabían apreciar lo sencillo, el hambre que les acaeció les hizo valorar la comida. Mi padre me hablaba de los años de escasez , de lo duro que era conseguir alimentos y que a veces, para adquirirlos, tenías que trabajar muy, muy duro.
Hoy en día el pan está siendo muy denostado, enemigo de dietas , de comidas saludables y sin embargo, para mí, vital .
Haciendo uso del refranero: mesa sin pan es como mesa sin galán; las penas con pan son menos; contigo pan y cebolla; al buen amigo dale tu pan y dale tu vino; a falta de pan, buenas son tortas…
Hay infinidad de variedades, tipos de masas con diferente fermentación. El pan es un aliado en las comidas y un colega tierno en los viajes; el bocadillo sigue siendo el camarada perfecto que nos sacia el apetito y nos devuelve el agradable sabor de lo creado en el hogar.
Jesús multiplicó cinco panes y alimentó a una multitud. Él es el Pan de Vida, esencial para recibir la vida eterna.
Este mundo está hambriento y no lo sabe, necesita ese alimento que sacia el alma.
La gula desprovista de sensatez hace que los corazones se empobrezcan, se llenen en un embriagador festín que desencadena en una sensación de vacío interior, pobreza en el alma que busca irremediablemente satisfacer el voraz apetito con insustanciales viandas.
El Pan de vida se rompe para ser repartido entre quienes desean comer de Él. Se desmigaja para llegar a todos. No hay estatus. No existen para Él clases sociales, ni etnias. No hay diferencia entre hombre y mujer, Él se rompió por y para todos, desmembrando su amor , haciéndolo fluir en nosotros.
Una fina línea separa lo imprescindible de lo frugal. Una línea tan fina que no todos consiguen verla.
Si creemos en Él no tendremos hambre jamás.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Íntimo - Pan de vida