La participación de Milei en una iglesia evangélica, un hecho histórico que levanta críticas entre evangélicos

Milei atacó a la izquierda, el concepto de justicia social y afirmó defender la cultura judeocristiana en un discurso en la iglesia Puerta del Cielo en Chaco. Hubo “afirmaciones totalmente contrarias a las enseñanzas del evangelio”, dicen sus críticos.

Redacción PD

La Nación, Evangélico Digital · ESPAÑA · 09 DE JULIO DE 2025 · 13:30

Javier Milei, durante su discurso en la iglesia Puerta del Cielo en Chaco./ Casa Rosada,
Javier Milei, durante su discurso en la iglesia Puerta del Cielo en Chaco./ Casa Rosada

El presidente Javier Milei participó de la inauguración del “Portal del Cielo”, el nuevo templo de la Iglesia Cristiana Internacional en Chaco, con capacidad para más de diez mil personas.

El templo “Portal del Cielo” se ha construido a lo largo de una década de obras que, según el pastor Jorge Ledesma, se financiaron íntegramente “en efectivo”, y cuya edificación fue motivada por una profecía que el pastor dijo haber recibido hace 17 años, según informó Infobae.

El evento de la apertura de este templo, que se presenta como el auditorio evangélico más grande del país, formó parte del Congreso Mundial de Invasión del Amor de Dios, un encuentro de liderazgo cristiano que se extendió durante dos días.

Para acceder al evento las entradas oscilaban entre los $30.000 y $100.000 (unos 60 euros) en las áreas VIP. Las localidades más económicas (Kids, a $20.000) se agotaron rápidamente. La dimensión del evento llevó al gobierno de Chaco a implementar un extenso operativo de seguridad, que contó con al menos 120 efectivos policiales.

Fundada en 1994 por Jorge y Alicia Ledesma con un grupo reducido, la Iglesia Cristiana Internacional supera los 25.000 fieles por semana y declara 50.000 miembros activos.  Este grupo, que forma parte del movimiento carismático pentecostal a nivel mundial, tiene 166 congregaciones en 66 naciones con 45.000 miembros en Argentina.

El discurso de Javier Milei fue el primero que un presidente argentino realiza en una una Iglesia evangélica. Asistieron también la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y el diputado nacional del partido gobernante, Santiago Pauli.

“Lo que el presidente (Javier Milei) tiene con el pastor Ledesma es una relación espiritual no religiosa desde hace unos años. Tuvieron sus primeros acercamientos en la campaña de 2023”, dijo un funcionario chaqueño al diario La Nación.

 

Defensa de la cultura judeocristiana y de sus políticas

En su discurso, Milei hizo referencias a pasajes de la Biblia y críticas a las ideas de “justicia social” del socialismo, la “repartición del ingreso” o la frase atribuida a Eva Perón “donde hay una necesidad, nace un derecho”.

"Si los valores judeocristianos han sido una fuente inagotable de progreso, los antivalores de la izquierda terminan en el otro extremo: pobreza, miseria y subdesarrollo. Lo primero con lo que atacan, cuando empiezan a avanzar, es sobre la fe de los individuos. Quieren reemplazar a nuestro Dios de los cielos con su maldito dios Estado”, opinó.

“Ese falso dios Estado al cual los envidiosos y resentidos utilizan para robarle a la gente de bien el fruto de su trabajo”, expuso Milei, que se ha caracterizado a lo largo de su carrera política por mostrarse muy crítico con la institución gubernamental.

El presidente sostuvo que la “cultura judeocristiana”, que son los “valores de occidente”, son una “convicción ética y moral” que “guía profundamente” el diseño de políticas de su gestión. “Las elecciones 2023 no fueron más que el reencuentro del pueblo argentino con los valores de la libertad y su rechazo al falso dios del estado. Lo fueron a nivel nacional y en el Chaco”.

Según Milei, el Estado es una concepción diabólica, planteamiento que justificó a partir de pasajes del Antiguo Testamento, pero también citando la tentación de Jesús en el desierto, cuando Satanás le ofrece a Jesús los reinos del mundo -“es decir el Estado”, comentó Milei-.

Reiterando su rechazo al concepto de justicia social en la ideología de izquierdas, Milei la definió como un “virus en la cabeza de la gente” que los llena de “odio y resentimiento”. “¿Desde cuándo un pecado capital pasó a convertirse en una virtud? No nos van a doblegar, nosotros conocemos las sagradas escrituras”, exclamó el presidente argentino.

Milei sostuvo que “durante las últimas décadas, la izquierda impuso un discurso único respecto a la justicia, entendida únicamente en términos distributivos”.

