Dos miembros del personal de la embajada de Israel en Washington, D.C., fueron asesinados a tiros el pasado miércoles por la noche a la salida de un evento organizado por el Comité Judío Estadounidense (AJC) en el Museo Judío de la capital estadounidense. Las víctimas, Yaron Lischinsky y Sarah Lynn Milgrim, eran cristianos de fe mesiánica y trabajaban en la delegación diplomática israelí.

El evento organizado por ACCESS, la división del AJC para jóvenes profesionales judíos, y se centraba en los esfuerzos humanitarios en Oriente Medio y el norte de África.

“Dos miembros del personal de la embajada de Israel fueron asesinados a quemarropa mientras asistían a un evento judío”, confirmó el portavoz de la embajada, Tal Naim Cohen. El embajador de Israel en Estados Unidos, Yechiel Leiter, explicó que la pareja estaba a punto de comprometerse: “Yaron ya había comprado un anillo y planeaba pedírselo a Sarah durante un viaje a Jerusalén la próxima semana”.

Quiénes eran Yaron y Sarah

Lischinsky, de 28 años, era ciudadano israelí nacido en Alemania. Sirvió tres años en las Fuerzas de Defensa de Israel y tenía un máster en diplomacia gubernamental y estrategia por la Universidad Reichman. Trabajaba en el departamento político de la embajada.

Milgrim, de 26 años, formaba parte del departamento de diplomacia pública desde hacía año y medio. Tenía una formación académica internacional con másteres en estudios internacionales (American University) y en desarrollo sostenible (Universidad para la Paz de la ONU), además de una licenciatura en estudios medioambientales por la Universidad de Kansas.

La embajada declaró estar “desconsolada y devastada” por la pérdida: “No hay palabras para expresar la profundidad de nuestro dolor y horror. Nuestros corazones están con sus familias”.

En su perfil de LinkedIn, Lischinsky se describía como “orgulloso de sentir que Jerusalén y Núremberg son mi hogar” y mostraba su deseo de “ampliar el círculo de paz con nuestros vecinos árabes”.

The two diplomats murdered in Washington DC were both Messianic Jews (Christians) who were planning to get married.

Yaron Lischinsky and Sarah Milgrim.
May their memory be eternal. pic.twitter.com/d72nOKM84t

— Ridvan Aydemir | Apostate Prophet (@ApostateProphet) May 22, 2025

La Sociedad Germano-Israelí lo recordó como “una persona de mente abierta, inteligente y profundamente comprometida”. Ronen Shoval, que lo conoció en Jerusalén, lo describió como “un cristiano muy devoto”. Jenny Havemann, amiga suya en un grupo de jóvenes germano-israelíes, explicó que “Yaron era parte de un grupo cristiano mesiánico y estaba muy interesado en estrechar lazos entre alemanes e israelíes”.

Por su parte, Tech2Peace, una organización que promueve el diálogo entre jóvenes israelíes y palestinos, afirmó que Milgrim era voluntaria activa. “Unía a las personas con empatía y determinación. Su voz y su espíritu se echarán profundamente de menos”.

El rabino Levi Shemtov, que coincidió con la pareja en diversos eventos comunitarios, declaró que “eran personas afables y queridas”.

Un ataque directo y premeditado

El presunto autor del ataque ha sido identificado como Elías Rodríguez, ciudadano de 30 años residente en Chicago. Tras abrir fuego contra la pareja, ingresó en el museo, donde fue reducido por el personal de seguridad. El atacante gritó “¡Palestina libre!” al ser arrestado.

La Policía ha confirmado que Rodríguez no tenía antecedentes que hicieran prever un acto de este tipo. Indicó a los agentes el lugar donde había arrojado el arma, ya recuperada. La investigación, en colaboración con el FBI y la embajada israelí, indaga si se trató de un crimen de odio con posibles vínculos terroristas.

“No habíamos recibido información de inteligencia que indicara un posible ataque antisemita o terrorista”, señaló Smith. La secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kristi Noem, prometió que “este depravado autor será llevado ante la Justicia”.

Reacciones oficiales

El ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, vinculó el atentado a una creciente campaña antisemita: “Este asesinato tiene relación directa con la incitación antisemita y antiisraelí que vemos en líderes y funcionarios de muchos países, especialmente en Europa”. Saar pidió a estos líderes “que dejen de rendirse a la propaganda terrorista palestina” y “fortalezcan a Israel en su lucha contra la maldad en Oriente Medio”.

Ted Deutch, director ejecutivo del AJC, expresó la conmoción de la organización: “Estamos devastados por el asesinato de dos amigos queridos y socios de la embajada israelí al salir de uno de nuestros eventos. Esta violencia sin sentido debe terminar”.

El presidente de Israel, Isaac Herzog, también reaccionó a través de un mensaje en la red social x: “Nuestros corazones están con las familias de los asesinados. Oramos por ellos y por los heridos”.

Desde España, el ministro de exteriores José Manuel Albares condenó el ataque. “Nada justifica el antisemitismo ni este acto de barbarie”, expresó en la red social X.