No te dejaré ni te desampararé
En la antesala de lo porvenir has de aguardar con premura el sobresalto, el cambio, el haz luminoso que hará resplandecer lo que la noche oscureció y las tinieblas desean perpetuar.
15 DE AGOSTO DE 2022 · 13:00

Aguardas el milagro. Oras y esperas. Clamas y esperas. Esperas y esperas. Y a veces, en ese intervalo, llega la desesperación.
No sabes qué hacer, cómo iniciar este día sin faltar al rigor que precisa la jornada y no mostrar tu descontento ante la falta de respuestas.
Tienes la apremiante necesidad de no mediar con nadie, de permanecer ausente dejando que las olas pasen sobre ti. Pero entiendes que no es ese el camino correcto, que has de valorar tu vida encauzándola debidamente en los parámetros fijados.
Tus expectativas no se han cumplido, tus sueños se desvanecen con la bruma de la mañana, cada vez los divisas más lejanos, más utópicos.
Aun así, lo extraordinario está a la vuelta de la esquina, agazapado en un rincón dispuesto a sorprenderte.
El gran viaje está por comenzar y en la antesala de lo porvenir has de aguardar con premura el sobresalto, el cambio, el haz luminoso que hará resplandecer lo que la noche oscureció y las tinieblas desean perpetuar.
Cada pequeño paso contribuye a alcanzar algo grande. Toma tu cayado y prepárate para la aventura. Él está a tu lado, no te dejará ni te desamparará.
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