Miles de evangélicos del municipio sureño de San Juan de la Maguana en República Dominicana, se manifestaron en contra de la explotación minera en el Valle de San Juan, demandando la salida inmediata de la empresa canadiense GoldQuest.

La marcha tuvo lugar el 13 de julio, y estuvo organizada por la Confraternidad de Ministros e Iglesias Evangélicas de San Juan (COMIES), la Unión Pastoral Visión de lo Alto, la Alianza Pastoral y Ministerial (ALPAMIS), la Comunidad Pastoral y Ministerial de Villa Liberación “Esperanza Viva” y el Bloque de Pastores Unidos por Cristo Córbano Sur.

“Daño irreversible”

Las entidades evangélicas denuncian que “la empresa minera GoldQuest va a destruir la tierra del Valle de San Juan a través de una explotación minera metálica en el mismo centro de la Cordillera Central, a orillas del Río San Juan”.

Advierten que “explotar la mina de oro traerá un daño irreversible que afectará a cinco provincias sureñas (San Juan, Azua, Barahona, Bahoruco e Independencia), por lo cual autorizar estudios para su implementación sería un sin sentido”.

El Valle de San Juan tiene una superficie de aproximadamente 2.568 kilómetros cuadrados y una población de 305.940 habitantes. Es una zona con un gran potencial hidrogeológico.

Llamamiento al presidente

Para los evangélicos, “es un contrasentido que funcionarios del gobierno, como los ministros de Medio ambiente y Recursos Naturales y de Energía y Minas, se pongan de acuerdo con empresas extranjeras para violar la Constitución de la República, que en su artículo 15 impide daño a los ríos y explotación minera en un lugar de tanta fragilidad ambiental”.

En un comunicado que fue leído al concluir la marcha por el pastor Ramón Campechano, pidieron al presidente, Luis Rodolfo Abinader Corona, que frene a los funcionarios que están “poniendo en riesgo la vida y la salud de esta provincia y de todo el suroeste”.

“Demandamos de forma vehemente una reacción inmediata del Presidente dirigida a paralizar estos intentos devastadores del Valle de San Juan, lo cual traerá sosiego y tranquilidad a estos pueblos”, añadieron.

Cuidado de la creación

Las entidades evangélicas también hicieron un llamado al cuidado de la creación, citando el Salmo 24.

“Nuestros bosques no le pertenecen a ninguna empresa transnacional que solo pretende lucrarse. Todos los hijos de Dios tenemos que amar la naturaleza, cuidarla y guardarla sana para las generaciones futuras”, concluyeron.