“Pero esto no es el verdadero significado de justicia, porque es intrínsicamente injusto, porque para darle a los unos hay que quitarles a los otros, y porque como en Argentina aprendemos por las malas, el que reparte se queda con la mejor parte. Pero por suerte están empezando a caer presos”, expresó Milei en una alusión a la condena de prisión a la expresidenta Cristina Kirchner.

 

Críticas de evangélicos

La participación de Milei en este acto ha llevado a un debate mediático en cuanto a la posición de las iglesias evangélicas y su participación en la política argentina en los últimos años.

Norberto Saracco ha sido una de las voces críticas que se han alzado contra la participación de Milei. Saracco dirige desde hace casi 40 años la iglesia cristiana evangélica Buenas Nuevas. Es Cofundador del Consejo de Pastores de la Ciudad de Buenos Aires e integra el consejo directivo de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera), una de las entidades más representativas de este culto en el país. 

El pastor argentino lamentó que “se prestara el sagrado lugar del púlpito para que el presidente, en un claro acto partidario, dirigiera su diatriba plagada de falsos argumentos, distorsiones maliciosas y afirmaciones totalmente contrarias a las enseñanzas del evangelio”.

El directivo de Aciera recordó a sus pares que “ningún presidente asistió para dar un discurso en un acto religioso judío, ni católico, ni musulmán. Esas expresiones religiosas tienen un respeto por los espacios y eventos sagrados que evidentemente los evangélicos no tenemos”.

Respecto a la relación capitalismo-protestantismo que agitó Milei, el pastor le respondió que “el presidente, o quienes le escriben los discursos, olvida o ignora que fue en sociedades capitalistas y protestantes, como la de Estado Unidos e Inglaterra donde se desarrolló y sostuvo la esclavitud y el racismo, aún hoy no superado”.

“Lo que olvida o ignora el señor presidente, es que los países de mejor nivel de vida para todos y no para unos pocos, son los países escandinavos, basados en principios protestantes, pero, y he aquí la diferencia, aplicados por un estado muy presente”, agregó Saracco.

Desde otro punto de vista, el también político y líder evangélico Walter Ghione, diputado provincial de Santa Fe, advirtió que Milei en su discurso incurrió en “errores graves” al plantear que “el Estado, en sí mismo, representa al maligno”.

“Esa idea contradice no solo la historia bíblica, sino también la teología cristiana. El Estado no es una entidad moral por sí misma: es inerte, y su carácter depende de quiénes lo gobiernan y con qué principios lo hacen”, señaló y agregó que en Romanos 13:1 dice que “toda autoridad proviene de Dios, aunque pueda ser mal usada cuando quienes la ejercen se alejan de Él”.

Aunque Ghione reconoció que hay muchas coincidencias entre los evangélicos y el presidente, sobre todo en cuanto a “los peligros de la filosofía socialista tienen fundamentos ciertos, especialmente cuando se señalan aspectos que contradicen los valores judeocristianos”, como “la negación de Dios, la disolución de la familia natural, el colectivismo extremo o el relativismo moral”, consideró que “tampoco es acertado asociar automáticamente el capitalismo con la voluntad divina. Éste, como cualquier sistema humano, puede ser instrumento de bendición o de destrucción, según el corazón de quienes lo implementan”.

Además el pastor quiso recordar que la “justicia social” no tiene origen marxista sino cristiana, aunque luego fue “ideologizada”: “Era un modelo de justicia que no condenaba la riqueza, pero sí la acumulación egoísta y la opresión al débil”. “Por eso, reducir la justicia social a ‘envidia con retórica’ es una simplificación peligrosa. La verdadera justicia social no se trata de robarle a unos para darle a otros, sino de crear condiciones donde la dignidad humana, el trabajo y la solidaridad sean respetados como dones de Dios”.

Desde España, el pastor argentino Jorge Fernández, actual responsable de prensa de FEREDE, ha expresado su malestar tanto por el discurso de Milei como por la propia invitación a tomar el púlpito. 

“Todo ese discurso político e ideológico proclamado desde el trono de la Palabra de Dios —el púlpito de una Iglesia—, es premiado con aplausos, sonrisas y amenes complacientes, por la multitud de fieles evangélicos reunidos para la inauguración de su lugar de culto”, lamenta Fernández en una columna de opinión en Actualidad Evangélica.

“Los evangélicos latinos no nos hemos arrepentido aún lo suficiente de la vergüenza de haberles cedido el púlpito de algunas de nuestras iglesias a presidentes como Agusto Pinochet y a Efraín Ríos Montt. Se dirá que no es lo mismo; que Milei es un presidente democrático legítimo, no un golpista. Eso es cierto. Pero sigue siendo un Presidente, la más alta representación del poder político en una República, y su lugar es el sillón de Rivadavia, no el púlpito de la Iglesia de Jesucristo”, expone Fernández.

 

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